Capítulo 23, pío! 🐥

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Tan pronto como Jimin salió del edificio, sonrió automáticamente al contemplar a su guapo vecino más que amigo, esperándole recargado frente a un auto, con dos vasos humeantes en sus manos.

Su pollito inmediatamente pio con la misma alegría de siempre tras ver a Yoongi, completamente recuperado de su resfriado gracias a los días en reposo más los cuidados de este.

Aunque no lo dijera en voz alta, el dulce omega había amado totalmente no estar solo aquellos días en los que apenas pudo moverse, fue bonito tener a su lado a una persona que realmente se preocupaba por él y que lo cuidara con tanto esmero.

Y a pesar de que su padre también lo hizo en su tiempo, y su hermano cada vez que lograba descubrirlo, con Yoongi se había sentido... Diferente.

Aunque muy bien podría tratarse de que un hombre apuesto estaba cuidado de él, uno que había estado besando su frente de vez en cuando, evitando hábilmente sus labios para su decepción.

—Buenos días —saludó tan pronto estuvo frente a Min.

—Buenos días, bonito —le sonrió el alfa y le entregó uno de los vasos—. ¿Es necesario que vayas a trabajar? —cuestionó de pronto.

Saboreando sus rellenos labios el delicioso café con leche, el hombrecito le observó con curiosidad.

—Ya estoy mejor gracias a tus cuidados —le recordó—. Mi licencia también terminó ya, es momento de volver.

Yoongi soltó un profundo suspiro mientras se enderezaba.

—Estoy seguro de que si le hablas a tu amigo, este te dejará quedarte un par de días más en casa —argumentó, abriéndole la puerta del auto.

—Pero ya estoy mejor gracias a ti, pío —insistió.

—Ayer estuviste tosiendo antes de irme —argumentó.

—Solo un poquito —reconoció, sentándose en el cómodo asiento—. Pero solo fue eso, no he tenido tos hoy —prometió, observando como Yoongi se inclinaba cerca y le colocaba el cinturón de seguridad antes de cerrar la puerta y rodear el auto.

—Aun así, yo te habría dado unos días más en casa para estar seguros —expresó tercamente, dejando su café en el portavaso antes de encender el auto.

—Eso sería un poquito exagerado —indicó con una pequeña risita—. Estoy bien gracias a tus cuidados, realmente no hay nada de qué preocuparse —aseguró.

Dándole una rápida mirada, el alfa soltó un profundo suspiro y volvió su atención al frente.

—Bien, supongo que tendré que buscar o esperar otra oportunidad para volver a ser tu guapo enfermero —comentó con una pequeña sonrisa ladina.

Ante sus palabras, el dulce pollito se quejó y evitó mirar a Yoongi mientras su rostro se consumía en un bonito sonrojo hasta sus orejas.

—¿Podemos olvidar que dije eso, pío? —pidió en un tono bajo y totalmente avergonzado.

—Nop —respondió el alfa alegremente—. Es bueno saber que pienses que soy guapo y un buen enfermero, el mejor halago proveniente de un hermoso chico que tiene título y todo —expresó sonriente.

—Por favor, déjalo —pidió, dejando su vaso vacío al lado del de Yoongi para colocar sus manos sobre su rostro.

—Lo siento, bonito, fue un maravilloso momento que no olvidaré nunca —declaró.

—Tenía fiebre y tus manos heladas tocando mi rostro se sentían bien —argumentó avergonzado.

—Está bien, dulce, no lo volveré a mencionar por hoy, pero eso no significa que lo olvidaré —expresó para la tranquilidad mental de Jimin.

Quiéreme bonito, pío! 🐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora