Capítulo 22, pío! 🐥

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Entrando en el estacionamiento en la parte trasera de su edificio departamental, el alfa Min buscó un lugar disponible y aparcó.

Apagando el motor, cogió las bolsas de sus compras de los asientos traseros y se bajó del automóvil, maldiciendo un poco al ver que se había tardado más de lo esperado.

En realidad, no se había demorado más de media hora o menos en ir al supermercado más cercano y luego volver con todas las compras, pero tan solo el hecho de salir y haber dejado a su dulce pollito enfermo por todo ese tiempo, le dejaba un amargo sabor de boca.

Había sido esa también la razón por la cual Yoongi aprovechó de comprar absolutamente todo lo que había creído necesario que su pareja podría o no necesitar, sí, se demoró un poco más con ello, pero ahora gracias a eso no tendría que salir nuevamente en la búsqueda de otra cosa.

Se había retrasado también un poco mientras intentaba decidir qué debería de prepararle a su omega y que además no le caería mal a su estómago, teniendo cuidado de su dieta, sus gustos y no repitiéndose siempre con un caldo simple, pero al ver que su indecisión lo estaba retrasando, simplemente lo dejó de lado y prosiguió a comprar de todo.

Ahora, solo le tocaba averiguar qué debería de cocinarle a su dulce pareja, pero bien podría preguntarle qué es lo que deseaba almorzar.

Entrando en el edificio, como siempre pasó sin ningún problema ante el desinteresado empleado que "cuidaba" la entrada y fue directamente al ascensor.

—Tal vez debería de convencerlo de ir a mi departamento —pensó mientras observaba los números en la parte superior de las puertas cambiar a medida que subía.

Pero así como lo pensó, inmediatamente descartó el pensamiento.

Considerando la adorable cosita dulce y tímida que era su pollito, este no querría salir de su departamento para ir al suyo, a pesar de la miniatura en la que vivía.

Sí, para alguien soltero y pequeño como su omega, era un lugar aceptable, pero aun así, había visto lugares pequeños donde la mayoría de la casa no se encontraba en una sola habitación, con suerte el dormitorio y el baño estaban aparte.

Y la habitación, solo se veía un poco más amplia simplemente por el hecho de que su pareja había sacado su cama y había transformado en una el amplio alfeizar de la ventana, el cual estaba seguro de que antes había actuado como un simple lugar para sentarse a observar por la ventana o leer un libro.

Su departamento era fácilmente tres veces más grande que el de su dulce pollito, lo cual... Probablemente solo pondría más incómodo e inseguro a Jimin.

—Aha... Olvidémoslo —descartó bajándose del ascensor tan pronto como las puertas se abrieron ante él.

Dirigiéndose al departamento de su pareja, se detuvo frente a su puerta y colocó todas las bolsas en una sola mano para buscar en sus bolsillos la llave que había sacado de su omega antes de irse.

Tomando las llaves, se detuvo a sí mismo cuando escuchó una voz desconocida proveniente del interior.

Frunciendo el ceño, inmediatamente tanto su jaguar como él, se pusieron en alerta y se concentraron en la conversación.

Lo primero que reconoció, fue que la otra voz se trataba de una mujer.

Y a pesar de que no sabía quién era exactamente, el alfa ya podía decir que estaba odiando la mujer ante su burlesco tono de voz y las crueles palabras que estaba diciendo.

¿Cómo era posible que realmente pudiera existir en el mundo alguien que fuera malo con un pollito tan dulce como Jimin?

Burlándose de él por algo que no podía controlar como estar resfriado o por no ir a trabajar.

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