Capitulo 41|

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14 de abril, 2016

Mikael.

Todo era un caos cuando llegue, los reporteros, mi familia, mi hermana, mi...

Todo.

Absolutamente. Todo.

Estaba por tomar las riendas ya que mi padre estaba incapaz de hacer algo, su preocupación por Daily lo tenía gritándole al personal medico mientras mi madre le pedía que se tranquilizara.

Samara estaba con Hilary, Mikel estaba localizando a la familia de nuestro cuñado y Amber....

Amber apareció con Valentino-El asistente de mi padre.

-Valentino, que bueno verte, necesito un par de cosas-Le comenté apenas llegó a mí.

-Lo escucho, señor.

-Comunicate con nuestro servicio funerario, intenta llamar a una floristería, avisa a la iglesia y al padre Sotelo para el funeral, dile que se hará dentro de dos días, máximo tres...

-Señor, ya lo hice.

-¿En serio?, bueno, veo que ya conoces el proceder de la familia.

-No, señor, la señorita Amber me ordenó todo hace una hora.

Mire a mí hermana, estaba sin maquillaje y con ropa que nunca usaría de estar bien.

La entendía yo estaba con la mitad del pijama aún puesto.

-Muchas gracias, Valentino. Por favor, dentro de un par de horas tráele algo de desayuno a mi padre y mamá.

Me despedí con un ligero movimiento de cabeza y pasé mi brazo por encima del hombro de Amber.

Ella no se inmutó ante el movimiento, simplemente me siguió.

Camine por los pasillos hasta ver una puerta de algo que parecía ser un armario de suministros.

-Ella no va a soportarlo-Murmuro en voz muy baja.

Si no estuviera tan cerca de ella no la habría escuchado.

-Lo hará.

-Ella lo amaba.

-Ella lo ama, y quizás lo haga siempre, pero seguirá, por sus hijas.

Ella seguirá, por sus hijas.

Así como Violet lo hizo.

-¿Tu lo harías?

-¿Hacer qué?

-¿Si ella muriera podrías seguir?-Me tensé, lo sabía, claro que lo sabía.

No sabía quien se lo había dicho, probablemente Daily, pero ella sabía de Violet.

-Si-mentí.

-Sigue omitiendo información porque como mentiroso eres terrible.

-Amber...

-Diselo, Díselo antes de que sea tarde.

-Estoy terminando con esto, quiero estar libre de todo cuando lo haga.

-Se va a enterar.

-Ruego a Dios que no lo haga.

Ella suspiro, me miró resignada, sus ojos grises idénticos a los míos, enmarcados por su cabello cobrizo-¿La quieres?

-La amo, estoy enamorado de ella.

-¿Ella lo sabe?

-Aun no se lo he dicho pero se lo he demostrado.

𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐞𝐥 𝐜𝐢𝐞𝐥𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞𝐥𝐥𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora