Una alarma empezó a sonar por toda la habitación de la pelinegra que casi cae de su cama. Eran las 5:30 A.M, la hora precisa para iniciar con el plan A.
— Dedos... levántate, ya tenemos que irnos. —Wednesday le pasaba la voz a la mano que aún seguía durmiendo, tuvo que tirarle una almohada para que reaccionará.
Dedos se levantó asustado, estaba teniendo una pesadilla y por una parte agradecía que cierta Addams lo despertará.
Wednesday le ordenó a la mano que buscará su mochila y la vaciará para de esta forma tener espacio para meter los regalos que había comprado.
Una vez que la mochila se encontraba vacía, la pelinegra con mucho cuidado fue metiendo la cajita, encima de ella colocó los tres peluches, no estaba segura si llevar la caja de chocolates porque para empezar, según tenía entendido Enid no comía nada que tuviera calorías, de todas formas se decidió por llevarlo.
— Esto es muy heteronormado... —se dijo para si misma recordando a sus compañeros de salón comprando las mismas cosas para sus novias, aunque al final de cuentas era un bonito detalle y estaba segura que Enid lo amaría, Dedos interrumpió los pensamientos de la pelinegra al treparse en su hombro.
Wednesday salió de su habitación con la mochila en la espalda, bajó las escaleras intentando no hacer tanta bulla para no despertar a nadie. Cuando estuvo apunto de girar la manilla de la puerta que llevaba hacía la calle pudo escuchar una voz familiar que hizo que se quedará paralizada.
— ¿Wednesday a dónde vas tan temprano?
La pelinegra se dio la vuelta para notar a su madre que se encontraba parada en frente de ella esperando una respuesta.
— Madre... no sabía que estabas despierta. —Wednesday se llevó tremenda sorpresa, no sabía que encontraría a su madre despierta, eso no le ayudaba— yo... tengo que ir a clases.
— ¿Pero tan temprano? Que yo sepa tus clases empiezan más tarde. —Morticia frunció el ceño.
— Si pero esta vez tengo que salir temprano de aquí porque tengo que reunirme con mis compañeros...
— No sabía que la gente de aquí era "tan" madrugadora.
— A veces te pueden sorprender... en fin tengo que irme, te hablaré luego.
— Cariño espera, puedo decirle a Largo que te lleve.
— ¡No! —gritó Wednesday— es decir, no te preocupes, no es necesario. Puedo ir caminando, de esa forma... puedo hacer ejercicio, ya sabes. —la pelinegra suspiró y salió de la mansión sin mirar atrás dejando a su madre un tanto extrañada por el raro comportamiento de su hija.
Lo siguiente era caminar hasta la parada del autobús o tomar un taxi que al menos la llevará hasta la academia. Dedos quien estaba en el hombro de la pelinegra ya tenía una idea que probablemente a Wednesday no le agradaría, porque ni siquiera se lo había consultado.
— ¿Qué quieres decir con que alguien nos llevará? — preguntó Wednesday confundida aunque la mano decidió callarse.
Siguió caminando, hacía tanto frío que sintió que sus manos empezaban a congelarse, a lo lejos podía notar como algunos de sus compañeros se reunían a fumar antes de entrar a la escuela.
No tenía de otra, tuvo que pasar por delante de ellos sintiendo como ese olor a cigarro se penetraba en su chaqueta. Al momento de pasar por la escuela se sintió mal al recordar la mentira que le había dicho a su madre pero también sabía que no le daría permiso de ir a ver su novia sin su supervisión y porque tenía que estudiar, por lo que la única alternativa era mentirle.
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Everlong - wenclair
FanfictionHabía pasado exactamente un año desde aquel fatídico día. Wednesday regresa a Nevermore y junto a sus amigos , tendrá que enfrentar una serie de problemas mientras pasa por la peor etapa de su vida: la adolescencia. Aclaración: está historia se desa...