Capítulo 31: Mi culpa

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Apenas unos minutos después, Zoel apareció por la puerta; con cara de pocos amigos, pero en cuanto me vio relajó un poco su mirada. No me dijo nada, de hecho, le echó la bronca a los guardias

«1-0 ganó yo» pensé mientras observaba la escena, que para mí era graciosa.

-[...] venga, sabéis que ella estaba en la casa, no es nada nuevo, todos estaban informados- les recordó- id, pero que no se vuelva a repetir- los dos dijeron un "Sí, señor" y se fueron. Soltó un suspiro, mientras se frotaba la mano en la cara.

-Necesito hablar contigo, si no es buen momento, ya me dirás cuando- dije solté.

- Haz lo que quieras- dijo, sin mirarme, con voz áspera y empezando a caminar. Decidí seguirle sin decir nada.

Zoel, entró en su despacho y tan rápido como entró, se sirvió un vaso de whisky; se lo lleno mucho y se lo bebió de un trago, todo eso sin mirarme ni decir nada; creo que no es buen momento para hablar.

-¿Que quieres?- dijo con el tono de antes.

-Da igual, ya hablaré cuando no estés tan cabreado- solté, y escuché un susurro "¿Entonces para que cojones has venido?"- Te lo dejaré pasar; pero no te acostumbres- dije yéndome.

-Como si te importaran los demás- soltó, me quede estática, no había dicho eso.

-Repítelo-le reté.

-¿No lo has escuchado bien? Eres una egoísta, no te importan los sentimientos de los otros- me atacó, sentía mi irá crecer, poco a poco.

-¿Sabes que sería ser egoísta? Ser egoísta, sería salir por esa puerta yéndome otra vez; y esta vez sí que no volveré- se rió.

-Bien, vete, volverás; estoy completamente seguro- afirmó sin miedo.

-No se ni para que vine, si hubiera sabido que, al final, me ibas a tratar así, me hubiera quedado allí- dije, sin mala intención, aunque eso fue la gota que derramó el vaso.

-Oh, ¿No lo sabes?- dijo con tono sarcástico- la pobre, se sentia sola y no sabia que hacer, porque tampoco sabe que papel tomar en el mundo- dijo cada vez más cerca mío- así que decidió volver donde sus orígenes- se burló- te has equivocado de ubicación, la manada de Yolu queda a unos 50 kilómetros al norte- Zoel la había cargado al decir eso.

-Retiralo- le advertí.

-¿O qué?- me retó, se lo volví a repetir con un poco más de intensidad y él hizo lo mismo hasta que explote.

-¡Que lo retires!- hice el gesto de pegarle, pero para mí sorpresa, salió disparado hacia atrás chocando contra una librería, una vez cayó al suelo, se retorció por el golpe.

Me quedé estática y cuando fui consciente de lo que había sucedido, fui caminando hacia atrás ¿Eso lo había hecho yo? Mi respiración empezó a acelerse y mis manos temblaban. ¿Cómo he hecho eso?

La puerta se abre dejando ver a Jaime, traía una cara seria pero rápidamente se le cambió a preocupación, fue rápido a Zoel, que al menos se había levantado del suelo.

Necesito salir de aquí, ya.

(...)

Hace rato que pasó ese incidente, finalmente, conseguí salir de allí, no fue nada difícil. Además, creo que es la primera vez que corro tanto. Corrí hasta llegar al mismo lago que me encontré con Zoel. Al menos aquí  logré calmarme.

Estoy observando el lago, era tan claro que mi cara estaba reflejada en el, además de que, todo el paisaje se veía reflejado, es un espejo natural, sin exagerar. Pasa el tiempo, no se cuanto pero mucho, es difícil saber con exactitud el tiempo.

De pronto recordé el huevo de ukolo, mierda, debo ir a por el antes de irme; si, había tomado una decisión, me voy de aquí, si Zoel no me quiere aquí, me volveré a New York.

Empecé a caminar de vuelta al campamento, no sé cómo llamarlo exactamente, caminó sin prisa, tengo que esperar a que se haga de noche. Mientras camino voy trazando un mapa para volver, aunque me encuentro con el mismo problema que tenía hace unos días; no tengo dinero.

Apenas puedo pensar como solucionar el problema, porqué unos pasos, que venían de cara, me hicieron parar. Pocos segundos después, apareció Zoel, con cara de preocupación. El que me faltaba por ver.

-¡Noor!- dijo en cuanto me vió- menos mal que aún no te has ido, tengo que hablar contigo, es urgente- intento tocarme, pero me aparte.

-No te acerques, no quiero hablar contigo- dije secamente.

-Por favor; llevo un día de mierda, con  trabajos que requieren mucha construcción y poco tiempo, el estrés me ganó; sabes que no quería decir eso- intentó explicarse- solo... Estaba cansado, y la situación contigo no me ayuda para nada.

»Me jode tener que volver a ganarme tu jodida confianza, cuando llevo cuidado de ti desde que eras pequeña y todo por no saber que cojones te hicieron, entiéndeme Noor, no es fácil; tu me odias por cosas que no he hecho, tú odias a H y al pequeño Lucas por absolutamente nada.

»Y no te estoy culpando, no es tu culpa que te... ¿Hayan manipulado tus recuerdos?, No sé cómo decirlo; sé que no me creerás, pero por favor, Noor, perdoname, fue mi culpa. No debí haberte dicho eso.- en su voz podia escuchar el arrepentimiento, ¿Le puedo creer?

«Dales una oportunidad» recordé las palabras de la Diosa. Le mire a los ojos.

-Acepto tus disculpas, pero aun necesito hablar contigo- Zoel asintió.

-Vamos.

La Maldición Del Hipogrifo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora