Everlong - wenclair

She's going to destroy you, again

— "¡¿Crees que es justo para mi?!"

— "Wednesday baja la voz"

Los gritos interrumpieron el sueño de la rubia quien se levantó preocupada de su cama para ver lo que estaba pasando.

Sin hacer tanta bulla se asoma hacia las escaleras y lo primero que nota es a Wednesday que está de pie frente a su madre al parecer teniendo una discusión.

— Has estado ausente, más de lo habitual, ¿Cuál será tu excusa está vez?

— Tuve que ir donde tu abuela y-

— No, no mientas. Detesto que lo hagas.

Wednesday observa a Pericles quien está en el sofá, su hermano no dice nada, solo se queda en silencio esperando a que la discusión acabe.

— Te vas y luego apareces como si nada esperando una grata bienvenida. —la pelinegra apretó los puños sin desviar la mirada, estaba llegando a su límite— estás tan envuelta en tus propios asuntos que te has olvidado de lo que hay aquí, o al menos de lo que alguna vez existió.

La frialdad en su voz es como una daga y Morticia lo sabe. Pero en lugar de retroceder, da un paso hacia adelante.

— Wednesday, está casa siempre ha estado llena de sombra. Mi ausencia no debería ser tan notaria para ti. —la mujer con una voz suave y casi melancólica trata de apaciguar la situación pero esto enoja más a la adolescente— eso no significa que te haya olvidado, ni a ti ni a tu hermano, hay cosas que no puedes entender todavía.

La pelinegra dio un paso hacia su madre, su expresión implacable, pero hay una emoción subyacente en su mirada, algo que Enid nunca había visto antes. La rubia siente el corazón en la garganta, atrapada entre el deseo de intervenir y la necesidad de quedarse en silencio.

— ¡¿Y qué pasa con lo que yo necesito?! —ese grito de dolor y furia contenida se siente tan real— mientras tú te hundes en tu propia oscuridad yo estoy aquí preguntándome si realmente importa todo esto. Así que, no me digas que hay cosas que no puedo entender. Porque entiendo todo perfectamente.

Morticia se queda paralizada ante las palabras de su hija, la fachada se quiebra. Hay algo profundamente humano en su mirada, las discusiones constantes con Wednesday eran pan de cada día pero ahora la situación se le estaba yendo de las manos.

— Al final lo único que hacemos es destruirnos desde dentro. —Wednesday con la voz casi quebrada intenta mantenerse fuerte— nos estás perdiendo... me estás perdiendo.

El silencio que sigue es espeso, casi insoportable. Morticia baja la mirada, incapaz de sostenerla más. Enid, que ha estado conteniendo la respiración, siente una oleada de tristeza. Ha visto discusiones intensas antes, pero esto es diferente. Esto es una fractura en una relación que parecía indestructible pero que poco a poco se fue deteriorando.

— Yo no quiero perderte Wednesday... jamás quise perder a nuestra familia. —Morticia hace una pausa sintiendo las lágrimas correr por sus mejillas— pero tienes que entender, no es tan simple. También lo he intentado por mi cuenta pero... aún siento que estoy perdida en mi propio duelo.

— Ya no sé cuánto más pueda soportar eso.

El silencio que sigue es denso, un reflejo del dolor compartido y la incomunicabilidad que ha crecido entre ellas. Morticia cierra los ojos, derrotada, mientras Wednesday toma su mochila para luego dirigirse hacia la puerta, siendo seguida por Pericles.

Por otra parte, Enid, aún oculta, siente ese impulso de correr tras ella pero algo la detiene. Tal vez sea el peso de la tristeza que ve en el rostro de Wednesday, una tristeza que nunca antes había demostrado.