Everlong - wenclair

Two steps from hell

"Lo siento, no puedo..."

El sábado no había terminado bien, los chicos habían regresado a la academia sin pronunciar ninguna palabra, la incomodidad de Enid se notaba bastante, tener un TCA es algo que no muchos pueden comprender.
Wednesday había leído un poco de este trastorno pero no sabía como ayudar a su amiga, era frustrante hasta cierto punto no saber que hacer, la pelinegra sabía que la chica lobo le estaba ocultando algo más aparte de su enfermedad.

Ya era domingo y la Addams había tomado una decisión.

— No puedo creer que vaya hacer esto... —suspiró Wednesday— me voy arrepentir de hacer esto. —la pelinegra se dirigía a la habitación de Yoko, la única que podría conocer mejor a Enid era la chica vampiro.

La morena dio unos dos golpecitos a la puerta y esperó pacientemente.

— ¿Si? ¿Quién es? —preguntó Yoko.

— Te diré quien soy cuando me abras la puerta.

— No te abriré la puerta si no me dices quien eres.

— Soy la persona que se aparece en tus pesadillas y si no me abres créeme, haré que esas pesadillas se vuelvan realidad.

Yoko abrió la puerta y se quedó mirando sorprendida a la pelinegra, ¿Wednesday Addams? ¿Cómo podría ser eso posible?

— Creo que te equivocaste de habitación. —Yoko no entendía que hacía cierta chica pálida tocando la puerta de su habitación.

— Vine hasta aquí porque necesito hablar contigo, ¿Me puedes dejar pasar? Por favor.

Yoko se hizo a un lado para poder dejar pasar a la Addams, aún no podía creer que la chica que la miraba con ganas de matarla estaba ahora en su habitación.

— Dime, ¿De qué quieres hablar?

— Es sobre Enid... lo que pasó el domingo me dejo pensando un poco, estoy viendo que ella no come y eso me preocupa, quiero ayudarla.

— Entiendo... ¿Tú quieres saber más sobre ella?

— Si y es por eso que vine aquí, porque tu eres su mejor amiga, la conoces y sabes todo de ella.

Yoko se sentó en su cama, acomodó un poco sus lentes y miró a la Addams que al parecer estaba distraída mirando algunas cosas que tenía en su habitación.

— Wednesday, yo no se mucho sobre Enid. —suspiró Yoko—  verás, cuando Enid llega a la academia por primera vez, ella era una chica un tanto tímida, yo decidí hablarle y bueno, me contó un poco sobre los problemas que tenía con su madre, sobre su TCA no se mucho la verdad.

— ¿Qué problemas tiene con su madre?

— No se si deba contarte sobre esto...

— No le diré a nadie, lo prometo.

— Mira, no me ha contado mucho sobre eso pero no tiene una buena relación con su madre debido a que, al parecer ella fue la que le creo inseguridades con su cuerpo, eso me hace pensar que ella fue causante de su TCA.

— Con razón que Enid nunca habla de su familia... —Wednesday apretó sus puños.

— No pensé que ella te importará tanto.

— Bueno, es mi amiga y también, debo ayudarla al igual que ella lo hizo conmigo. —la pelinegra sentía sus mejillas un poco rojas.

— Claro, solo "amigas" ajá. —Yoko rodó los ojos.

— ¿Eh?

— Nada, ya lo descubrirás con el paso del tiempo.

Wednesday salió de la habitación de Yoko un tanto confundida por ese comentario, aunque ya sabía a lo que se refería, solo que aún no quería aceptarlo, quería descubrir lo que sentía por Enid poco a poco sin sentirse abrumada por eso. Además, tenía que pensar también en su estado mental y que pronto recibiría ayuda, aunque eso significaría alejarse de la chica lobo, al menos por un tiempo.