Capítulo 28: de vuelta

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Voy directamente, volando, hacia donde se están desarrollando las distintas batallas; ¿Que más da que me reconozcan? Si ya saben que estoy aquí, prefiero mostrarme de cara que continuar escondiéndome y así poder defenderme.

No tardó mucho en llegar al lugar donde estaba pasando todo; la escena tampoco me desagradó del todo; apenas habían cuerpos tirados, supongo que algún bando se había retirado a tiempo.

Cuando veo un lago, decido descender, la culpa se apodera de mi, si mi presentimiento no me falla; habrá sido el dichoso Alpha contra Zoel y compañía. Esa teoría es confirmada, cuando escucho pasos detrás de mí, no hago el esfuerzo de girarme, si hubieran querido atacar, ya lo hubiera hecho.

Ninguno de los dos hace o dice nada, la brisa mueve un poco mi pelaje, mientras contengo mis ganas de girarme; quiero mostrarme neutral, no quiero parecer desesperada por obtener alguna respuesta sobre el pasado

Tiempo después, decido volver a mi forma humana pero sin darme la vuelta. Escucho una risa.

-No has cambiado, continuas igual que hace años- dice con voz suave y nostalgica- cuando te perdí la pista, creí que jamás te volvería a ver- añadió.

-¿No te sirvieron los tres demonios?- pregunte.

-Apenas tuvieron unos meses para acercarte a tí- dijo, escuché sus pasos acercándose, iba poco a poco- además,  ellos solo me informaban de como estabas; nunca pensé que se harían tan amigos, la verdad- dijo, con sinceridad.

-Ya ves, mentira tras mentira. Normal que no termine de confiar- dije, obviamente haciendo referencia al pasado.

-Te equivocas; en realidad, nunca saliste de ese sitio- soltó de repente, me puse alerta, ¿Que cojones está soltando?- Natalia me dijo; quieres hablar conmigo, quieres respuestas, pero ya te lo adelanto; no las tengo todas, solo tengo una parte, también te lo digo; ni yo, ni Jake, ni H, ni Lucas, te mentimos en ningún momento; nadie tenía doble cara- explicó.

»H y Lucas nunca murieron; no se porque piensas eso, tú nunca saliste de allí; no sé cómo llegaste a New York, esa parte debes contarme la tú, pero si que te puedo decir es que nunca viniste aquí, la primera vez que estás es esta; por eso, supongo, que lo veías todo demasiado cambiado, Noor, confia en mi- suplicó- solo te pido eso; déjame demostrarte la verdad.

»Si no te convence, te dejaremos ir a New York de vuelta, y nunca más te volveremos a molestar, te lo prometo, Noor.

No me fiaba de nada, aunque mi interior ya había cedido. Nos quedamos en silenció; él esperando a que dijera o hiciera alguna cosa y mi parte racional reflexionado sobre sus palabras, finalmente me decante por la opción que, en ese momento, me convenía más,  aunque significará tener que quedarme una temporada allí.

En su propuest, vi una oportunidad perfecta para preguntar cosas que me habían pasado y no les encontraba una lógica por si solas; si consigue contestarmelas, creo que podré ver mejor el futuro.

-Aceptaré tu propuesta con varias condiciones- anuncié, no obtuve respuesta así que decidí girarme; estaba asintiendo con la cabeza- me explicarás todo lo que sepas, además de responderme a unas preguntas y por supuesto quiero saber si me "visitaste"cuando estaba en New York- este asintió mientras tragaba. Con eso me confonformaba lo que sospechaba.

-Lo haré, pero mañana y en mi despacho- le miré con una ceja alzada- si tú pones condiciones, yo haré lo mismo- a regaña dientes, acepte su propuesta; será la única forma de poder aclarar algunas cosas- Bien, vamos; te prestare una casa […]

(…)

Durante la noche no podía dormir y mientras daba vueltas por la cama iba haciendo una lista mental de lo que quería preguntar, que no eran pocas cosas; creo que, en un pasado sentía que nunca llegaría este momento y, por eso nunca me digne a plantearme ninguna pregunta y ahora que he logrado cerrar ese trato, no voy a perder esa oportunidad.

Es tarde, soy consciente, soy consciente de que mañana van a cambiar muchas cosas; y me da miedo, mucho miedo.

La Maldición Del Hipogrifo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora