Cosas perdidas y un alfa coqueto / pt.2

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5:00 p.m
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—Dame la manita, amor.— pidió esperando a la orilla de la banqueta.

Lo tomó envolviéndole en su amplia mano y con precaución cruzaron la calle en dirección al campo de fútbol, aquel donde el pequeño solía entrenar hace un tiempo.

El sol brillaba con intensidad en el cielo despejado, el ambiente era templado en una mezcla perfecta entre cálido y fresco y las voces mezcladas de los entrenadores y los chiflidos de sus silbatos se escuchaban a lo lejos.

—Lou se va a portar bien, ¿verdad que si, alfa?.— preguntó bajito mientras caminaba junto al mayor entre pasitos inseguros.

—Igual que siempre, bebé. Mi Lou siempre es un omega muy bueno.— halagó asintiendo, viéndole con una sonrisa acompañada de hoyuelos.

—Y ya no me van a regañar tampoco.— balbuceó mordisqueando su dedito.

—No cariño, ahí estaré yo viéndote cada segundo, si sucede algo que te incomode iré enseguida a sacarte de ahí.— contestó con calma.

Louis gimoteó bajito con un lindo puchero en sus labios y asintió dudoso. Harry sabía que su cachorro estaba nervioso, era normal después de todo, seguramente se sentía como empezar todo de nuevo y sus últimas experiencias en el campo no habían sido las mejores.

Entraron al campo terroso y lleno de gritos y chiflidos por doquier. El menor miró todo con ojitos curiosos y bien abiertos, sin prestar suficiente atención por donde caminaba. Volteaba a sus espaldas a ver a los alfas entrenando a un costado, frunciendo sus cejitas cuando de pronto tropezaba y su alfa le apretaba la manita para sostenerlo. Él nunca lo dejaría caer.

—¿Quieres ir al baño, amor?.— preguntó acomodando sus lentes de sol sobre el tabique de su nariz recta, pasándose la mano hacia atrás por sus cortos rizos después.

Le vió asentir distraído con su mirada fija en la cancha, sabiendo que solo contestó sin escucharle realmente. Conocía a su omega, sabía que querría ir al baño antes de comenzar su entreno, así que comenzó a andar hacia unos de los baños del lugar.

—¿M-Me acompañas, papi?.— pidió por fin enfocando sus ojitos en el alfa, sosteniendo su mano con ambas de las suyas.

—Claro, bebé.— asintió y abrió la puerta dejándole pasar primero— Te espero aquí, no tardes mucho.— avisó.

Vanilla Milk (with an extra of chocolate...) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora