Caminando por los pasillos del hospital, el dulce enfermero casi arrastraba sus pies con cada paso que daba.
Había sido una tarde horriblemente larga para este pollito.
No sólo había tenido que soportar las malas miradas que le habían dedicado algunos compañeros que fueron expuestos por el doctor Jeon al acusar a su jefa, sino que también tuvo que lidiar con los comentarios malvados de Ye-rim cada vez que se encontraba con ella en los pasillos, y trabajando en el mismo hospital, por supuesto que se encontraron más de una vez.
Y como si eso no fuera suficiente para el pollito omega, el ahora trabajar con Jungkook no lo liberaba completamente de sus otras responsabilidades como enfermero, por lo que, en cuanto se había reportado ayuda en la sala de emergencia por un múltiple accidente de tránsito, a Jimin le había tocado acudir también y ayudar en todo lo posible.
Y aunque no se desmayaba exactamente cada vez que veía sangre, si la apreciaba especialmente en una herida abierta, era otro asunto, por lo que sí había sido demasiado difícil para él estar ahí.
Prácticamente había tenido que cerrar sus ojos cada vez que pasaba por una camilla y mantener su mirada fija en el suelo mientras corría de un lado para otro, entregando todo lo que los médicos le pedían.
Si no podía ayudar tratando directamente una herida como otros enfermeros, lo menos que podía hacer era aquello, ¿no?
Soltando un pesado suspiro, Jimin finalmente entró en la sala donde estaban los casilleros y fue directamente al suyo.
Abriendo la puerta, el shifter pollito parpadeó un par de veces mientras contemplaba las dos bolsas blancas con el eslogan de las hamburguesas favoritas de Taehyung.
Taehyung, su paciente que le había rogado por una.
Las mismas hamburguesas que había conseguido para ellos antes de que el caos estallara en la sala de emergencia.
—¡Taehyung! —exclamó de pronto, recordando con culpa como le había prometido a su amigo llevarle una de sus hamburguesas favoritas a escondidas.
Con todas las cosas que habían transcurrido en la tarde, lo había olvidado completamente.
—Soy el peor amigo enfermero del mundo —se quejó bajito.
Revisando la hora, sus gruesos labios se torcieron al comprobar que su turno debió de haber acabado hacía un par de horas, y como si eso no fuera suficiente, si no se apresuraba, iba a perder su autobús y tendría que esperar otra media hora a que pasara el otro.
—Hoy no es nuestro día, pío —suspiró con cansancio.
En su mente, su pollito pió mientras le enviaba su deseo por volver a casa y acurrucarse en su nido para dormir unas largas horas necesarias.
Justamente, lo que necesitaba en ese momento.
Quitándose su uniforme, el dulce omega se cambió de ropa con su movimientos lentos y mantuvo su identificación colgando en su cuello antes de agarrar su mochila.
Abriéndola, metió una de las bolsas blancas en el interior y luego la colgó sobre su espalda.
Tomando la otra bolsa, cerró su casillero y salió.
Sintiendo su estómago quejarse en hambre, abrió la bolsa en su mano y observó el interior, encontrándose con una maravillosa promoción de hamburguesa, papas fritas junto a una botella de gaseosa.
Lamiendo sus labios, el omega sacó sus papitas fritas, dejando su hamburguesa para cuando llegara a su casa y comenzó a comer, calmando un poco el hambre.
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Quiéreme bonito, pío! 🐥
FanficComo un cambiaformas pollito que vive solo entre humanos sin poder cambiar, Park Jimin tiene las cosas un poco difíciles. Habiendo vivido prácticamente toda su vida en la ciudad, lejos del mundo de los cambiaformas y todo lo que respecta a este, pa...