Traviesos

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4:32 p.m.

Mmm... ¡Se llamará lechita!.— chilló un contento Louis sentadito sobre la alfombra de la sala.

—¿Leche? No le hagas esa grosería, ¿Él que culpa tiene?.— dijo Harry viendo con incredulidad al chiquillo, descansando en el sofá.

—Pero... pero es que yo les pongo así porque me gustan esas cosas... a mi me gusta la lechita.— explicó contento.

—Hmm eso lo sé, nene.— murmuró con una sonrisa pícara en sus labios, alzando sus cejas de arriba a abajo antes de recibir un almohadazo.

—¡Harry! No le digas esas cosas al niño.— regañó Lola sentada junto al alfa, acomodando de regreso el cojín con el que le había golpeado en la cabeza.

—Ese niño ya no tiene tanta inocencia, Lola, no te preocupes.— contestó entre risas mientras sobaba su nuca, regresando la mirada al menor.

Habían llegado hace un par de minutos a casa, dándole la sorpresa a la mayor de ahora ser tres quienes entraban por la puerta principal. Un risueño omeguita se la había pasado jugueteando con su bonita mascota nueva que tanto había deseado, un cachorro golden tan inquieto y travieso como él. Tenía en cabello dorado, ojos marrones y corría de un lado a otro inspeccionando la casa, tanto así que incluso ya había invadido la propia casa de totopo, el conejito a quien pareció no importarle la llegada de aquel entrometido.

Harry solo deseaba que no destruyera la casa entera tan temprano, anotándose en la mente que debía llevarlo a la escuela para perros o traer algún entrenador a casa pues parecía que sería un completo desastre

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Harry solo deseaba que no destruyera la casa entera tan temprano, anotándose en la mente que debía llevarlo a la escuela para perros o traer algún entrenador a casa pues parecía que sería un completo desastre. No tenían mucho tiempo juntos y el cachorro ya había roto un par de búhos de cerámica que decoraban un espacio vacío en un estante bajo la televisión cuando pasó corriendo con sus torpes patas. Juraba reprochar el momento en el que se le ocurrió concederle ese capricho al chiquillo de ojos azules, sin embargo, verle reír tan contento y con ilusión de sobra resaltando en su carita, creía poder aguantar y hacer lo que fuera por mantener a esa mascota con ellos.

Vanilla Milk (with an extra of chocolate...) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora