No desire to talk to you

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"Y allí estaba ella, con esa sonrisa tierna que la caracterizaba, su forma de vestir que la hacía ver adorable y al mismo tiempo toda una mujer. He pensado muchas veces que la he idealizado al punto de imaginar que ella no haría nada para lastimarme pero... lo hizo y eso solo hace que quiera tirarle la puerta en la cara y no volver a verla nunca más."

Frunció el ceño adoptando una compostura firme y cruzándose de brazos. Pericles sintió miedo al notar la expresión seria de su hermana por lo que decidió ponerse detrás de ella.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó Wednesday.

— ¿No es obvio? Vine por ti. —la rubia intentaba analizar la expresión de la que alguna vez fue su compañera en Nevermore. Estaba molesta, eso era obvio.

— Nadie te pidió que lo hicieras.

— Pero lo hice, estoy aquí.

Eso sería lo último que escucharía Wednesday. Sin dar ninguna respuesta se fue directo a su habitación dejando solos a ambos chicos.

— No te preocupes, puede que aún no lo asimile del todo. —mencionó Pericles intentando darle ánimos.

— Está enojada... tal vez esto no sea una buena idea. —suspiró Enid.

— ¿Qué dices?

— Podría haberme quedado aún en el hotel, sinceramente no quiero incomodar.

— No lo estás haciendo. Ven, te llevaré al cuarto de huéspedes para que puedas instalarte.

Enid siguió a Pericles admirando lo antigua pero increíble que era la mansión por dentro. Como si fuera parte de una reliquia de un museo, pues muchos objetos parecían pertenecer a muchos años atrás, años en los que ella ni siquiera nacía.

Algunos cuadros colgados en las paredes con fotografías de la numerosa familia que eran los Addams.

— Muchos de ellos murieron de formas atroces. —Pericles señaló una de las fotografías.

— Wow... no sabía que eran muchos.

— ¿Y qué hay de tu familia?

— Bueno, en mi árbol genealógico también somos muchos aunque que yo recuerde, nunca los vi —la rubia alzó los hombros— supongo que cada uno hizo su vida, su familia, etc.

— Si, eso suele pasar.

Por otra parte Dedos leía una revista con los últimos chismes sobre artistas pop cuando su lectura fue interrumpida por una pelinegra que había azotado la puerta tan fuerte que hizo retumbar la mesita de noche.

— No puedo creerlo, voy a matar a Pericles y esconderé su cuerpo en cualquier otro lugar que no sea aquí. No pensé que mi propia sangre me haría esto.

La mano no entendía a que se refería Wednesday por lo que hizo un ademán con el dedo índice para que esta se sentará en la cama y le explicará la situación con calma, sin embargo está hizo caso omiso.

La pelinegra no procesaba el hecho de que su ex-novia estuviera técnicamente en su casa. ¿Por qué había dejado Nevermore para ir a verla? ¿Acaso la carcomía la culpa? ¿Quería arreglar las cosas?

-— Con que cara se atreve a venir aquí... —susurró Wednesday con cierta indignación en su voz.

Después de ver las fotos, Pericles llevó a la rubia hasta la habitación en donde descansaría.

— Aquí está, Tío Lucas suele quedarse a dormir aquí cuando viene de visita. Ahora es todo tuyo.

— No se como agradecerte lo que estas haciendo por mi...

Everlong - wenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora