Everlong - wenclair

Shades of blue

La limosina se había estacionado de manera abrupta ocasionando que la pelinegra se despertará un poco asustada.

— ¿Ya llegamos...? —preguntó Wednesday frotando un poco sus ojos.

Largo había bajado del auto para de esa forma abrirle la puerta a la joven Addams que recién parecía cobrar del todo la consciencia.

— Gracias por todo. —respondió la pelinegra— si madre pregunta algo, tu solo dile que todo esta bien y que la llamaré.

Largo asintió dejando que la Addams logré entrar a su academia, mostrándole una señal de despedida. 

Wednesday se adentro en la academia a paso lento, ella tenía permiso para llegar tarde así que no tendría problemas con ningún profesor o con el mismo director. En sus manos llevaba la bolsa con aquel regalo "especial" que había comprado para su roomie.

— Lamento llegar tarde, yo... me distraje comprando algo. —la pelinegra notó que la puerta de la habitación se encontraba abierta, se acercó a su mesita de noche encontrando una carta que al parecer había sido escrito por su roomie.

"Lo siento si no pude mandarte un mensaje, tuve que reunirme con Yoko para más o menos coordinar sobre el proyecto de biología :(<3"

Con cariño, Enid.

Wednesday soltó un suspiro y se dejo caer en su cama, la cita con la psicóloga había terminado bien, Emily era una persona muy paciente, siempre queriendo hacer un buen trabajo, queriendo hacer un cambio con las personas que pasaban por su consultorio.

Un sabor amargo sintió recorrer por su boca al recordar que se había topado con Ajax, en primer lugar, ¿Qué hacía el chico en la ciudad? ¿Era pura coincidencia que los dos se hayan encontrado? ¿La estaba siguiendo?

— No debería pensar tanto en eso. —suspiró Wednesday— aunque tal vez lo mejor... sería decirlo.

Enid se encontraba dando vueltas por la habitación de Yoko, se habían pasado toda la tarde buscando un tema para su proyecto pero nada, no se les ocurría nada.

— Si sigues dando vueltas vas a marearte.

— ¿Cómo es que puedes estar tan tranquila? Dios, nos quedan pocos días y no hemos avanzado nada.

— Mantén la calma. —respondió Yoko sacando su laptop y colocándola en su cama— ¿Qué tal si...?

— No, no podemos copiar información, ¿Quieres que nos expulsen?

— Pfff no lo harán, solo nos van a suspender y... llamarán a nuestros padres.

Yoko empezó a imaginar como su padre le haría pasar vergüenza delante de todos, su orgullo, su dignidad, todo se iría al tacho.

— ¿Te encuentras bien...?

— Si, ya tengo una idea. —Yoko frotó su cien— podemos buscar información en la biblioteca, sacamos un subtema del índice y tara! asunto resuelto, todos a dormir felices.

— Bien... entonces nos vemos mañana. —respondió la rubia con una sonrisa acercándose a la puerta para luego marcharse.

Enid vio a lo lejos una luz que provenía de la habitación que compartía con su compañera, era obvio que Wednesday ya había llegado.

— Siento llegar tarde... —susurró la rubia— debió ser un día muy cansado para ti.

La rubia se acomodó en su cama observando a su roomie, su perfil era perfecto, su piel era demasiado pálida y no solía emitir ningún sonido mientras dormía, era como si estuviera muerta en vida.