Acostado en su nido que había armado con las prendas de ropa que más impregnadas se encontraban del delicioso aroma de su alfa, un tierno pollito admiraba la fotografía de la ecografía de su bebé en el teléfono de su pareja.
Podían haber pasado segundos, minutos y horas contemplándola, y Jimin simplemente no se aburría de observar la pequeña figurita tan perfecta.
—¿Qué serás pequeño? ¿Un pollito como papi Minnie o un gatito negro como papá Yoonie? —murmuró, acariciando con su dedo la pantalla.
Soltando una risita cuando la imagen cambió ante el movimiento, Jimin retrocedió, volviendo a colocar la fotografía de su bebé, sintiendo a su pollito piar emocionado por haber tenido más información de su bebé.
Era increíble como solo unas demás atrás, le asustaba un poco la idea de tener otra vida en su cuerpo, en su vientre, pero en ese momento, no podía estar más emocionado al respecto.
—Ya volví, pollito —anunció su pareja, entrando en su habitación con una bandeja llena de comida ligera.
—Te dije que podía bajar, Yoonie —expresó el omega tras contemplar a su pareja.
—Y yo respondí que no era necesario —le sonrió, colocando con cuidado la bandeja en la cama—. He traído algo para que recuperes lo que arrojaste durante la mañana y en el auto —expresó.
De forma instintiva, la nariz del rubio omega se arrugó de solo pensar en comer algo, sintiendo ya como su estómago se revolvía.
—Tranquilo, solo son cosas livianas para picar y por supuesto, el bendito té que te recomendó —anunció su alfa, señalando la taza—. Aunque no estoy realmente seguro de que pueda ayudar, pero no soy médico —expresó con sus cejas fruncidas.
—He visto a médicos recetar algo parecido a las mujeres embarazadas cuando los síntomas son fuertes, supuestamente como son naturales no dañan al pequeño, pero no sé si funcionará de la misma forma en nosotros como cambiaformas —explicó Jimin, observando con tentación unos trocitos de queso picado en cuadraditos.
—Supongo que es hora de llamar a Jungkook —anunció Yoongi, tomando un trozo de queso para empujarlo entre esos labios rellenos.
Abriendo la boca, el omega recibió el queso y masticó lentamente. Cuando lo tragó y nada sucedió, sonrió y tomó otro más.
—¿No vas a comer? —preguntó, observándole.
—No soy yo quien necesita poner algo de comida en su estómago—indicó su alfa, tomando su teléfono de vuelta.
—No se siente bien comer solo —refunfuñó Jimin, empujando un trozo de fresa en los labios de su pareja.
Cuando contempló el brillo travieso en los ojos de su alfa, el dulce pollito intentó retroceder su mano, pero por supuesto que su pareja fue más rápida y con un agarre suave la tomó y la empujó cerca de sus labios otra vez.
Capturando la fresa, mordió juguetonamente la punta de sus dedos.
—Yoonie... —pronunció en una exhalación, viéndolo con grandes ojos.
Sonriendo ladino, Min deslizó su lengua por los dedos que habían sostenido la fruta, limpiando cada rastro que la fresa pudo haber dejado.
—Dulce, pero preferiría probar la siguiente de tu boca —anunció como si nada.
—No estás jugando justo, gatito —se quejó el dulce omega con un adorable sonrojo furioso en su rostro que causó una risa retumbante en su pareja.
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Quiéreme bonito, pío! 🐥
FanfictionComo un cambiaformas pollito que vive solo entre humanos sin poder cambiar, Park Jimin tiene las cosas un poco difíciles. Habiendo vivido prácticamente toda su vida en la ciudad, lejos del mundo de los cambiaformas y todo lo que respecta a este, pa...