Everlong - wenclair

You know, i'm not good

Era una tarde tranquila, Enid se encontraba acostada en su cama abrazando a uno de sus peluches, intentaba pensar en otra cosa que no fuera su roomie y esa "tonta" sonrisa que le había dedicado antes de irse a clases.

— ¿Por qué me haces esto Wednesday? —preguntó Enid abrazando más fuerte su peluche— te necesito ahora aquí conmigo, necesito que al menos me digas que estas bien...

La rubia fue sacada de sus pensamientos cuando escucho que alguien tocaba la puerta.

— ¿Hola? ¿Enid estás allí?

— No, ya me fui de este mundo, quien te habla es su alma. —respondió Enid sarcásticamente, no le gustaba contestar de esa forma pero a veces era divertido molestar a Yoko.

— Ja ja muy graciosa, ¡abreme la puerta!

Enid se levantó de mala gana, se puso sus pantuflas de unicornio y se acercó para abrir la puerta, allí estaba su mejor amiga con una cara de pocos amigos.

— Enid no es gracioso cuando eres sarcástica.

— Lo es cuando pones esa cara. —bromeó la rubia.

— Sigue, sigue riéndote. —Yoko hizo un mini puchero— oh en fin, te traigo noticias.

— Dime, mi pequeña ave mensajera.

— En primer lugar. —la chica vampiro se quito la mochila de la espalda para sacar una libreta— esto me dio Wednesday, me dijo que copiaras todo.

— Oh debe ser sobre los apuntes... —Enid tomó la libreta y decidió abrirla observando la letra tan perfecta de su roomie— ella... ¿ella te dijo algo más?

— No pero pude observar que se iba en una limosina negra, parecía que alguien más estaba dentro.

— "Seguro era su madre"

— ¿Te encuentras bien?

— Oh si, es solo que... —la chica lobo peinó su cabello con timidez— estoy preocupada.

— ¿Qué es lo que te preocupa?

La rubia se quedó en blanco por un momento, ¿Sería buena idea decirle a Yoko que en realidad Wednesday había salido con su madre pero para buscar ayuda en un centro de salud mental? No, no podía decirle, no sin el permiso de su roomie.

— Solo que ando un poco distraída en clases, ya sabes, no soy buena concentrandome y me da miedo reprobar algunas materias.

— Oh eso lo entiendo, no te preocupes Enid, podemos mejorar eso, puedo ayudarte.

— Muchas gracias Yoko. —la rubia sintió alivio, en ningún momento su amiga sospechó que obviamente estaba mintiendo, eso era un buen indicio.

Enid sintió como su celular empezaba a vibrar, rápidamente lo sacó de su bolsillo para leer el mensaje que había recibido.

Sus ojos brillaron y una sonrisa apareció en su rostro, el mensaje que había recibido era de Wednesday explicándole que le había entregado a Yoko sus apuntes y sobre todo, la razón del porque no pudo despedirse, lamentándose por ello.

Pero lo que hizo que  sintiera esas "mariposas" en el estómago fue el siguiente mensaje.

"Te quiero"

Enid gritó de la emoción, olvidando por completo la presencia de su amiga vampiro que ahora la miraba con curiosidad.

— ¿Qué pasó?

— ¡Me escribió! Wednesday me escribió y ¡me dijo te quiero! —respondió la rubia alegremente.

— Oh ya entiendo entonces que te trae tan feliz. —bromeó Yoko mirando con ternura a su amiga— oye pero respóndele, debe estar esperando una respuesta.