Amelie.4 de diciembre,2015.
—¿Crees que llueva como lo dice el pronóstico?
—si lo creo, el clima a estado un poco extraño—le respondí.
—lo mejor será no salir de casa.
—solo espero que no haya algún problema eléctrico, con eso de que la tormenta estará fuertísima.
—Espero lo mismo.
—le tengo temor a la oscuridad.
—a una de mis hermanas le pasaba, te Ia que dormir con las luces encendidas.
—yo no apagó las luces, nunca.
Mire la hora 16:30pm aún falta para salir así que fui y me tiré boca abajo en el sofá.
—¿Agotada?
—como no tienes idea.
Mikael se sentó al lado de mis piernas y empezó a masajear mi espalda con manos expertas.
Un sonido de satisfacción salió de mi cuando alivio uno de los músculos que más tensos tenía.
—Mikael....
—¿Umm?
—¿Tu quieres tener sexo conmigo?—sus manos se detuvieron, me removí para que continuará pero no lo hizo.
—Violet, siéntate y mírame.
Con pereza lo hice, el cansancio me hacía decir las cosas son filtro, mi yo cansada era peor que mi yo ebria.
Era como si se me apagaran mis neuronas
—¿Umm?
—No puedes preguntar eso así, no puedes decir cosas como esas y esperar que no reaccioné, ¿Quiero abrazarte?, si, ¿ besarte?, mucho, ¿Tocarte?, bastante, ¿tener sexo contigo? Como no tienes idea.
—te deseo más de lo que alguna vez he llegado a desear a alguien Mikael, pero no me siento lista para tener sexo.
—Vamos a tu ritmo, Violet, tu mandas.
5 de diciembre, 2015.
Era sábado por la noche,Raiza tenía el fin de semana libre, los niños y yo teníamos nuestra noche ocupada en algo sumamente importante como lo era ver Madagascar, comer galletas de naranja y Hamburguesas.
Íbamos a salir al centro comercia, sin embargo, la lluvia no nos dejo.
Mire hacia afuera donde la tormenta escalaba de nivel cada vez más.
La terraza y los balcones estarian hechos un completo desastre mañana por la mañana.
Iban a ser la 12 cuando mandé al los niños a cepillarse los dientes, se quejaron pero aun así obedecieron.
Me quedé mirando el pasillo en donde los tres habían desaparecido, igual que la mayoría de las noches de películas llevábamos pijamas a juego.
Las de hoy eran ligeras ya que subimos la calefacción por culpa de la lluvia.
Las de los chico consistía en pantalones azules con estrellas y suéters blancos. Los de Adhara y míos eran iguales pero los nuestros eran short y franelas de tirantes.
Fui a arropar a los niños y darles un beso de buenas noches, luego fui a la habitación e hice lo mismo.
No tardaron en quedarse dormidos.
Acomode la sala, lave los platos,limpie las encimeras,quite el polvo y rocíe aromatizante.
Ordené todo.
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𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐞𝐥 𝐜𝐢𝐞𝐥𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞𝐥𝐥𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬
Random𝐀𝐦𝐞𝐥𝐢𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐭𝐫𝐞𝐬 𝐫𝐞𝐠𝐥𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝐬𝐮 𝐯𝐢𝐝𝐚, 𝐞𝐬𝐭𝐚́𝐬 𝐚 𝐥𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐬𝐨𝐧 𝐬𝐮𝐬 𝐩𝐫𝐢𝐨𝐫𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬. 𝐍𝐮́𝐦𝐞𝐫𝐨 𝐮𝐧𝐨, 𝐜𝐮𝐢𝐝𝐚𝐫 𝐚 𝐀𝐝𝐡𝐚𝐫𝐚, 𝐃𝐚𝐫𝐞𝐧 𝐲 𝐃𝐚𝐫𝐞𝐤. 𝐍𝐮́𝐦𝐞𝐫𝐨 𝐝𝐨𝐬, 𝐚𝐦𝐚𝐫 𝐚 𝐀𝐝𝐡...