Once again

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"Todas las mañanas despierto a la misma hora de siempre, entro al baño, me miro al espejo y me doy asco..."

Eran las 7:40 A.M, el clima era algo molesto para empezar, hacía frío pero a la misma vez se podía observar que el sol intentaba salir, el calor es insoportable para la mayoría de las personas, nadie quiere sentir su cuerpo tan sudado, es una sensación asquerosa.
Una limosina negra pasaba por aquel camino sombrío que prácticamente llevaba aquella academia la cual la mayoría de alumnos amaban y otros, obviamente lo odiaban. Tan solo su nombre ya daban ganas de vomitar.

—"Nevermore academy" ¿Es un chiste? —susurró Wednesday quien estaba apunto de saltar por la ventana, para la morena el tan solo pensar que regresaría aquel lugar de tortura le daban ganas de apuñalarse.

— No entiendo porque te quejas querida, sabías que regresarías aquí ¿O acaso pensaste que te cambiaría de escuela? —cuestionó Morticia Addams quien observaba a su hija con detenimiento.

Ambas sabían que no era fácil ir de nuevo aquella escuela sobretodo porque esta vez, solo se encontraban las dos. Sería incómodo hablar de lo que pasó hace un año, ninguna de las dos tomaba la iniciativa de hablarlo y además, tal vez no era el momento, Wednesday podría otra vez recaer.

— Tu sabías que no quería volver, ni siquiera estoy bien, no estoy bien mentalmente madre, yo no quiero hablar con esos "ñoños" que solo hablan de fiestas u otras cosas que ni me interesan, adolescentes hormonales, asco. —explicó Wednesday mientras mordía un poco sus labios debido a su ansiedad.

— No vamos a discutir este tema otra vez, además ya vamos a llegar, al menos trata de fingir una sonrisa, ¿si?

— Madre, vuelves a decirme eso y realmente tendrás que verme en la cárcel por homicidio. —la morena ya se imaginaba las muertes de sus compañeros, lentas y dolorosas, eso realmente hizo que sonriera de manera sádica.

Habían llegado a la academia y al parecer casi nada había cambiado, seguía siendo lo mismo de siempre, algunos cuantos compañeros nuevos que miraban con curiosidad a aquella chica pálida, si realmente la conocieran estarían muriéndose de miedo.

— Al menos esto me pone contenta, volver a este lugar, tantos recuerdos y sobretodo el de tu padre... —la voz de la matriarca de los Addams empezaba a entrecortarse y se podían observar unas cuantas lágrimas resbalar por sus mejillas.

— No hablemos de esto, este lugar apesta para mí, pero... haré el intento por ti, madre. —aquella chica pálida jamás solía demostrar sus sentimientos, para ella el decir un "te quiero" ya era algo de débiles o bueno, algo cursi, que también odiaba.

— De acuerdo cariño, solo quiero que sepas que eres mi orgullo y que no olvides llevar tus cosas, todo esta en esta maleta, empaque mas cosas por si acaso.

— Está bien y gracias madre, supongo que nos veremos en cuanto termine el año, no te preocupes por mí, sabes que amo mi soledad. —dijo Wednesday mientras se despedía de su madre y agarraba sus cosas para llevarlas a su "nuevo" dormitorio.

Wednesday Addams llevaba todo su equipaje a su "nuevo" cuarto, mientras algunos recuerdos empezaban aparecer en su mente. Un ejemplo era recordar a esa compañera insoportable que tuvo durante aquel año en donde todo se salió de control, no la odiaba, pero realmente era molesto tenerla cerca.

— No la veo por ninguna parte, supongo que está bien. —dijo la morena para sí misma mientras empezaba a sacar todas sus cosas, dentro de aquel equipaje se encontraba un cutter, el cual Merlina había llevado sin que su madre se diera cuenta.

De repente alguien empezó a tocar la puerta y esto hizo que la morena se asustará, estaba mirando aquel objeto de manera curiosa hasta que la interrumpieron.

— ¿Quién es y qué quiere? —preguntó Wednesday mientras escondía el cutter

— Abreme la puerta porfavor, creo que ya sabes quien soy.

En ese momento la Addams se tensó, esa voz, esa voz la reconocía, la había escuchado tantas veces que su cerebro al parecer ya se lo había grabado, realmente no podía creerlo.

— Willa, ábreme por favor, realmente tengo un montón de cosas en mis brazos y no soy tan fuerte que digamos.

Wednesday abrió la puerta y se encontró cara a cara con la chica que realmente detestaba con toda su alma por ser tan molesta, aquella rubia que siempre tenía una sonrisa en los labios, su cabello colorido y su forma de vestir tan "alegre", todo lo opuesto a la morena.

— Esto debe ser una broma de mal gusto, ¿Enid, que rayos haces aquí? —la chica pálida ahora estaba más pálida de lo normal, le había asustado el encontrarse otra vez con la chica lobo, su vida se arruinará, otra vez.

— Lo mismo digo Addams, no pensé que volverías, pero creo que el destino nos quiere juntas. —respondió Enid mientras sonreía de oreja a oreja.

La Addams lo único que hizo fue lanzarse a su cama y no mirar más a la rubia, no quería hablar con nadie, claro que no, pero tal vez no tenía otra alternativa, de todas formas, ni amigos tenía.
La conversación se terminó cuando Enid se fue de la habitación sin decir nada, cerró la puerta muy fuerte, se había molestado.

— Bueno, al menos lo entendió. —la Addams sacó unos audífonos y empezó a escuchar la música que tanto amaba, una banda llamada "deftones", se acostó en su cama, cerró los ojos y termino por quedarse dormida.






Everlong - wenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora