Jimin despertó agitadamente, con su pecho subiendo y bajando sin control, mientras sus ojos parpadeaban rápidamente, intentando acostumbrarse a su habitación con escasa iluminación producto de la cortina semi corrida y su lámpara de noche en su pequeña mesita al lado de la cama.
Tragando, lamió sus labios y temerosamente, alzó las mantas para observar como su entrepierna se alzaba vergonzosamente en su pantalón corto, formando una gran mancha de humedad.
Y a pesar de que sabía ciertamente que no se había venido en su sueño otra vez, sí reunió suficiente pre-semen con su sueño erótico para formar dicha mancha de humedad.
Soltando un dulce pío estrangulado, giró su cabeza y se encontró con esos singulares ojos intensos observándole fijamente con una gran sonrisa satisfecha.
—Yoonie —gimió, estremeciéndose mientras veía esa traviesa lengua aparecer entre esos delgados labios y luego recorrerlos lentamente.
—Hueles increíble, bonito —expresó cerrando sus ojos mientras tomaba una profunda respiración—. Es una combinación de tu delicioso aroma dulce frutal, sudor y semen —ronroneó y posó su mirada sobre él—. ¿Qué estabas soñando, mi hermoso pollito? —preguntó con una gran sonrisa de encías.
Piando, Jimin realmente quiso esconderse completamente avergonzado, porque estaba seguro de que su pareja sabía perfectamente lo que había estado soñando, pero... Había algo en él que a la vez, no le permitía esconderse, no quería, mejor dicho.
Su pollito que siempre estaba ansioso y nervioso de la atención de otros, en ese momento no podía rebosar de más felicidad por tener la atención de su... Alfa.
Extraño, el dulce omega nunca había pensado en esa palabra más que en ese momento, pero cada vez que observaba a Yoongi, ese era el pensamiento que su pollito le enviaba con fuerza.
"Alfa. Nuestro. Pareja, Alfa. Pío"
Y en vez de sentirlo raro, el hombrecito no podía pensar nada más que era un sentimiento correcto al respecto cada vez que contemplaba a su pareja.
Una confianza que nunca había tenido con sus otros seres queridos apareció en él y simplemente se asentó.
Había una línea que Jimin nunca se atrevió a cruzar más que con su padre, porque este al ser igual que él, lo entendía perfectamente, pero en ese momento, el dulce omega había más que cruzado ese límite con Yoongi, instintivamente dándole una confianza mucho más grande que con la que le tenía a su padre.
Y eso... Se sentía bien.
Había una extraña sensación de paz en ello, sabiendo, que sin importar lo que le mostrara a su pareja, su alfa, este le aceptaría.
Sus pensamientos eran un poco extraños en ese momento, podía saber que era él mismo, pero a la vez, pensamientos y sentimientos de su pollito fluían libremente en él, siendo otra parte suya con la cual tanto le costaba conectar.
Y dicha confianza de su pollito, igualaba la suya hasta el punto en que... Su timidez parecía esconderse con Yoongi.
—Hey, bebé, pareces estar un poco perdido ahí —pronunció Yoongi, abandonando todo tono y expresión coqueta para observarle algo preocupado.
—Estoy bien, pío —respondió, girando su cuerpo para enfrentar a su pareja, soltando un dulce gemido en el proceso al sentir que su ropa presionaba en su sensible erección dura.
—¿Seguro? ¿La pastilla aún no ha hecho efecto? —preguntó con el ceño fruncido—. A estas alturas debió de haberlo hecho ya —expresó.
Alzando una mano, el rubio omega empujó con su dedo índice entre las dos cejas, borrando ese ceño fruncido.
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Quiéreme bonito, pío! 🐥
أدب الهواةComo un cambiaformas pollito que vive solo entre humanos sin poder cambiar, Park Jimin tiene las cosas un poco difíciles. Habiendo vivido prácticamente toda su vida en la ciudad, lejos del mundo de los cambiaformas y todo lo que respecta a este, pa...