✧･ﾟ: *✧･ﾟ:* Vanilla Milk Parte 2 ✧･ﾟ: *✧･ﾟ:*
Simplemente la vida del pequeño Louis y su amado alfa, Harry.
O donde Louis es un encantador omeguita mimado, amante de los conejitos, las burbujas y los abrazos y besos de Harry; un alfa sobre protecto...
—¡Rápido, Louito!.— gritó Tommy tomando al ojiazul de la manita, ambos corriendo por el largo corredor de la casa del moreno entre risillas traviesas.
Ambos alfas de cada chiquillo habían quedado de acuerdo en juntarse a pasar una tarde completa para dejarles jugar todo el día, por lo que ahora se encontraban en la casa de Vicky quien les había invitado a comer un rico corte de carne con vegetales y puré de papa, recibiendo como agradecimiento una invitación a cenar más tarde a casa de la segunda pareja. Por supuesto, Liam y Zayn también habían sido invitados junto a Niall, aunque este último rechazó la invitación con pesar cuando se excusó con ya tener otro plan para el día.
—¿A que jugamos ahora?... ¿A las haditas?.— preguntó Louis respirando un tanto agitado cuando se detuvieron en la sala, escuchando de fondo el cotilleo de los cuatro alfas dentro de la cocina a un lado.
—Mmm... ¡Oh si! Tengo unos disfraces de hadas en mi cajón.— recordó con una sonrisa mientras pensaba— Pero acompáñame por ellos, ¿si?.— preguntó.
El castañito asintió entre un saltito de emoción y dejó que le tomara de la manita de nuevo, saliendo de regreso al pasillo. Miraba a su alrededor con curiosidad y se detuvo cuando su amiguito lo hizo frente a una puerta la cual fue abierta a los pocos segundos.
—Vamos, solo que este foco no funciona mucho y...— se interrumpió cuando sintió al contrario jalonear su manita para soltarse y le escuchó jadear con brusquedad.
—¡N-No, no!... ¡A-Alfa! ¡Hmhh!.— gritó retrocediendo torpes pasitos hacia atrás, soltando de inmediato aquel peculiar chillido tan reconocido en los omegas.
Tommy le miró confundido y se quedó paralizado en su lugar, asustado por la reacción que había tenido su amiguito. Le miraba jadear con sus ojitos muy abiertos mientras se alejaba con desesperación de donde habían estado hasta llegar casi al otro extremo del pasillo donde se embarró en la esquina de la pared.
No pasó mucho cuando el montón de alfas llegaron despavoridos al escucharle gritar, todos detrás de Harry mientras buscaban el peligro en algún lugar.
—¿Qué? ¿Qué sucede?... Hey, Louis.— preguntó alarmado el rizado, caminando a zancadas hasta el menor cuando le vió en una esquina del suelo—Louis, ¿Qué sucede, amor? ¿Qué tienes?.— preguntó de nuevo, levantándolo de su lugar.
—¡N-No! ¡N-No q-quiero, no!.— sollozaba entre espasmos que le hacían temblar con fuerza, apretando sus manitas en la camiseta de su alfa cuando le tomó entre brazos.
