Everlong - wenclair

It's not so bad

La morena dejaba que su compañera acariciara su cabello, si hubiera sido otra persona lo más probable es que ya estuviera bajo tierra.
Wednesday recordó la vez en que Tyler se le había declarado, no había reaccionado de la misma forma como lo estaba haciendo con Enid.
Se sentía incómoda incluso, pero con la rubia era todo lo contrario, le transmitía paz y a la misma vez se ponía nerviosa, era lo que uno sentía cuando te gustaba alguien.

— Willa... si quieres decirme algo puedes hacerlo, no quiero que te sientas presionada.

— Yo...

Pero la Addams fue interrumpida por el sonido que emitía el celular de su compañera.

— Es un número desconocido. —Enid sacó su celular y se decidió por responder aquella llamada— ¿Hola?

— Buenas noches, tu eres la amiga de mi hija, ¿verdad? Disculpa si te llamo por aquí, pensé que este sería el único número por donde podría comunicarme con ella.

La rubia al principio se había asustado, pensó que era una broma de mal gusto pero se dio cuenta que era la voz de Morticia Addams.

— ¿Quién es? —preguntó la pelinegra.

— Es tu mamá... —la chica lobo le pasó el celular a su amiga— dejaré que hables con ella, no quiero escuchar sus temas personales, de todas formas estaré aquí cualquier cosa, ¿si? Bueno estaré en mi cama.

— Gracias. —la pelinegra tomó el teléfono y le dirigió una sonrisa a su amiga.

— ¿Wednesday?

— Ah si, buenas noches madre. —la pelinegra no se había dado cuenta que estaba en alta voz.

— Parece que andas ocupada hablando con tu "amiga".

— Solo le dije "gracias".

— Lo sé, bueno, te llame para preguntarte primero como has estado, me enteré que pronto tendrán una actividad en la academia.

— ¿Cómo fue que te enteraste?

— Digamos que tengo mis contactos, ¿Tú participarás? —Morticia Addams sabía que su hija no era igual a ella, no era igual de competitiva pero eso tampoco le desagradaba.

— Ni de broma, sabes que no me gusta nada relacionado con el deporte y peor si es fútbol.

— Lo entiendo cariño, solo era una pregunta.

— He estado bien madre, no he tenido al menos una recaída durante esta semana pero, de todas formas necesito ir y ver que es lo que pasa conmigo, porque incluso si ahora estoy bien, puede que luego... ya sabes.

— No te preocupes por eso cielo, muy pronto iré a verte y podremos ir, ya sabes, para ver que nos dicen.

— Gracias madre, por brindarme tu ayuda y por llamarme, siento no haberlo hecho yo. —la pelinegra se sentía avergonzada.

— Te compraré un nuevo celular en cuánto nos veamos, necesitamos mas comunicación.

— Gracias también por eso madre, dile a Pericles que lo odio mucho.

— Se lo diré cariño, no olvides que te quiero.

— No lo olvidaré, también te quiero madre. —Wednesday había finalizado la llamada, pronto sería el día en que se iría de la academia por un tiempo y estaba pensando en como decírselo a Enid.

— Ya termine. —la pelinegra se acercó a su amiga que ahora se encontraba en su cama jugando con uno de sus peluches.

— ¿Todo esta bien? —preguntó la rubia.