Capítulo 5: Dos Años

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Actualidad, New York.

Hoy hace dos años que me mudé aquí, en New York, dos años en los que pude vivir tranquilamente, en una ciudad agradable, buen ambiente, aunque, para mi gusto, con mucho coche y muchos edificios, y lo más importante, es que poco a poco, recuperé la confianza con la gente; ahora mismo vuelvo a tener amigos, pocos, pero al menos se que son verdaderos, lo se porque en su dia les puse unas pruebas. Además, también empecé a trabajar algunas tardes como camarera en un bar cerca de la facultad, gracias a la facilidad que me puso el dueño, puedo estudiar la carrera de historia por las mañanas.

Actualmente, vivo en un buen piso en el centro de New York, queda lejos de mi trabajo y de la facultad, pero me puedo permitir el transporte. Si, la vida por fin me empieza a sonreír.

Salgo por la puerta del piso y bajo al rellano; en el cual siempre esta el portero del edificio, Luis, tiene 60 años, y tiene muy buena salud, es por eso que decide no jubilarse aún, algunas tardes cuando mis amigos vienen a visitarme jugamos con él a las cartas. (aunque en un principio, no sabíamos jugar, él nos enseño)

-Buenos días, Noor- me saluda- hoy el tiempo nos ha sonreído, dejó de llover- comentó.

-buenos días, Señor Luis- le devolví el saludo- Sí, llevaba lloviendo muchos días, al menos el sol nos trae algo de felicidad y esperanza- dice con una sonrisa.

-Ay, Noor, tu con tus referencias a la naturaleza- se río- ¿Por qué siempre haces este tipo de referencias?- pregunta.

-Dejémoslo en que me agrada y me relaja- respondo.

-¿Entonces porque viniste a una ciudad donde la única planta que puedes encontrar esta en algun balcón o en el parque?- pregunta, pero se responde a si mismo- supongo que oportunidades, ¿no?-me reí.

-Casi, me mudé para cambiar de aires- respondí.

- A veces un cambio es bueno- coincidí con él-Bueno, Noor, que tengas buen día- me sonrió y m despedí de Luis.

Camino por las calles mojadas, anoche cayó una buena, me sorprendió el hecho de que no se inundará, en serio llovió mucho. Continuó caminando hasta llegar a una cafetería, no suelo cocinar en la casa, no me gusta.

Entro en la cafetería, y busco un sitio para sentarme; lo encuentro así que me siento; La mesa estaba situada detrás de tres personas, me siento en la mesa, pido un café americano, junto a unas tostadas con mermelada, mientras esperó a que me lo sirvan sacó el móvil, y contesto los mensajes; todos estan eufóricos por el final del curso.

-Gracias- agradezco al camarero, tomo el café y las tostadas, lo pago todo y me dispongo a salir de la cafetería.

(...)

Camino por la ciudad, sin rumbo fijo; en esta época del año no hay nada que hacer, en el trabajo me dieron fiesta y, en la facultad ya no hay classes, bueno si que hay pero son para los que tienen algunas asignaturas suspendidas; pero no es mi caso.

Llegó hasta el Central Park, un lugar bonito y ideal para relajarse un rato, así que decido entrar. Estar en un sitio lleno de arboles y vegetación, para mi, es estar en contacto con la naturaleza. (aunque hayan banquitos y papeleras, pero me parece bien, así la gente puede pararse a admirar el paisaje)

Entre la gente, encuentro a los de siempre; los ecologistas, que intentan recolectar firmas; los del club de la lectura, que se reúnen para comentar obras literarias; los dueños de los perros, que estan jugando con los perros y los abuelos; que juegan a las cartas. (como no)

Decido sentarme en un banquito observando el paisaje y los pájaros, me relajo tanto que siento una conexión extraña con la naturaleza, no se si es porque soy un hipogrifo o porque, simplemente, me agrada esto. Seguramente no tenga nada que ver con mi parte hipogrifo, solo me agrada.

Estoy observando el paisaje por mucho tiempo; hasta pierdo la noción de cuanto tiempo pasé ahí, pero vuelvo a la realidad cuando siento que me llaman por teléfono, rápidamente lo cojo;

-¡Canija, al fin contestas, te estábamos buscando!- dijo Erik por el otro lado- A ver si estamos más atentas a los mensajes del grupo- me regaño.

-Perdona, estoy en el parque y sabéis que desconecto del mundo- le recordé- pero dime ¿que ha pasado? Que yo sepa habíamos quedado pasado mañana- pregunté.

-¡Sí! Pero Leo quiere decirnos algo muy importante, así que la quedada es mañana- me informa- Si estas libre, claro, aún así avisa por el grupo, adiós- se despidió y colgó. Este tío si que tiene prisa en la vida, aunque normal, le quedaron tres.

Rápidamente, conteste al grupo; "Sí que podre quedar mañana, pero espero que sea realmente importante, no como la ultima vez, Leo" advertí y rápidamente obtuve la respuesta; "Sí que lo és necesito consejo" reí y me desconecte con la duda presente.

Me levanté del banco, y me dirigí a mi apartamento, pero lo hice que por el camino largo. Doy una vuelta muy grande, pasando por varios callejones, tiendas que estaban a punto de cerrar, gente corriendo por aquí y por allá, dueños de perros que vuelven a casa o que ahora salen, pero siempre con prisa.

Llego al portal de mi apartamento, pero Luis no esta, eso se me hace extraño, ya que Luis siempre esta aquí, además tiene un apartamiento en el edificio para que no lesea difícil el transporte (o así me explicó él)

La Maldición Del Hipogrifo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora