Capitulo 24|

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“Ella no siempre fue así, antes regalaba sin más sus sonrisas, ahora las dosifica; Pero no es mala, solo tiene en remojo su oscuridad hasta que vuelva a ser luz”

~Un poeta sin musa.

Amelie.

Me senté en el sofá luego de haber estado caminando de un lado a otro por más de una hora, me era imposible quedarme quieta, no sabía cómo esto habia sucedido, Jeremy acababa de entrar despues de haberse ido al pasillo a responder una llamada.

—No hay nada—Dios—quien sea que esté dejando las notas sabe lo que hace, las cámaras están congeladas en la misma imagen, los sensores de las escaleras están desactivados, en la cámara de adentro solo se ve la sombra, busque huella en la parte de abajo de la puerta pero no hay nada,el sobre tampoco los tiene, la nota es impresa, el papel se puede comprar en cualquier papelería, no hay nada rastreable—explicó, frote mi rostro intentando espabilarme un poco, ya estaba amaneciendo y no había dormido nada.

La pelirroja que llegó con Jeremy me tendió una taza de café que acepte de inmediato.

—Es él , Jeremy, estoy segura—le dije.

—Amelie, han pasado casi ocho años, no creo que sea la misma persona, quizás sea un admirador o...

—Jeremy—Lo cortó la pelirroja con molestia.

—No te metas—le hablo este con advertencia.

—Te creo, si tú dices que es él, entonces es él—Me dice, Tuve que explicar un poco para que entendiera porque estaba tan segura y aún así Jeremy duda,sin embargo ella no—triplicaremos tu seguridad con una condición.

—Es la seguridad de mis hijos lo que puede estar en juego, le vendería mi alma al diablo con tal de protegerlos—No era mentira, mis hijos, su vida, salud y seguridad siempre iría delante de todo,incluso por delante de mí.

—Te entiendo pero no es muy legal mi proceder.

—¿Lo ilegal va a poner en riesgo de alguna manera a mis hijos?

—No.

—Entro.

—Maldita sea—musito Jeremy enojado.

—Tendras un chófer que será tu guardaespaldas, tus hijos tendrán cinco.

—con cinco me basta.

—cada uno —mis cejas se alzaron con sorpresa pero no me quejé, mientras más mejor—De las cámaras y el apartamento se encarga Jeremy, sin embargo abajo siempre estarán los hombres en caso de cualquier cosa, seguridad las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana, solo se retirarán cuando tú lo pidas o cuando yo lo vea necesario.

—Solo fue una carta, no un atentado—intervino Jeremy, hablaba como si estuvieramos exagerando pero no lo hacíamos.

—Tu no lo entiendes, Jeremy, no lo haces, no es sólo una carta es lo que significa para mí, el tiempo está corriendo y nadie en mi vida me llama preciosa solo él lo hizo, tu me viste, viste como rompió mi espíritu en solo un par de días, me daño y casi me mata. No dejaré que se acerque a mis hijos, a mi me puede hacer lo que el quiera pero a mis hijos nadie los toca—mi voz sonó firme, fria y sin un poco de vacilación.

—Amelie no tenemos ni idea de quién puede ser, ni siquiera una característica, no tenemos nada.

—¿Y por eso vas a dar todo por sentado?

—Jeremy, deberías ir a hablar con Raiza y explicarle la situación.

—Gi...

—Vete, ahora—no le hizo caso pero retrocedió y se quedó callado.

𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐞𝐥 𝐜𝐢𝐞𝐥𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞𝐥𝐥𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora