Everlong - wenclair

Extra: memories of the past

"Ya que este capítulo es especial, se podría decir que nos estamos remontando en el pasado, por lo que, no se encuentra en la línea temporal del presente, sin nada más que agregar, empecemos"

Era una mañana fría en la mansión de los Addams. Una niña corría de un lado a otro de su habitación, en su mano tenía un osito de peluche que le faltaba un ojo y su cabeza parecía estar incrustada por un cuchillo, miraba por la ventana mientras frotaba sus brazos intentando no temblar por aquel clima.

— Papá hace mucho frío como para ir a pescar... —respondió Wednesday aún temblando.

— No te preocupes mi pequeña tormenta, tengo esto para ti. —Homero se acercó y con delicadeza logro colocarle uno de sus abrigos— ¿Ves? De esta forma no sentirás frío.

La joven Addams sonrió, en ese momento ella tenía 10 años y solía disfrutar aquellos domingos en los que podía pasar tiempo con su padre. Mientras que Morticia se quedaba a cuidar a Pericles.

Homero tomó de la mano de su hija y juntos se dirigieron al lago. Wednesday se sentía protegida al lado de su padre, lo admiraba y tenía una muy buena relación con él, al igual que con su tío Lucas.

No es que se llevará mal con su madre, sino que ella parecía a veces andar más al pendiente de Pericles pero lo entendía ya que al final de cuentas el era su hermano menor, aunque a veces lo llegaba a odiar debido a que se llevaba la atención de su madre. 

— Ya llegamos. —respondió Homero con una sonrisa colocando ambas cañas de pescar en el césped.

— ¡Mira papá! Muchos peces. —señaló la pelinegra.

— ¿Te gustaría hacerlo esta vez tu sola? —preguntó Homero mientras le acercaba una caña de pescar.

— ¡Claro! —contestó Wednesday tomando con entusiasmo la caña de pescar, la hundió en el lago y espero pacientemente.

Ambos ahora se encontraban sentados en el césped sintiendo como la brisa movía un poco sus cabellos. La pelinegra empezaba a impacientarse.

— Papá... mi caña no se mueve. — respondió Wednesday con una voz llena de tristeza.

— Tienes que tener paciencia hija.

— Ya la tuve desde hace rato y nada, creo que los peces me odian...

Wednesday frunció el ceño, estaba a punto de darse por vencida hasta que sintió como algo la jalaba fuertemente.

— ¡Papá! Se está moviendo... ¿Qué hago?

— Trata de mantenerte firme y tira para atrás.

— Es muy fuerte, no... no puedo...

— Tu puedes Wednesday, puedes hacerlo, solo concéntrate.

La pelinegra cerró los ojos y con todas sus fuerzas tiró la caña de pescar para atrás y escucho como algo había caído en el césped. Bajó su mirada y se encontró con un pez que era de un tamaño mediano.

Su padre miró con orgullo la escena y apretó suavemente el hombro de su hija.

— Mi pequeño escorpión, estoy muy orgulloso de ti.

— Gracias papá, aunque... creo que todavía me falta mucho por aprender.

— Estoy seguro que cuando seas mayor, ya habrás incluso logrado tu primer asesinato.

— Estoy practicando con Pericles, ¿Cuenta?

Homero río ante el comentario de su hija, sabía que Wednesday tenía ese instinto de querer asesinar a su hermano aunque al final no lograba su cometido.

— Puedes practicar un poco de taxidermia con este pez.

— Puedo intentarlo.

Esa tarde Homero se la había pasado contando toda la historia de los Addams, el como casi termina matando al tío Lucas y la vez en la que conoció a su madre. Wednesday escuchaba atentamente a su padre, se sentía interesada por saber sobre sus "raices" o más bien dicho, su árbol genealógico.

— Papá...

— ¿Si mi pequeña victimaria?

— ¿Es cierto que a todos nos llega la muerte en cualquier momento?

El patriarca de los Addams miró con dulzura a su hija. Wednesday solía hacer preguntas que para cualquier persona que no fueran sus padres dejaría confundido. Sin embargo, Homero sabía lidiar ante estas situaciones, el quería ser realista com su hija sin llegar a lastimarla.

— Es cierto hija, en está vida es inevitable pensar que uno seguirá con vida al día siguiente, puedes morir asesinado, quemado, ahogado, electrocutado y quien sabe que más. —suspiró Homero.

La pelinegra bajó la mirada.

— Papá... entonces... ¿Eso quiere decir qué un día ya no estarás para mi?

— Mi pequeño escorpión... yo siempre estaré aquí contigo. —Homero acarició el cabello de su hija.

— Pero tu dices que la muerte es inevitable entonces...

— Wednesday —el patriarca de los Addams intentó tomar la mano de su hija— te prometo, que pase lo que pase, nunca te dejaré sola.

La pelinegra sintió como su padre la abrazaba por sobre los hombros, unas cuántas lágrimas empezaron a deslizarse por sus mejillas, imaginó una escena en la que no volvía a ver a su padre y eso hizo que su corazón doliera tanto. Era apenas una niña pero el tan solo pensarlo hizo que se sintiera tan mal.

— Papá...

— Dime hija.

— Crees... ¿Qué podamos llevar una piraña a casa? Me gustaría asustar a Pericles. —Wednesday limpió sus lágrimas e intentó sonreír.

— ¿Podemos hacer eso el otro domingo, te parece?

— ¡Si!.

Homero sonrió, metió las cañas de pescar en aquel saco mientras tomaba la mano de su hija para volver a casa.

Wednesday corría y saltaba en unas hojitas escuchando un crujido sobresalir de ellas, tomó una de las hojas y decidió guardarla en los bolsillos de su abrigo.

Era una niña que jamás imaginó que con el tiempo muchas cosas terminarían por afectarla, sobre todo la muerte de la persona que tanto amaba y admiraba.

"No todas las promesas se cumplen".

Nota del autor: está vez decidí escribir un capítulo extra para ustedes, no tenía tanta inspiración hoy en la mañana y pues, me puse a escuchar un poco de música de Lana del rey por la tarde y pues miren, salió esto!. Ya que estamos hablando de este fanfic, quise ponerle un poco de sentimentalismo en este capítulo, como vemos Wednesday es una niña y aunque tenga actitudes psicópatas (a veces) también tiene sentimientos, sobre todo a sus seres queridos. Espero disfruten mucho este cap, espero les haya ido bien y los tqm. 💗

Psdt: la canción se llama let the light in, por si desean escucharla ^^.