𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐞𝐥 𝐜𝐢𝐞𝐥𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞𝐥𝐥𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬

Capitulo 32|

14 de diciembre, 2015.

—¡LUUUUUZZZZZZ!.

—Dios dame paciencia que si me das fuerza yo lo mato.

—¡Alexander la autorización!.

—Jimena te dije que era dorado, rojo y blanco, no dorado, plateado y blanco.

—¡¿Quién puso almendras en el menú?

—¿Yo tengo que ir?

—¡LUUUUUUZZZZZZ!

—¡¿QUE?!

—¡¿Quién carajos encargo una escultura de hielo?!

Mire de un lado a otro por la sala de reuniones, sala de organización, de desorden o familiar, no sabia que nombre darle hoy, estaba tan llena y eso que se supone que estás tienen capacidad para 30 personas.

Pero estaban todos y habían telas, copas, tablets, laptop, bolsos, carriolas, papeles, pizarras..

Y casi toda la familia, cuando dijeron comité navideño general no esperaba esto sinceramente, pensé que sería algo más tranquilo.

Mire a mi trío y me encogí de hombros, ellos se miraron e hicieron lo mismo antes de entrar.

Estaban las gemelas—Naomy y noely—Alana, Zeck, Eda, Nastya, Luz, Celeste —la ayudante de Luz—Sebastián, Laila —la prima recién llegada al país de Sebastián—Ashley, Vic, Alejandro, Camila, victoria, Alexander, una Jimena muy embarazada, Alaric, Angelo, André, Caleb ,Adam, Ross, Aidan, mis trillizos, Jeremy, Mikael y Cole.

—¡No es navideño sin rojo en ello, jimena!

—¡¿Por qué demonios no se han entregado las invitaciones?!—Esa fue Camila estupefacta por el nivel de retraso que teníamos.

—¡¿QUIEN APAGO EL AIRE ACONDICIONADO?!

—¡ALEXANDER, MANDA LA AUTORIZACIÓN!

—¿Les respondió la florista?

Todo era un caos, Luz, Jimena, Ashley, Alexander y André se gritaban preguntas y órdenes a diestra y siniestra, el resto susurraba, se pasaban papeles y anotaban.

—¡CAAAAALLENSE!—Mi gritó se escuchó en toda la habitación todos callaron.

—El caterin...

—¡Yo estoy diciendo que se callen!, ¡Callate Alexander!—tanta bulla me aturdió rápidamente —¿Acaso somos el comité de fiesta de graduación o qué?, porque ni allí escuche tantos gritos como aquí.

—Porque no fuiste la organizadora Amelie.

—Ashley, los gritos los dabas tu nada más, así que calladita te ves más bonita.

—No se que pasó, ni como es posible que se les olvidará organizar esto.

Mis hermanos se giraron hacia Luz casi de forma sincronizada.

—A mí no me miren, si se les olvida intento tener una vida fuera del trabajo lo que incluye no llevar trabajo a mi apartamento por lo menos tres días de la semana, llevo 10 agendas y soy asistente personal de 11 de ustedes, si no fuera por celeste ni siquiera me hubiera acordado.

—No puedo discutirte nada luz, ¿Quieres otra asistente?—le pregunto Alejandro con calma.

—Por ahora estamos cubiertos, pregunta el mes que viene.

Luz era el único miembro de la empresa que valía su peso en oro.

Estaba casi seguro que si se volvía a ir mis hermanos le rogaría de rodillas que regresara.