When the sun hits

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"Lo siento pero no puedo hablar ahora"

Esa era la respuesta que Wednesday había recibido por parte de Enid, dejó a un lado su celular para luego recostar su cabeza encima de su pupitre. Tal vez su novia aún seguía molesta por el "problema" con Tracy,  tal vez estaba ocupada o tal vez... simplemente no quería hablar con ella.

Lo entendía, comprendía en cierta parte que Enid no quisiera hablarle aunque le dolía ya que sentía como si le estuviera haciendo la ley del hielo. Sin pensarlo mucho, termino por salir de su salón, era la última en salir ya que muchos de sus compañeros se habían marchado desde hace rato.

En el patio algunos chicos de otros salones se hallaban reunidos, parecían planear alguna que otra fiesta "destructiva", para la suerte de la pelinegra ni Tracy ni Evie daban rastro de estar con ellos.

Eso la hacía recordar en lo ridícula que se había visto en la mañana, mucho antes que las clases empezarán, buscó a Tracy para dejarle en claro que no volviera a intentar besarla, la buscó por todas partes pero no la encontraba hasta que entró al sanitario para lavarse la cara y pudo escuchar unos sonidos un tanto "extraños" que provenían de uno de los cubículos.

Grande fue sorpresa al ver como del baño salía aquella rubia acompañada de un chico que parecía abotonarse los pantalones rápidamente. Se sintió incómoda al ver eso pero decidió enfrentar a Tracy en frente de aquel tipo para que al final ambos terminaron riéndose de todo lo que había mencionado la pelinegra.

"Eso nunca pasó, se que a ti te gustan las chicas pero a mi no"

Wednesday se sintió ridiculizada, estaba apunto de aplicar la violencia pero se arrepintió a último momento. Para la rubia era fácil negar todo y hacerla quedar como una mentirosa.

— ¡Hey Wednesday! —gritó Pericles haciendo que la pelinegra se sobresaltara— te estuve esperando, ¿por qué demoraste en salir?

— Estaba pensando en lo ridícula que me vi hoy... —respondió Wednesday sin mirar en ningún momento a su hermano y alejándose de él.

— ¿Por qué dices eso?

— No creo que sea buena idea contarte.

Pericles se detuvo cruzándose de brazos esperando a que su hermana le contará lo que le estaba pasando.

— Vamos, puedes confiar en mi. —el chico intentó demostrarle que podía confiar en ella aunque sabía que era complicado— acaso, ¿tiene que ver con Enid?

— No... —la pelinegra metió sus manos a sus bolsillos fingiendo buscar algo— bueno en parte sí, pero no es su culpa.

— ¿Es culpa tuya?

— Tal vez... yo no inicié esto, ¿sabes?

— ¿Iniciar qué?

— Una chica... una chica intentó besarme y me sentí idiota por no haber reaccionado en ese momento, en el camino pensaba si era buena idea contárselo a Enid.

— ¿Entonces ahora piensas que no fue buena idea contárselo?

— No se lo iba ocultar, aún sabiendo como reaccionaría. Es solo que ahora, parece no querer hablar conmigo...

— Debe estar molesta o... celosa. Ya sabes como actúan las chicas.

— Yo también soy una chica, Pericles.

— Lo sé pero tu no actuarías así... ¿verdad?

— Soy más práctica. Yo me deshago de esa persona y asunto arreglado.

— Si no fuera tu hermano diría que me das miedo y que no se a que te refieres.

La pelinegra intentó sonreír, su hermano podía ser molesto la mayoría del tiempo pero entendía que se preocupaba de cierta forma por su bienestar. El sonido de su celular informándole que tenía un nuevo mensaje llamó su atención, rápidamente lo sacó de su bolsillo para ver de quien se trataba.

Everlong - wenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora