Capítulo 40: El Principio del final (1a parte)

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Hace ya semanas que estoy entrenando con Adela y su entrenador, y según él deberíamos estar en una clase superior, o al menos, Adela lo debería estar. Cada vez que peleamos tenemos mucho aguante y nunca se sabe quién va a ganar.

Con H y Zoel, aún no he hablado, se que aún me están buscando, no con la misma intensidad que los primeros días, pero aún así no paran. Lamentablemente, interrogaron a Adela, y aunque le presionaron mucho, ella nos les dijo nada.

Pero no todo es tan bonito, últimamente, Adela llega más tarde a la casa, los entrenamientos se han vuelto más largos y pesados. Oficialmente, estamos al inicio de una guerra o eso dijeron los superiores.

Yolu, está moviendo fichas, ha puesto más soldados en la frontera, supongo que no tardará mucho en empezar a atacar y está vez irá a por todas. Y eso no es nada bueno.

¿En qué momento me metí dentro de esto?

Los del consejo, nos has prestado ayuda, y aunque le haya costado admitirlo a Zoel, la necesitamos. Según me ha contado Adela, llegarán en un par de días. Muchos hipogrifos, sobre todo, ancianos y niños, se han ido y las calles están vacías, los pocos que quedan son soldados y algunos que se niegan a irse.

Aún no se sabe cuándo Zoel, va a empezar a desplegar tropas al frente, no creo que tarde mucho pero nunca se sabe. Es una situación estresante, apenas pegamos ojo por la noche.

-Noor, ¿Estas bien?- preguntó Adela- llevas tiempo sin comer y apenas duermes-  dijo en cuanto se acercó, ahora entiendo lo que quería decir en cuanto dijo que el ejército se basaba en apoyarnos unos con otros.

-Estoy bien preocupada nada más- Adela me sonrió- Tengo miedo de que la guerra estalle dentro de nada- me consoló.

-Exageras, ese imbécil no se va a atrever a atacar, a no ser que quiera conocer la irá de los hipogrifos-dijo segura y eso me tranquilizo algo.

(...)

Lamentablemente, no me equivocaba, apenas unas horas después ya había estallado, todo nuestro ejército ya se había movilizado y creado campamentos cerca del lugar. Habían llamado a todos los de la academia, incluso a los de clase A que tenían más experiencia, como Adela.

Yo, personalmente, solo podía esperar, obviamente, quiero combatir, pero tengo que esperar el momento oportuno, en cuanto la Colonia quedó vacía de soldados, fue mi momento para desplazarme hasta ese campamento.

Tal cómo llegué, me puse a espirar, necesitaba información de la estrategia que iban a realizar.

-Debemos atacar a escondidas, nos superan en número- dijo H- debemos resistir hasta que lleguen los refuerzos- continuó- creo que estamos todos de acuerdo en eso ¿Alguna objeción?- preguntó.

»Bien ha sido un honor pelear con vosotros, habéis sido como mi segunda familia- admitió- vamos a por la victoria, no nos venceran unos ineptos- los animó.

Unos minutos después todos salieron, pero la conversación no terminó.

-¿Crees que está a salvo?-pregunto Zoel.

-Conociendo a Noor, estará preparándose para pelear- dijo H- la entrene, pero no está preparada y con la amenaza que lanzaste, no creo que nadie la haya entrenado- admitió.

-Esperemos que tengas razón, hermano, buena suerte, y que la Diosa este a nuestro favor, en el día de hoy-comentó- te estaré esperando, no tardaremos mucho en contra atacar- admitió, mientras salía. Yo me volví hacia el bosque.

La noche cayó, pero aún no se escuchaban movimientos en el campamento, estaba impaciente, no sabía con exactitud qué querían hacer y creo que es mala idea actuar sin saber.

Los estuve vigilando de cerca, pero aún no habían señales del contraataque.

-Noor, por aquí- una mano me cogió y me arrastró hasta alejarnos un poco de la zona del campamento.

-¿Adela, que pasa?- pregunté.

-No tengo mucho tiempo, ten, pude robar esto para tí- me entregó una espada- nos vamos a esconder, vamos a intentar atacar y que les pille por sorpresa, no podremos contra ellos, son muchos- comentó.

»Estuve con mi entrenador espiandolos, es una locura, nos van a matar a todos, Noor-dijo desesperada, no la reconocía.

-Escuchame bien, Adela, corre y avisa de lo que viste a H y a Zoel, diles todo, dile a tu entrenador que te apoye en tus palabras, yo iré a ver contra quién combatimos.

-Noor, no vayas, mi entrenador... Él está... Muerto- dijo con una desesperación en su voz- nos pillaron y me dijo que debía correr, él se iba a encargar- apreté los puños, dolida, al final le había cogido algo de cariño.

-Tranquila, eh, todo terminará bien, haz lo que te he dicho, cuéntale todo a H y Zoel- respondí- intenta llamar la atención aquí cerca, así podré escuchar- ella asintió- Adela, nadie te prepara para ver a alguien morir, comparto ese sentimiento, y créeme si te retiras nadie te dira nada, es más lo comprenderán- Adela negó.

-No es sólo eso, mi entrenador, era mi tío, me vine a vivir con él cuando mis padres murieron, siempre me trató como una hija más- se recompuso- no es momento de llorar, haré lo que me dices- nos despedimos, me coloqué la espada en mi cintura, ya que venía con funda incluida. Me dolió la perdida, al final le coges cariño a las personas, que lamentablemente luego terminan muriendo por culpa de gente miserable.

Adela, cumplió su misión, y logré enterarme de todo lo que había pasado, se ve que fueron en misión de reconocimiento, aunque no salió como se esperaban, confiaban en la oscuridad de la noche, pero les fallo. No puedes depender de la suerte, como dijo H.

Yolu, tiene muchas tropas, y sospechan que son más de las que el consejo había pensado, además tienen a favor ciertos brujos, que los conocemos como Kolers, que pueden bloquear y aniquilar a quien sea en menos de un segundo.

Pero ese no es el único problema, una explosión sonó muy cerca de donde estábamos, todos entraron en pánico, y aunque me fastidie admitirlo, creo que H y Zoel, tienen razón. No estoy lista para esto, pero llegados a este punto, no me retiraré.

La Maldición Del Hipogrifo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora