Extra: I want you to love me

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El silencio en la habitación de aquel joven es interrumpido por la alarma que le indica que es momento de levantarse.

Aún cubierto por las sábanas trata de tomar torpemente su celular que yacía en su mesita de noche y al momento de prender el artefacto, nota que en su grupo de amigos tiene como 30 mensajes no leídos.

Tira las sábanas al suelo y se sienta en su cama para leer con calma todos los mensajes pero recuerda su rutina lo que hace que deje su celular en su cama y camine por su habitación con el torso desnudo, reluciendo su abdomen marcado.

Una vez que encuentra una toalla y ropa que vestir para el "día" decide rápidamente entrar a la ducha. Las gotas cayendo por todo su cuerpo hacen que se relaje por unos segundos, tiene tiempo incluso para saciar sus "necesidades" pero esta vez prefiere no hacerlo.

Sale de la ducha con la toalla envuelta, ocultando sus partes más íntimas, mientras que va secando con cuidado su cabello hasta que observa como una llamada entrante aparece en la parte principal de su teléfono.

— Hola Bianca, ¿Cómo va todo?

—  Buenos días Ajax, ¿Te desperté de tu preciado sueño? —la sirena caminaba de un lado a otro mientras observaba como algunos señores entraban y salían del local dejando uno que otro arreglo floral.

— En realidad fue la alarma que me despertó. —dijo el joven sentándose está vez en su cama, en realidad se encontraba confundido por la sorpresiva llamada— ¿Sucede algo?

— No me digas que lo olvidaste...

— ¿Olvidar qué?

Bianca se mordió la lengua para no tener que regañar a su amigo o incluso insultarlo por olvidadizo.

— Hoy mi madre hará una reunión por su ascenso en la compañía y se supone que ustedes son mis invitados. ¡Por dios se los estuve diciendo desde hace una semana!

Ajax sintió la indignación en las palabras de su compañera. Imaginaba que los demás probablemente también lo habían olvidado.

— Lo siento Bianca por olvidarlo pero te prometo que estaré allí en cuanto an-

— Más vale que estes aquí a la hora en la cual se te ha citado, no quiero gente impuntual.

— Vale pero, ¿Sabes algo de los demás?

— No pero ahora mismo iré llamando a uno por uno y espero contesten o nuestra amistad se acaba.

— ¿Es una amenaza?

— ¡Si!

El chico ni siquiera llegó a despedirse, Bianca estaba enojada pero sabía que su enojo no duraría por mucho tiempo.

Ahora tenía que buscar un atuendo para la ocasión, estaba relativamente lejos de donde se haría la reunión y eso lo desanimaba un poco pero le había prometido a su amiga que iría. De todas formas, todavía no llegaba la hora.

El tiempo de sobra lo utilizó para prepararse un buen desayuno, ya que no iría con el estómago vacío. Cualquier pensaría que es extraño ver a un chico deambular por la sala en ropa interior pero el estaba acostumbrado a estar casi siempre solo en casa.

Se acomodó en el sofá y con mucho cuidado colocó el plato en la mesa para empezar a comer del cereal bañado con yogur sabor a vainilla.

A veces pensaba en que la soledad no era tan desagradable, después de todo, no tenía que ver a sus padres discutir. Era irritante tener que verlos casi todos los días pelear por diferentes situaciones y luego arreglarse como si nada.

Everlong - wenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora