- Nathan, el plan va a tener que modificarse un poco -le advirtió VIX.
- Está bien, dime -respondió Nathan, abierto a cualquier cambio o sugerencia.
- Atenea ha escapado, pero no creo que sobreviva, está muy malherida -añadió VIX, arrepentido.
- Así que es por eso que estás tan cascarrabias, ¿eh? Anda, quédate quieto que voy a comprobarte la temperatura -le advertí mientras me aproximaba a él.
Le coloqué entonces la mano en la frente. Su temperatura era normal. Parecía que se iba a recuperar. No obstante, no quise darlo por hecho.
Le pregunté a Nathan si tenía pastillas con las que ayudarle a calmar el dolor que debía estar soportando.
- Las pastillas están situadas en el armarito que hay sobre el cajón en el que encontraste el precinto y las vendas -me indicó.
Poco después, al ver que VIX estaba consciente y que parecía estable, Nathan nos dejó un momento a solas, yéndose a comprobar el estado de Jawara, que seguía acostado en su cuarto.
VIX me cogió entonces la mano. No quería que me fuese tan rápido. Parecía tener algo que decirme.
- Rose, pensaba que no volvería a verte... -me confesó, mientras trataba de acariciarme la mejilla y una lágrima caía a través de la suya.
Le limpié la lágrima y le besé con cuidado. No quería hacerle daño.
- Yo sí que lo pensaba, ¡idiota! Fuiste tú el que llegó desangrándose -le recriminé con ternura, clavando mis ojos vidriosos sobre los suyos.
- Fue un descuido dejarla marchar, ¿verdad? -me preguntó apesadumbrado.
- Sí, eres demasiado bueno -le recriminé sincera.
- Lo sé -añadió serio, decepcionado consigo mismo.
- Ser compasivo es bueno, VIX, pero no si la otra persona te quiere matar -le indiqué con franqueza, aunque tratando de ser lo más comprensiva posible.
- Estaba mucho peor que yo. No debería sobrevivir -me advirtió también.
- Eso espero -suspiré preocupada.
Segunda realidad · Año 2047 · 18 de Noviembre · Canadá ·
Instantes después, en el momento en el que regresaba de coger sus pastillas, Nathan salió de la habitación con Jawara en brazos, dispuesto a prepararle el desayuno.
Fue entonces cuando Jawara vio a VIX ya despierto y empezó a reclamarle atención.
- ¡Sinnom! ¡Sinnom! -exclamó lleno de ilusión, revolviéndose entre los brazos de Nathan.
- ¿Qué tal, renacuajo? -le preguntó el hombre sin nombre, pero con diversos apelativos, lleno de alegría para el pequeño, pese al sentimiento de culpa que le atormentaba por dentro.
- Antes sangre, ¿ahora dónde? ¿dónde ahora? -le preguntaron perplejos aquellos enormes y deslumbrantes ojos que le miraban desde el lado del suelo en el que Nathan le había dejado.
- Sangre dentro de mí. Yo curado -le explicó VIX, tratando de hacerse entender en su idioma. Pero también, haciéndose un poco el duro.
Entonces, Jawara le miró desconcertado y empezó a reirse ilusionado.
Realmente, Jawara no debía entender qué había pasado, pero lo que verdaderamente importaba era que VIX estaba bien y que estaba allí con él. Al final, VIX era con quien Jawara había traspasado las fronteras del tiempo, apareciendo en esta realidad, diferente a la suya. Era con VIX con quien había vivido casi toda su vida, al contrario que sus hermanos. Y eso, claramente, implicaba un vínculo afectivo mucho mayor del que pudiera llegar a tener cualquier otra persona con VIX.
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En busca de un pasado mejor (Vol II. Las Fronteras del Tiempo)
FantastikSinopsis: Rose, una joven de 17 años que no acaba de encajar en el instituto, será raptada por un misterioso hombre que afirma querer salvarla de un peligro inminente. De esta manera descubrirá el motivo de su diferencia, así como el significado de...