Capítulo 37 • Persecuciones (I)

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Segunda realidad · Año 2039 · 19 y 20 de Noviembre · Canadá ·

Cuando me desperté estaba colgando de la boca jadeante de Liam, con toda mi camiseta llena de babas y un intenso dolor en mi hombro, probablemente a causa de la herida.

Era así como Liam había acabado sacándonos de aquella encrucijada, llevándonos a través de un páramo que conectaba con el río de dentro del bosque de Quebec.

- ¿Liam? -pregunté insegura, pues no sabía si obtendría respuesta.

Inmediatamente después, el oso se paró en seco, abrió su boca, y me dejó caer sobre la tierra.

- ¡¡Auch!! -me quejé del golpe.

- Al fin despiertas -me reprendió aquel descomunal animal.

- ¿Liam? Entonces, ¿eres tú? ¿Has superado la prueba? -pregunté dudosa, pero con la esperanza de que así fuera.

- Eso parece, aunque la verdad es que no sé muy bien qué ha pasado -me confesó con seriedad.

- Te volviste loco, como si fueras un animal de verdad, sin capacidad de raciocinio... -le expliqué mientras me acercaba a él con la intención de examinar su herida.

Al escuchar tales actos y muchos otros detalles de su barbárie, Liam no supo qué decir y agachó la cabeza arrepentido. No podía recordar nada de lo que había hecho, pues su mente no había estado verdaderamente presente en ninguno de aquellos momentos.

- Muchos de los tuyos murieron durante el estado de locura en el que te encontrabas. Ellos... sólo buscaban vengarte... Pero tu abuela, tu abuela decidió sacrificarse... -le comuniqué compungida.

- ¿Innoko se sacrificó? -me preguntó abatido.

- Sí... Como imagino que sabrás ya, dado que según tengo entendido los guardianes adquieren los recuerdos del bosque, ella es tu predecesora más próxima como guardiana de Quebec y murió por incumplir parte de vuestro juramento -le expliqué entristecida.

- Entiendo -concluyó serio.

Acto seguido elevó su cabeza, miró al cielo, y emitió un rugido con el que pareció querer soltar todo el sufrimiento que llevaba dentro.

- Yo sólo recuerdo estar luchando contra una extraña fuerza que emanaba de mi interior, al mismo tiempo en que trataba de pedirte ayuda -comenzó a explicarme el modo en que él había vivido todo lo sucedido.

- Te buscaba desesperadamente, desgarrando todo lo que hiciera falta, tratando de asimilar todos los pensamientos que el espíritu del bosque trataba de transmitirme. Pero antes de poder llegar a ti empecé a sentir grandes amenazas y tuve que huir. Más adelante te perdí la pista, hasta que finalmente dejé de sentir tu esencia. Fue entonces cuando desperté atemorizado y te ví caer -continuó serio, y ciertamente desorientado.

- Después recuerdo salir de entre una gran cantidad de escombros de piedra, metal y madera bajo los que me encontraba sepultado, encontrándote tumbada sobre uno de los pocos tejados que todavía seguían intactos -concluyó así su historia con la majestuosa voz que formaba parte de su transformación animal.

- Sí, había gastado mucha energía... Estaba agotada... y luego alguien me disparó... No pude aguantar más... -traté de completar sus huecos mentales al mismo tiempo en que pensaba en la identidad de mi atacante.

En busca de un pasado mejor (Vol II. Las Fronteras del Tiempo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora