Capítulo 51, pío! 🐥

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Contemplando el paisaje de un denso bosque a través de la ventana, Jimin soltó un suspiro y subió sus piernas para rodearlas con sus brazos, soltando un pequeño pío lamentable que evocaba lo mal que se sentía junto a su pollito.

En tan solo una llamada, muchas cosas se habían revelado sin intención para este dulce omega.

Comenzando por su madre no siendo la verdadera.

SeokJin siendo solo su medio hermano.

Su padre teniéndolo él mismo con otra persona.

Era... Mucho en lo que pensar.

Lamentaba la situación de su padre, ahora que conocía más sobre el mundo en el que ellos vivían, podía entender por qué podría haber dejado a Hye-Sung.

Lo que tenía con Yoongi, era algo que no podía ser reemplazado ni ignorado, si su padre hubiera intentado luchar contra el sentimiento por el bien de SeokJin, ni siquiera eso logró que pudiera unirse con su verdadera pareja.

Su madre debió de haber sufrido en ese momento también, pero en su mundo, el encontrar a su pareja lo era todo.

Solo... Tenía curiosidad por saber qué es lo que había ocurrido con la pareja que tuvo su padre, su otro papá.

¿Quién era? ¿Dónde estaba? ¿Lo quería? ¿Murió al igual que su padre? ¿Por qué les dejó ir?

Eran unas dudas que rondaban en su mente.

Y si lo pensaba, según todo lo que le había contado Yoongi respecto a su mundo, en lo único que podía pensar, es que su otro padre debió de haber muerto.

Era la única posibilidad que aparecía en su mente como para que un alfa simplemente dejara ir a su omega e hijo.

Lo cual... Explicaba también otras cosas, como por ejemplo... La marca en el cuello de su padre desapareciendo.

Como su papá nunca le explicó sobre esa parte de su mundo, Jimin nunca entendió el significado de aquella marca, él solo asumió que era parte de su padre y que desaparecía con el pasar del tiempo debido a la enfermedad que lo consumía.

Pero ahora que sabía toda la verdad y lo que significó aquella marca para su padre, le dolía pensar en todo lo que había tenido que sufrir ante la pérdida de su pareja, y agradecía el haber durado lo suficiente como para que él pudiera valerse por sí mismo antes de dejar el mundo.

Con su madre... O madrastra, tenía unos sentimientos encontrados.

Por una parte, agradecía que los hubiera recibido a ambos y ayudara tanto a su padre, eso hablaba de todo el amor que seguía sintiendo por él a pesar de todo, pero a la vez...

Finalmente podía comprender la diferencia en el trato entre SeokJin y él, y eso... Le dolía, porque le hacía pensar que a pesar de todo, nunca le vio como un hijo más para ella, solo la carga que su padre había traído con él.

Ahora, lo que había excusado con preocupación, no creía que fuera nada más que... Maldad.

Sus palabras hirientes, sus comentarios despectivos, su trato distante y opresivo.

Siempre hubo una diferencia entre su hermano y él, pero nunca imaginó que podría haber sido por ello, debido a que él no era su hijo como Jin.

Ahora había tantas cosas que tenían sentido que era doloroso de solo pensarlo.

Soltando otro suspiro, el dulce pollito parpadeó cuando un repentino bowl fue colocado frente a él.

—Es helado de chocolate y fresa con chispita de chocolate y algunas galletas para untar —anunció su alfa—. No conozco una mejor forma para animar a otra persona más que esta —expresó, tomando asiento a su lado en el sofá.

Quiéreme bonito, pío! 🐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora