Capítulo 19: Bienvenidos a Canadá

2 1 0
                                    

Por la mañana, fue cuando de alguna forma conecté, por decirlo de alguna forma, con Zoel; desde que vi a Jake en la camilla, vi a aquel hombre y vi esas acciones; me quedó claro una cosa, debo ir a por respuestas, pero, esas respuestas las tengo que ir a buscar yo.

Necessito respuestas, esto es un hecho, lamentablemente, solo hay un sitio donde las puedo encontrar, un lugar, que aunque me pese mucho, si quiero continuar viviendo con tranquilidad, necesito ayuda.

Decidí ir a buscarlas; me pasé lo que me quedó de dia, yendo en autobús hasta Canadá; ahora mismo, estoy sentada en una plaza cerca del inicio del bosque, estoy esperando a que se haga de noche, esto es imprudente, aún así, voy a intentarlo hacerlo lo más disimulado posible.

Espero y espero, pero aún es medio dia; lo primero que hice cuando, salí del trance ese raro, fue coger el bus; fallo mío, debí haber visto los horarios para planearme mejor. Esta noche será movidita; lo presiento, aunque tengo una lista de los sitios que quiero ver; entre ellos, está, el hospital, la casa de Zoel y, si puedo el mercado; también quiero intentar buscar el edificio destruido en el que aparecía.

(...)

Cuando el sol se pone del todo, sé que es hora de actuar, las sombras y los sonidos de la noche estan a mi favor, poco a poco voy entrando a las afueras del bosque, estoy entrando en un lugar, que tanto por el dia como por la noche es precioso; por el dia, el sol ilumina los verdad y sanos arboles, que se reflejan en los lagos cristalinos.

Por la noche, la luna también refleja los arboles en el lago, pero los toques oscuros le da un toque mágico, sobre todo, si tienes la suerte de ir cuando la luna esta en lo alto de todo y se ve reflejada en el agua, además, puedes ver a los animales algunos duermen, y son muy monos, otros estan despiertos, y pueden dar mal royo, hay de todo.

Cuando ya estoy algo lejos, me preparo para transformarme, no me apetece recorrerme, aproximadamente 414 millones de hectáreas de bosque caminando, es muchísimo, pero creo que volando se puede conseguir, ya que tengo más visual.

Agito las alas, y en cuestión de segundos entro en el corazón del bosque, además, me siento liberada, volar por encima de la naturaleza, observándolo todo, sin duda es mi sensación favorita, que sin pensármelo dos veces, no cambiaria por nada ni nadie.

Estoy en el aire mucho tiempo, buscando algún tipo de poblado, encuentro algo, pero no es el que estaba buscando. Intento pensar en algunas descripciones; el hospital, el pueblo raro este; Heirs, que esta cerca del asentamiento, creo que se cual es.

cambio de rumbo y me dirijo hacia el norte, allí las temperaturas, en un dia bueno pueden llegar a los 9 grados, es un sitio muy frio donde si eres un gran amante, como yo, de las autoras boreales estas de suerte, porque casi siempre hay. No he ido a verlas, pero, si los reportajes no me engañan debe ser espectacular.

Me vuelvo a concentrar en encontrar el pueblo, ya no puede estar muy lejos, efectivamente no me equivocaba; al fondo veo luces indicándome que estoy apunto de llegar, desciendo con las alas en las afueras del pueblo, no me apetece llamar mucho la atención, me transformo y empiezo a caminar, en pocos minutos ya estoy dentro del pueblo, pensando en cual va a ser mi siguiente paso.

Según escuche, su lugar de vivir, esta cerca de donde yo estoy, por ello, tengo los 5 sentidos al máximo y estoy más atenta de lo normal a todo mi alrededor, ahora mismo si alguien se acercara por la espalda lo notaria y lo podria evitar.

Decido explorar un poco el interior del pueblo, con algo de suerte me encontrare algún bar y podre escuchar la conversación de algún sobrenatural que viva allí y este indicando como llegar, la parte buena de esto, es que la gente no se lo termina de creer esto de los seres sobrenaturales, por ello, sabemos que será imposible, o prácticamente lo será, que lo encuentren.

Finalmente, me encuentro con el bar del pueblo, y por la cantidad de gente que hay me da la sensación de que es el único que hay en un buen radio de distancia, cojo aire muy fuerte, relajándome; no lo consigo, se nota mi nerviosismo y mi incomodidad a kilómetros y eso es mala señal, los hombres lobo, lo pueden detectar.

Me obligo a relajarme, debo estar concentrada para que no me pillen, finalmente lo consigo entro segura de mi misma sin miedo ¿Cómo lo hice? ni maldita idea, pero ese no es el caso, me siento en una mesa y me pido un refresco, no me apetece pero es para no desencajar.

Cuando me lo traen, también me ponen un posavasos que pone "Bienvenidos a Canadá" es necesario reírme, me bebo poco a poco mi refresco, mientras que intento escuchar las conversaciones que estan teniendo la gente, aviso, solo escucho las que me interesan, las que no, paso de largo.

Estoy rodeada de seres sobrenaturales y ninguno dice nada sobre el pueblo, estoy realmente sorprendida, hay gente que traiciona a su especie contándole a los cazadores la ubicación de donde esta situada el poblado; solo porque le han echo alguna cosa o simplemente, se les escapa.

Dejo de concentrarme cuando el camarero de antes llega a mi mesa, me retira el refresco y me da un papel doblad; "¡Contesta correctamente y llévate una bebida completamente gratis!" Me quede pensando, algo no me cuadra, y mis sospechas son confirmadas cuando veo la adivinanza; "Oh, el Mar", que estúpidos són.

La adivinanza esta me la enseñó Zoel, cuando estábamos en ese lugar; aún lo recuerdo, como si fuera ayer. Sin pensarlo, contesto; "Hogar del calamar" cutre pero eficaz. Unos minutos después el camarero vuelve lo coge mirando la respuesta.

-Bienvenida, mythic- dicho esto se fue, ¿Mythic?

La Maldición Del Hipogrifo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora