Everlong - wenclair

Before the tragedy

"Lunes, parece que mi madre no quiere hablar conmigo, no me dirige la palabra desde el sábado. Supongo que eso es bueno, con tal de que no me hablé sobre esa estúpida escuela."

La pelinegra se encontraba escribiendo en su tipografo un tipo de "diario" improvisado. Su novela estaba en pausa debido a un bloqueo de escritor, además de andar sobre pensando la mayoría del tiempo en como sería el final. Se acercó a la ventana de su habitación para distraerse un poco observando su jardín.

Una sonrisa se dibujó en su rostro al recordar la llamada que había tenido con Enid, luego de llegar a casa se había dispuesto en llamarla y así fue como pasaron horas y horas hablando, riendo y molestandose entre ellas.

— ¿Qué quieres Dedos? —preguntó la pelinegra al sentir como la mano ahora jalaba del borde de su pantalón.

Dedos empezó a caminar directo a la puerta mientras esperaba que Wednesday lo siguiera, la Addams suspiró y siguió a la mano. Bajaron por las escaleras y notaron que no había señal ni de Morticia ni de Pericles. La mano trepó para girar la manilla y abriendo la puerta de golpe, observando el jardín.

— ¿Quieres ir a pasear?

Dedos asintió esperando la respuesta de la pelinegra.

— No puedo creer que este aceptando salir a pasear con una mano.  —Wednesday sintió un golpe en el pie y se quejó— ¡Auch! Está bien, me retracto. 

La pelinegra empezó a caminar junto a la mano que parecía estar más que feliz, incluso sabiendo que podría morir de diferentes formas.

Llegar a la ciudad demoraba entre una hora o dos, pero esta vez irían caminando debido a que la limosina no se encontraba disponible.

Mientras tanto en Nevermore, las clases habían empezado, todos los alumnos se encontraban resolviendo prácticas de matemáticas, Enid ahora acompañaba a Yoko, miraba como la chica vampiro se estresaba al no poder resolver un ejercicio.

— ¿Necesitas ayuda?

— No, no te preocupes puedo hacerlo sola. —respondió Yoko disimulando una sonrisa— ¿Tu te sientes mejor?

— Sip, ya no tengo gripe y me siento más animada, y yo... quería agradecerte por haberme escuchado, me hizo sentir muy bien desahogarme.

Yoko sonrió y acarició el cabello de su amiga.

— Hey no tienes que agradecerme, ¡Somos mejores amigas y estamos para apoyarnos! —Yoko le dio una sonrisa cálida— hablando de eso... ¿Qué tal estuvo la llamada con Wednesday?

— Pues... —la rubia suspiró— ya sabes, nos pusimos al día en muchas cosas, me contó que su madre quería meterla a una escuela de "normales"...

— ¡¡¿QUÉ?!! —gritó Yoko— espera... ¿entonces me estás diciendo que primero la sacó de Nevermore para meterla en otra escuela como si nada?

— Exactamente, la sentí molesta y a la misma vez triste.

— ¿Y tu cómo te sientes ante eso?

— Bueno, cuando me lo dijo también me sentí triste, ¿sabes? Porque yo tenía las esperanzas en que ella volviera... —Enid bajó la mirada.

— Tal vez no vuelva estudiar aquí con nosotros, pero puede venir a visitarte.

— Se que lo haría, pero estoy segura que tendré que esperar para eso. —susurró Enid— si estoy decidida a esperar por ella, pero debo ser sincera, a veces siento esa necesidad de que este conmigo y me frustra...

La rubia sacó su celular para ver si tenía un mensaje de Wednesday, deslizó la barra de notificaciones pero no, no había ningún mensaje.

— "Tal vez esta ocupada... si debe ser eso..." —pensó la rubia acomodando su mejilla por encima de su pupitre.