Epílogo, pío! 🐥

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Fue algo suave, en un principio, solo una ligera puntada en su abdomen que, por un momento, arrastró a Jimin fuera de los brazos de morfeo.

Pero como esa incómoda sensación en su abdomen no volvió a perturbar el sueño del dulce pollito, este solo se acurrucó contra el costado de su pareja, quien se encontraba en su forma jaguar, y siguió durmiendo.

Esa felicidad le duró al omega al menos otra hora, hasta que esa incómoda sensación de algo atravesando su vientre, volvió a perturbar su sueño.

Soltando un pequeño pío quejoso, el hombrecito colocó una mano sobre su tierno vientre pronunciado e intentó acomodarse junto a su pareja.

Pero con el increíble sentido auditivo de Yoongi en su forma animal, por supuesto que este se percató inmediatamente de ese pequeño ruido y abrió sus ojos.

En un momento, Jimin tenía a un gran gatito calentito, acurrucado a su alrededor en su nido en el espacio que su alfa le había hecho, y a los segundos después, era su muy humana pareja quien le estaba sosteniendo.

—Abre esos hermosos ojitos, pollito —pidió Yoongi, sosteniendo el pequeño cuerpo de su pareja entre sus brazos.

—No quiero... Tengo sueño, pío —se quejó el omega, girando su rostro para esconderlo en la curvatura de su cuello—. Dormir más —pidió.

Y Yoongi lo permitió, dejando que su dulce omega durmiera por unos largos minutos más entre sus brazos, ambos recibiendo la cálida luz del sol a comienzos del invierno.

Hasta que Jimin se volvió a quejar entre sus sueños, solo que el alfa no sabía si era debido a la posición, ya que últimamente a su pollito se le dificultaba encontrar una cómoda al dormir, o por su vientre, el cual ya faltaba poco para cumplir los cuatro meses que le llevaba a la recta final de su embarazo.

—Pollito, vamos a la cama —expresó el alfa, corriendo esos rubios mechones que ocultaban ese tierno rostro.

—Noo, pío... Sol bien... Aquí —balbuceó, y luego su rostro se arrugó suavemente debido al dolor que atravesó su vientre.

—Pero tú no estás cómodo aquí —anunció Min.

—No, estoy bien —aseguró, entreabriendo sus ojos para observarle con una somnolienta sonrisa—. Solo un poco de frío —se excusó, intentando acurrucarse más contra él.

Frunciendo sus cejas, el alfa jaguar alzó la mirada y contempló a su alrededor. Tan pronto como sus ojos recayeron en la apagada chimenea, sintió irritación consigo mismo por no haberse mantenido atento a esta.

—Espera aquí, bonito, iré a encender la chimenea —anunció, dejando con cuidado el pequeño cuerpo de su omega en el colchón.

Saliendo con cuidado del nido de su omega, Yoongi dejó una almohada entre los brazos de su cosita linda y se alejó.

Tan pronto como sus desnudos pies tocaron la fría madera del suelo, y su cuerpo fue expuesto al frío clima, Min maldijo por lo bajo y se apresuró a encender la chimenea, antes de colocarse algo de ropa junto a sus benditos calcetines y zapatos.

Sintiendo que aún no era demasiado cálido para su pollito, Yoongi fue a la otra sala y encendió la chimenea que se encontraba en su sala de estar.

Subiendo a su habitación, tomó una manta más gruesa que estaba sobre la cama, y sonrió enternecido cuando plumitas doradas cayeron al suelo ante el movimiento.

Bajando, fue a la sala en donde se encontraba su pollito y colocó la manta sobre su cuerpo, logrando que este soltara un pío feliz entre sus sueños.

Si no fuera porque tanto Jungkook como el médico que lo atendían, le habían advertido a Min que Jimin estaría buscando lugares más cálidos durante el último mes de su embarazo, Yoongi se habría preocupado de que su pollito siempre tuviera frío incluso antes de la llegada de invierno.

Quiéreme bonito, pío! 🐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora