Quiéreme bonito, pío! 🐥

Capítulo 41, pío! 🐥

Después de una cena algo silenciosa, pero tranquila, donde el silencio era más producto de ambas partes pensando en lo que había resultado el examen, Yoongi y Jimin se habían dirigido a la habitación para recostarse en la cama en el cual, el nido del omega seguía intacto.

Apegado al costado de su pareja, con su cabeza apoyada sobre su hombro, el cambiaformas pollito jugaba con una de las manos de su alfa, entrelazando y liberando sus dedos o simplemente midiendo la diferencias entre ambas, donde obviamente la suya era más pequeña.

Su mente, seguía vagando por el resultado del examen, perseguido por ese "positivo".

Por más que tenía la prueba de ello, seguía siendo algo difícil de creer para el omega.

Sí, en los últimos días se había hecho la idea y hasta tuvo fantasías con una familia imaginaria donde Yoongi y él tenían un bebé, pero del pensamiento al hecho, era una cosa diferente.

Si alguien le preguntara como se sentía, Jimin no podría expresarlo exactamente con palabras, porque se seguía sintiendo irreal, casi como si todo fuera un sueño.

Desde el mismo instante en Yoongi entrando en su vida, el descubrir que no era el único cambiaformas en el mundo y por supuesto, el que en su vientre estuviera esperando un bebé.

Tal vez fue algo tonto, pero el dulce omega no pudo evitar alzar una mano y pellizcar con fuerza uno de sus rellenos mofletes, hasta que un quejido de dolor se le escapó entre esos abultados labios de piquito.

—Bebé, ¿qué estás haciendo? —preguntó su alfa, corriendo su mano para sobar con cariño la mejilla lastimada—. ¿Por qué has hecho eso? —cuestionó curioso.

—Solo quería saber si estaba soñando todo esto o era real —explicó con un suspiro, restregando su cabeza en el hombro de su alfa.

—¿Un sueño? ¿Por qué creíste que era un sueño? —preguntó confundido.

—Yo solo... —suspiró un pío—. Es que, como pasé tanto tiempo creyendo que era la única persona que podía cambiar a un animal en el mundo, haberte encontrado, salir juntos y luego resultar estar embarazado, con la posibilidad de tener una familia contigo... Me hace pensar si estaré soñando todo esto —explicó.

—Entiendo, todo ha cambiado mucho para ti últimamente, ¿no? —expresó abrazándole con fuerza—. Y tampoco es como si estuviéramos avanzando a un ritmo lento —se lamentó.

—No, está bien, me alegra el tiempo en el que nos conocimos y juntamos —prometió—. Probablemente si no me hubieras dicho todo cuando lo hiciste, me habría llenado de angustia pensando cuándo terminaríamos y porque no te he dicho mi verdad y a la vez, me sentiría culpable por no contarte nada —expresó—. Solo... Sé que me hice la prueba y vimos juntos el resultado de este, aun así, no puedo evitar sentirla como... Irreal —explicó.

En silencio, el alfa jaguar deslizó una mano para colocarla cariñosamente en el estómago de su omega.

—Creo que es completamente normal que te sientas así, cariño —expresó—. Hace unos días yo te había dicho que no era posible que tuviéramos hijos juntos a menos que viéramos otros métodos, y casi al instante estábamos descubriendo que en realidad, si era una posibilidad, para luego descubrir que era un hecho —parpadeó—. Hasta a mí me toma por sorpresa todo y me deja como en blanco —confesó.

—Pero aunque me sienta así, el hecho de que un pequeño ser de los dos está creciendo en mi vientre es real —pronunció, observando sus manos unidas—. ¿Qué es lo que vamos a hacer? —preguntó finalmente el hombrecito.