Despierto en una habitación desconocida, me duele el cuello, me cuesta respirar y moverme, me duele tanto que casi que no puedo. Espera. No puedo moverme, desesperadamente, lo intento pero no tengo respuesta por parte de mi cuerpo. Observo, con mucho esfuerzo si estoy encadenada, y no lo estoy.
La habitación, era roja y negra, hacia demasiada calor; estoy muy sudada, y siento como se me van las fuerzas, intento gritar, pero apenas sale un hilo de voz; mis ojos desenfocaban cada vez más, hasta que llega a un punto que no puedo más y cierro los ojos; siento que cada segundo que pasa soy más débil que el anterior.
De repente, una fuerte presión se apoderó de mi, rápidamente, abro los ojos de par en par, mi boca se abre sin emitir ningún tipo de sonido; el dolor es demasiado intenso para mi, estoy muy confundida, no entiendo que me esta pasando, pero, si sigo así temo poder morir.
No creo que sea una persona; creo que debe ser por el mundo; me explico mejor, hay dos mundos; el de los humanos, que es el normal y el de los demonios; que es un mondo que se asemeja al infierno, todo rojo, calor....
Con mucho esfuerzo, intento levantar la cabeza de la almohada, lo consigo un poco, pero rápidamente vuelve a caer; lamentablemente, no me equivocaba; estoy en el jodido mundo de los demonios, lo sé, por el paisaje, el cielo aquí es de un rojo sangre.
Si alguien no me saca de aquí pronto, no lo contaré. Vuelvo a cerrar los ojos, sintiendo que el simple hecho de respirar me cuesta y hasta me da pinchazos en los pulmones; el aire aquí parece ser menos denso y con más gases que de normal.
No se cuanto tiempo pasa, pero la presión aumenta, y el dolor se hace cada vez más intenso; es como si te pusieran tres camiones encima tuyo, siento como si los huesos se me fueran a romper, como si se me fueran a partir en dos partes. La presión hace que hunda en el colchón, es muy incomodo.
-Hay, que mala pinta, hija, despierta.- siento como me mueven, pero no logra nada- ¡por la Diosa, no reacciona!- se aleja; tiempo después entra con una persona-¡Que la diosa te perdone! ¿Cómo la traes aquí sabiendo que puede morir?- le regaño- mi niño... Debes llevarla de vuelta- aconsejo. Escuchaba de fondo; pero no sabia que decían, no asimilo bien las palabras.
-Lo sé, pero también sé que esta en peligro- me inyectan algo en el brazo, de repente empiezo a poder respirar bien; cojo mucho aire, no abro los ojos; aunque la presión este desapareciendo decido no abrirlos para recuperarme- para ella, este en el único lugar seguro ahora mismo.- dijo la voz.
(...)
No entiendo como la presión no me causa efecto, o ahora no me hace nada, estoy sentada en la cama, poco a poco, conseguí levantarme; aunque siento que mis costillas estan rotas. Me levanto de la cama con cuidado, mi mano viaja instintivamente a mi costilla al notar un pinchazo intenso.
Voy hasta una puerta, la abro, y encuentro el aseo. Me levanto un poco la camiseta para ver que esta pasando en esa zona; el resultado es que tengo la zona y roja, inspiro mucho aire, notando que cada vez que se hincha demasiado, me duele.
Vuelvo a la cama, no sin antes mirar por la ventana: el cielo es de un rojo muy oscuro; hay algunas luces iluminando el exterior, son mínimas, pero las hay, intento pensar en la conversación que tuvieron antes, pero no recuerdo con exactitud que decían.
Rato despues, me quedo mirando el paisaje, debería salir de aquí, correr y huir; pero no puedo, no en este estado, además, si no me falla la mente, no creo poder sobrevivir allí fuera. Lo mejor será que me quede aquí, aunque no sepa a quien me voy a encontrar.
Deberé estar atenta a las personas que me puedo encontrar en este maldito sitio, no me puedo fiar de nadie. Passa tiempo, y el efecto de esa cosa que me habían inyectado se estaba pasando; empezaba a notar otra vez la presión y el aire denso del lugar. Poco a poco, vuelvo a la cama.
(...)
Siento como alguien me hecha algo sobre encima, parece ser una especie de protección, porque gracias a eso consigo respirar mejor; no recupero las fuerzas pero al menos, no moriré por eso. El dolor, desapareció un poco.
-Ella no puede vivir aquí; morirá, a ti te parece que ahora parece que esta bien, pero no lo estará- una voz de fondo hablo- Vamos, se la llevaremos a Zoel; él sabrá por donde queda el pueblo de los humanos- continuó.
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La Maldición Del Hipogrifo.
FantasíaA los que muchos creen, los Hipogrifos son animales mitad grifo, (mitad cuerpo de León y mitad cierto de águila) y mitad cuerpo caballo. Os lo describo mejor, pico afilado, patas traseras y cola de caballo. Así es cómo se puede describir a una raza...