Capítulo 1: Grews; el pozo sin fondo

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Me remuevo un poco incomodada al notar movimiento debajo de mi ala izquierda (la cuál esta desplegada) finalmente, me despierto y observo que hay debajo de esta. Sonrío. El pequeño hipogrifo, de 6 años, que se quedó huérfano, sus padres hace poco lo abandonaron en este lugar, el pobre no sabía que hacer, llegó aquí, solo.

En esta especie de prisión se aplica la regla del más fuerte o luchas o mueres es por esto que lo acogí, se puede decir que me sentí bastante identificada con él, yo tampoco conocí a mis padres, también me abandonaron, aun así gracias a mi hermano mayor por 3 años, Zoel, logre sobrevivir en este lugar. Él hace exactamente 3 años logró salir de aquí con la promesa de que volviera a por mí. Aún no pierdo la fé, se que volverá a por mi.

El pequeño hipogrifo me mira, se levanta muy rápido y sale de mi ala medio corriendo, la pliego mientras observo hacia dónde va, aunque esta celda sea pequeña los dos tenemos espacio suficiente, va hacia la puerta, se nota que quiere salir, y esa teoria es confirmada cuando empieza a rascar la muerta de metal con ambas patas delanteras, causando un ruido horrorosa, los de la celda de alado se quejan, así que para.

No sé muy bien que hora es, pero de normal las puertas se abren sobre las 6a.m, así que me levanto del suelo y espero enfrente la puerta, no creo que falte mucho para salir, efectivamente no me equivocaba, pocos minutos después se abren, los dos salimos con prisa, debemos pelear por la comida.

Un delta nos espera fuera, él es el encargado de "transformar" a los hipogrifos, me explico mejor, al entrar aquí te ponen una pulsera, la cuál esta controlada por este delta, lo que provoca es que nos obliga a transformarnos. (de nuestra forma humana a la forma de hipogrifo y, viceversa)

- Que tal?- Pregunta con un tono de sarcasmo mientras presiona el botón para convertirnos- eh, el enano debería comer, no querrás que muera- dice riendo, me posiciono en frente del pequeño protegiéndolo, pasando un brazo delante de él y apartamdolo con suavidad hacia atrás- Anda, ve escoria, en diez minutos empezarás el trabajo- avisa agitando el control, mientras hace una mueca.

"Que cabrón de mierda" pienso mientras observo como da la vuelta y se va, perdiéndose entre los otros guardias.

-Noor!- el pequeño sale de mi protección corriendo en la dirección de donde provenía. Poco a poco visualizo a "H" , en realidad se llama Hexior, pero prefiere que le llámenos así, H.

H es mi otro hermano adoptivo, Zoel, nos adoptó a los dos, H y yo nos llevamos apenas 1 año.

-Tio H- habla, casi gritando el pequeño, H sonríe.

-Quien me llama? No veo a nadie- hace como que no lo ve, El pequeño hace una mueca de disgusto- Anda! Si estabas aquí a bajo. Cómo has estado, sobrinito? Hermanita, tienes que alegrar esa cara- niego lentamente divertida por la escena- Ten, os he pillado manzanas, Lucas, Noor, tomad- yo niego, mientras que el nombrado, feliz, Coje la manzana.

-Gracias, H. Pensé que el pequeño ya no podría comer nada- Hablé despacio y con bastante dificultad, passar tanto tiempo en mi forma animal no es para nada bueno. Para mi suerte, al pequeño, si que le permitieron estar más tiempo en su forma humana.

Es más, en mi caso, estar así, causó que no pudiera caminar hasta los 6 años (y aprendí gracias a que necesitaban más personal en la zona de cargamento), edad a la cuál también empezé a hablar. Si, llegue aquí muy pequeña, no tengo recuerdos del exterior.

-No las des, ten come y pilla fuerza, hoy la necesitarás, he oído que quieren transportar material muy pesado de construcción- cogo la manzana y le doy un mordisco.

Me la termino justo antes de que nos llamen para trabajar.

-Atención! Vayan trayendo a los animaluchos, empieza el horario de trabajo- oímos por la megafonía, los guardias, armados con varas electrizantes, se empiezan a mover.

-Nos vemos luego, me llevaré a Lucas- el pequeño, me da un abrazo muy fuerte, y se despide de mí- ah por cierto- se acerca a mi, me da un abrazo y me susurra- Se ha visto movimiento fuera de aquí, según tengo entendido, algunas brujas y un puñado de demonios has estado rondando por aquí, creo que buscan algo o a alguien, creo que deberías saberlo, ten cuidado- antes de que pueda decir nada, coje la mano del pequeño y se va hacia su zona.

Este sitio está dividido en zonas, dependiendo de tus habilidades, fuerza e ingenio, te asignan un sitio. Por ejemplo, a mi me tocó la zona donde se emplea más fuerza, a H le toca la zona donde se construyen utensilios, para el día día, por ejemplo, platos de ceràmica, vasos...

Voy medio corriendo hacía el patio, es muy grande, es más, todo este recinto es grande, el Alpha, sabía que aquí se daban las condiciones perfecta para meter una cárcel de Hipogrifos inocentes.

Un Delta me está esperando, me transforma con el dichoso mando, saca su vaculo, y me alcanza, gruñó por lo bajo, mientras unos Omegas me ponen un arnés de "seguridad" que impide que pueda volar, este arnés se compone de un traje de cuero el cual me llega hasta el inicio de mi cabeza, solo hay hueco para las patas traseras, las delanteras también están cubiertas. También viene incluido, un "bozal" alargado, en forma de pico, también es de cuero.

"El día en que me quiten esto, verán"  pienso, intento mover las alas, incómoda, al no poder por culpa de un arnés de "seguridad", el delta lo nota, así que me vuelve a dar con ese vaculo electrizante, para que empiece a andar.

-Para ya de moverte, o te llevaré, el Grews- el Grews no és un bar, es una zona exclusiva para aquellos Hipogrifos que tienen mala conducta y no obedecen.

Paro de inmediato, ya pasé un a vez por ahí, no quiero volver. Aceleró el paso, pocos minutos después llegó a un sector donde hay contenedores metálicos, nadie sabe que hay dentro, simplemente son suposiciones. Que si unos dicen armas, que si unos dicen material de construcción..., En mi opinión no puede contener nada bueno.

-Beta, señor!- hace una mini reverència- hoy a donde le toca a 0217.N- Si un nombre muy original, cuatro números y la primera letra de tu nombre.

-Que dónde irá? Dónde siempre, novato, tercer contenedor segunda fila- responde el Beta- Ve rápido, se está atrasando mucho y al Alpha no le gustará nada- hace una pequeña reverencia.

-Vamos- Empiezo a caminar dirección dónde había dicho el Beta, poco tiempo después llegó al sitio indicado, un Omega me coloca un fino arnés. Una vez está enganchado y el resto de los Hipogrifos están en su lugar, nos dan la orden de empezar a tirar del contenedor.

(...)

Un Hipogrifo se desploman, normal, llevamos unas cuatro horas aquí, no nos dan agua, no nos dan descanso, nada... Nos hacen parar, mala idea, siento mis patas traseras temblar muy  fuerte y sin poder evitarlo caen al suelo a muchos les pasa igual pero nadie más cae.

-Levanta- habla un Delta- vamos aún hay que transportarlo- me electrocuta, pero no reaccionó. Me dolió? Si, pero aún así no me levantó.

Lo juro. Lo estoy intentando pero no funciona. Cuando el Delta tenía la intención de volver a darme con ese cacharro suena una alarma indicando que un familiar del Alpha está presente.

-Vamos animal! Nos harás quedar en ridículo- hago el esfuerzo y por unos segundos lo consigo pero inmediatamente vuelvo a caer.

-Que le pasa?- Pregunta el Beta, el Delta le contesta (obviamente, inventa cosas para que me lleven a el Gews)- Ya veo, así que una rebelde, veo que no aprendiste la lección, bien llévala a Grews, que aprenda la lección- abro los ojos, no quiero volver allí me desatan del contenedor.

Utilizó las pocas fuerzas que me quedan para quitarme el bozal, tres guardias intentan hacer que pare.

-Bien pasarás una semana entera, agua y comida cada dos días- responde el Beta una vez me consiguieron inmovilizar.

- Que ocurre aquí?- todos se giran hacxia la voz. El hijo del Alpha.- Que ha pasado?- pregunta con voz ruda.

- Ha causado muchos problemas, señor, nos la llevamos al Gews, una semana- El hijo del Alpha me mira con asco, pero... En el fondo creo que me mira con pena.

Siento como me atan las patas para evitar que me levanté, y entre cuatro, me transportan aún coche, con rejas (igual al que se transportan a los delincuentes) siento que se empieza a mover.

No quiero volver a ese lugar, pero no hay remedio aquí tu palabra no sirve de nada, solo espero que el pequeño esté bien con H.

La Maldición Del Hipogrifo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora