Capítulo 31, pío! 🐥

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Observando a su pareja tomarse la pastilla obedientemente, Yoongi revisó la hora en su teléfono antes de dejarlo sobre la pequeña mesita de noche e hizo un pequeño cálculo según las indicaciones que Jungkook le había dado.

La pastilla tardaría su media hora a una entera para surtir efecto realmente y luego tendría que darle otra en aproximadamente seis horas.

Con la medicina avanzando incluso entre el mundo de los cambiaformas, los supresores e inhibidores de aroma ya eran un hecho para ellos, pero la cosa era, que estos solo se podían encontrar en aquellos pueblos donde solamente los shifters vivían, no en ciudades y raramente en pueblos donde eran mitad y mitad.

Era por ello que era tan difícil de conseguir supresores, y siendo que eran diferentes tantos para omegas como para alfas debido a que el tiempo que duraba el calor de ambos, ya que se diferenciaba entre días e intensidad, los medicamentos de los alfas eran mucho más fuertes.

Y viviendo en la ciudad repleta de solo humanos, Jungkook y Namjoon habían cooperado con él dándole un supresor cada uno de su reserva especial, el cual debía de dividir en cuatro partes junto al suyo, lo que debería de alcanzar más o menos para cuando el celo de su dulce pollito estuviera en las últimas al menos.

Observando a su pareja volver a acurrucarse entre sus brazos mientras su naricita se empujaba en su cuello con insistencia, presionando y buscando de su aroma, el alfa tomó una decisión.

Acostarse junto a su omega y llenarlo de su aroma debería de ser suficiente como para que su hombrecito se calmara de momento.

Pero antes de que pudiera hablar para expresarla, su mente hizo un pequeño corte circuito al sentir a su pareja volver a restregarse contra él, más firme e insistente que en un principio.

—Dulce bebé —gimió Yoongi, sosteniendo a su pareja de la cintura con firmeza para detenerlo.

—Yoonie, no... Por favor —suplicó con un tono tan desesperado que obviamente, hizo reaccionar a su pareja.

—Cariño, no quiero que hagamos algo en esta situación y luego te arrepientas de ello —expresó con cariño.

—Pero quiero que me toques, pío —se quejó en un gimoteo—. Solo un poco, por favor, lo necesito —expresó, volviendo a intentar presionarse contra él.

Dudando, el alfa maldijo cuando sintió que el aroma de su pareja incrementaba, pero una manta triste comenzaba a cubrirlo al no darle lo que deseaba.

—Te ayudaré a llegar, pero es lo más lejos que iré hasta que me digas que puedes pensar correctamente y no sólo por el calor nublando tu mente, ¿de acuerdo? —expresó.

Su pequeño pollito asintió ansiosamente oculto en su cuello, apretándose más contra él.

Y aunque había sido bastante claro, Yoongi prefería una respuesta verbal.

Alzando una mano, tomó el rostro de su pareja y lo sacó de su escondite para apreciar aquellos bonitos ojos grises brillosos.

—¿Estás de acuerdo? —volvió a preguntar, observando a su omega recargarse en su mano, casi derritiéndose contra ella.

—Sí, pío, por favor —pidió, observándole directamente.

—Eso es, bonito —le sonrió y se inclinó más cerca para besar sus labios entreabiertos.

Probando las aguas, Min sacó su lengua y lamió suavemente el relleno labio inferior de su pollito, quien gimoteó en respuesta y los abrió un poco más a la espera.

Satisfecho de ver a su pareja tan receptiva, el alfa jaguar se entretuvo lamiendo, succionando y mordiendo juguetonamente esos gorditos labios rellenos, tan suaves y dulces como un algodón de azúcar.

Quiéreme bonito, pío! 🐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora