-Siéntate- ordenó serio, creo que es la primera vez que hago caso- ¿Eres consciente de que te podría haber visto Zoel?- preguntó violentamente- ¿Has perdido la cabeza? Eres siquiera consciente de las consecuencias que podría tener-me continuó regañando.
»Por mucho que seas mayor de edad y todo eso, aquí, para que te acepten en la academia necesitas la aprobación del que manda, que para TÚ desgracia es Zoel.
»A mí me podría hechar de mi cargo, o degradarme y no me apetece arriesgarme y a ti, te podría imponer una sanción grave por desobecer, e incluso te podría llevar ante el consejo.
»Ten las cosas claras, Noor, no vas a obtener ningún, repito, ningún beneficio por ser nuestra hermana. La ley se aplica para todos y ni tú ni yo somos la puta excepción.- se sentó en su silla, que quedaba enfrente de la mía.- Has tenido suerte, de que tenía cosas que hacer y se ha ido, pero no te arriesgues más
» No debí entrenarte, ese fue mi fallo, debí haberle hecho caso a Zoel; tienes el espíritu de una niña, y no te tomas las cosas serias, además a la mínima que alguien te molesta vas a por ella sin pensarlo- concluyó- está decidido, no te entrenaré más.- sentenció.
-Por la cara- comenté muy bajo.
-¿Que has dicho?- me reí amargamente- ¿Te hace gracia?- preguntó- si fuera tu, tendría más amabilidad y respeto hacia un superior- me advirtió.
-No es justo, no he hecho nada, además Zoel no me vió, hacemos como si no ha pasado nada y ya- me quejé- ¿Que te cuesta?- respondí.
-¡Ese es tu puto problema!-estalló- No puedes depender tanto de la suerte, te terminará traicionado y te fallará. ¿Así es cómo pretendes integrarte en el ejercicio? Basándote en tu suerte, pues continua creyendo en ella y terminarás a unos metros bajo tierra- apreté mis puños-El ejército se basa en confiar uno con otros, no vamos por libre y hacemos como si nada.
-No creo en mi suerte, creo en mis capacidades, creo en que puedo conseguirlo, con o sin tu ayuda- sentencié firme, H parecía estar a punto de perder el juicio.
-Pero no lo harás, porque ahora vas a estar las 24h del día vigilada, Noor- me quedé estática, al igual que H. Zoel estaba justo detrás mía- ya me has desobedecido mucho y no lo toleraré más, a partir de ahora vas a obedecerme, a mi y a H- H se quedó sorprendido, normal, si pensaba que lo iba a degradar.
»Tú, H, continuarás en tu sitio, pero como me enteré de que le vuelvas a hacer caso a Noor, en lugar de a mi, te degradó- advirtió, H asintió.
-Continúa sin ser justo...- me interrumpió.
-Esto no se basa en ser justo o no, se basa en que tú, has desobedecido una orden directa del que más manda aquí, es decir, yo- se acercó a mi- así que te callas, reservas tus opiniones y te aguantas, como muchas veces hace la gente- dijo con un tono que no reconocía.
-No os aguanto, sois insufribles- H iba a responder- Callate, llevo viviendo al menos dos años sola, y ahora venís vosotros a imponerme la ley de hierro, que os jodan a los dos- hice el intento de salir pero Zoel me lo impidió- suéltame- le ordené.
-No me das órdenes, mal criada- me reí- H llama a alguien que se la lleve a la casa- me volví a reír y repetí esa última frase en forma de burla.
-Noor, no seas irrespetuosa, acuérdate de lo que te....-le interrumpí.
-Sisi, pero yo me largo de aquí, con o sin tu aprobación- le quite la mano de un manotazo y me fui, con los gritos de Zoel en mi espalda.
(...)
Cómo no, me "escape" y está vez decidí irme hasta un acantilado, habían pasado pocas horas de la discusión, y no me siento mal por ello, me da igual quien made aquí o los órdenes que me den, no es mi culpa que sean tan retrasados.
-Vaya, yo que venía a entrenar y me encuentro con mi rival perfecto- me reí.
-¿Crees en las casualidades, Adela?- le pregunté.
-No, creo que esto estaba predestinado- respondió- un placer verte de nuevo, Noor- me saludó.
-Lo mismo digo- me levanté del suelo y le di la mano, ella me la aceptó.
-¿Que haces por aquí? No es un sitio muy común para reflexionar- respondió- ¿O... Has venido a entrenar?- me preguntó.
-Ojalá, pero vine para que las cosas allí se relajen un poco- respondí.
-Con que te están buscando a tí- afirmó- ¿Que les has hecho al gobernante y al oficial?- preguntó- ¿No os lleváis bien o eres una rebelde?- dijo en broma.
-Son mis hermanos, es una historia larga y no te quiero entretener- respondí.
-Tengo que esperar a mi entrenador, así que tengo tiempo- respondió, eso me convenció, le hice un resumen bastante eficaz de lo que había pasado, incluyendo la discusión.- Eso si que es jodido, para tu suerte, creo que mi entrenador puede hacer una mini excepción contigo y tal vez te entrené- respondió- hablando de él- se giró.
-Adela, vamos, hay prisa para entrenar- dijo, me giré para ver quién era su entrenador, y me quedé estática-Tú, te están buscando por toda la cuidad- me dijo.
-Lo sé, pero no me importa- le contesté- necesito que me entres, por favor- supliqué.
-No, me niego rotundamente- Adela iba a contestarle pero la detuve-hay órdenes directas, de quien no diga tu paradero y lo sepa, se irá al calabozo- contestó.
-Pero, tú debes estar al dia, se acerca una guerra inminente, inevitable, lo sabéis. Necesitáis a todos los posibles soldados, lo sabes, si ellos se niegan es su problema- dije- te prometo que no correrás ningún riesgo, si te pillan, asumiré todas las culpas- aseguré.
-Me lo juras- dijo, me puse una mano en el pecho, y la otra levantada.
-Te lo juro, tal y como me llamo, Noor- juré, el entrenador asintió no muy convencido.
-Bien, me fío de tí, Noor- aseguró unos segundos después- llámame, suboficial Gret- asentí, mientras le saludaba.
(...)
Cuando el entrenamiento terminó, Adela se acercó a mi, sonriente.
-Entiendo que no vas a querer volver, al pueblo- dijo.
-Entiendes bien- suspiré- si vuelvo, probablemente, me enfrente a la irá de Zoel y de H, no me apetece morir hoy- respondí.
-Te propondría venir a mi casa para que pasaras la noche- dije.
-¿Dejas entrar a tu casa a desconocidos?¿Y tu familia, no te dice nada?- pregunté.
-¿Família? Vivo sola- respondió- además se diferenciar las malas personas de las buenas- dijo- y créeme, si fueras mala persona, no te hubiera, ni siquiera dado la mano- respondió, finalmente, terminé aceptando su propuesta.
Ella es de fiar.
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La Maldición Del Hipogrifo.
FantasyA los que muchos creen, los Hipogrifos son animales mitad grifo, (mitad cuerpo de León y mitad cierto de águila) y mitad cuerpo caballo. Os lo describo mejor, pico afilado, patas traseras y cola de caballo. Así es cómo se puede describir a una raza...