Quiéreme bonito, pío! 🐥

Capítulo 30, pío! 🐥

Jimin pió en un dulce gemido cuando sintió las manos de Yoongi deslizarse por su cuerpo, arrancándole toda su ropa antes de bajar hasta estar entre sus piernas.

Con su rostro sonrojado, el dulce pollito no pudo evitar seguirle con la mirada y encontró esa sexy sonrisa ladina en la cara de su pareja mientras este observaba con hambre su dura erección que no dejaba de arrojar furiosamente pre-semen.

Piando, el dulce pollito intentó bajar sus manos y detener a su pareja cuando este abrió su boca, pero de un segundo a otro, su pene ya había desaparecido en el interior húmedo de Yoongi.

Un grito ahogado escapó de lo profundo de su garganta, su espalda se arqueó separándose de la cama y sus manos se cerraron con fuerza entre las mantas.

—Te ves tan hermoso, mi linda cosita —ronroneó esa baja voz profunda que estremeció todo el cuerpo tembloroso del omega.

Cuando Jimin volvió a bajar la mirada con su respiración agitada, gimoteó avergonzado tras contemplar a Yoongi restregando su mejilla en su erección, subiendo para lamer el pre-semen cuando este se reunía lo suficiente en su punta para luego volver a bajar arrastrando sus labios.

Era tan sucio y a la vez hermoso que el hombrecito simplemente no podía dejar de observarlo.

—Y-yo... —balbuceó.

—¿Tú qué, bonito? —preguntó sonriente—. ¿Quieres algo? ¿Qué necesitas? —cuestionó, con sus manos acariciando sus muslos desnudos.

—Y-yo... P-pio —gimió, cerrando sus ojos al sentir como aquella cosa extraña y resbalosa, comenzaba a salir de su trasero, volviéndolo suave y con fácil acceso.

—Pero mira qué tesoro tenemos aquí —exclamó su pareja, retrocediendo y abriendo más sus piernas para contemplar la brillosa sustancia trasparente escurrirse por esa pequeña abertura.

—N-no —exclamó, observando con sorpresa como Yoongi colocaba sus manos bajo su trasero y luego lo alzaba fácilmente hasta que solo la mitad de su espalda estuvo recargada en la cama.

—Lo siento, bebé, pero necesito probar este maravilloso néctar —ronroneó y entonces empujó su rostro entre sus nalgas.

Jimin abrió su boca sin poder emitir ningún sonido cuando sintió esa traviesa lengua lamiendo su entrada ansiosamente para luego penetrarle con dulzura.

Gimiendo y piando, el dulce omega se estremeció y su miembro explotó ensuciando su cuerpo con su propia semilla.

Jadeante, contempló a su pareja dejar de lamer su trasero para sonreírle mientras le dejaba sobre la cama nuevamente y se cernía encima de él.

—Aún no he terminado contigo, mi dulce pollito —ronroneó antes de besarle.

Despertando jadeante, Jimin se sentó rápidamente en la cama y observó a su alrededor con grandes ojos.

Un sueño.

Él había tenido un sueño travieso con su pareja.

Soltando un pequeño ruidito avergonzado, el dulce omega pio mientras cubría su rostro con sus manos y se deja caer contra su cama nuevamente.

Sintiendo una humedad en su ropa interior, el dulce omega bajo sus manos y alzó las mantas casi con temor.

—Oh, Dios pío —exclamó con su rostro cubierto con un completo sonrojo tras darse cuenta de que se había venido en su pijama con un sueño... Travieso.

Chillando avergonzado, el pequeño pollito cubrió nuevamente su rostro entre sus manos mientras deseaba ocultarse bajo una piedra y no salir nunca más.