- Vale, bien, a ver si lo he entendido. Entonces, creéis que Nathan puede buscar completamente solo a los líderes del resto de países que formarán parte del Bando Sublevado y mostrarles todas las pruebas que esconde el diario para convencerles de formar una organización con la que derrocar a un gobierno que tratará de hacerse con el oxígeno del mundo, pero que todavía no existe, ¿no? -comuniqué muy poco convencida.
- ¿Y quién dice que estará solo? -preguntó una refinada voz femenina.
Aquella voz... Me giré rápidamente para comprobarlo, ¿podía ser que fuera? Pero era imposible...
- ¿¿¡Érika!?? -grité asombrada.
- ¡Hola, guapísima! -añadió ella con una gran sonrisa.
Ciertamente, situada bajo los rayos de sol que iluminaban la entrada a la cabaña, Érika se nos mostraba radiante. Vestía una falda satinada rosa palo, cubierta por un jersey oversize color negro, complementados con un bolso de un blanco roto y unos tacones negros, que en su conjunto combinaban a la perfección con sus largos cabellos rosa metalizado.
- Pero, ¿cómo? No sabía ni si habías sobrevivido -le murmuré nostálgica.
- Es una larga historia -comentó con orgullo, al tiempo en que dirigía su mirada hacia VIX.
- Pensé que quizás ella podía ayudarnos -confesó desde el sofá, mostrándose duro.
- Entonces, ¿fuiste a buscarla? Pero... ¿cuándo? Y... ¿cómo? -pregunté tan desconcertada como ilusionada me encontraba.
- Tenía la esperanza de que al menos ella te hiciera volver... -me confesó triste.
- Amiga mía, ¡este hombre te quiere mucho! ¡Más te vale cuidarlo! Vino malherido hasta París sólo para tratar de ayudarte a tomar una decisión respecto a vuestro futuro -me confesó seria, pero feliz, sumamente feliz.
- Lo sé, es idiota. Va de sensato y luego no hace más que ponerse en peligro por mí -le respondí con cariño, mostrando lo afortunada que me sentía.
- Bueno, ¿podemos dejar ya de hablar de mí? ¡Sólo quise solucionar el problema! Y ya está, solucionado, ¿no? ¡Pues continuemos con el plan! -nos interrumpió VIX un poco mosqueado.
Me reí interiormente. Le había dado vergüenza.
- Vaale, tranquilo, ya dejamos de hablar de ti, pero sí quiero saber cómo lograste encontrarla -insistí.
- Bien -añadió rotundo- Cuando te fuiste sabía que no serviría de nada ir detrás tuya... Así que Harvey me llevó sobre él hasta el aeropuerto, nos subimos a un avión y volamos hasta París, en donde pude encontrar a Érika paseando por el Louvre, justo en donde hace tiempo me dijiste que tratarías de encontrarla -trató de explicármelo lo más clara y resumidamente posible.
- Sí, así fue. Aunque pudo encontrarme gracias a un golpe de suerte. Y es que, después del atentado dejé el instituto y me puse a trabajar a tiempo parcial como ayudante en el museo, mientras investigaba junto al equipo de mi padre el origen de los terroristas que los medios habían ocultado -explicó- Pero si estoy aquí es sólo debido a que necesitaba saber qué había sido de ti, Rose -concluyó.
- ¿A qué te refieres? -pregunté desconcertada.
- Bueno, lo cierto es que, aunque VIX me encontró entre los pasillos del museo, no pude confiar en él al principio. Al fin y al cabo, aquel sombrío hombre al cual reconocí como aquel que nos avisó del atentado con tan poca antelación como para pararlo, se me acercó vestido con una oscura túnica y un sombrero de tres picos mientras cogeaba sostenido sobre un bastón -justificó así su desconfianza.

ESTÁS LEYENDO
En busca de un pasado mejor (Vol II. Las Fronteras del Tiempo)
FantasiSinopsis: Rose, una joven de 17 años que no acaba de encajar en el instituto, será raptada por un misterioso hombre que afirma querer salvarla de un peligro inminente. De esta manera descubrirá el motivo de su diferencia, así como el significado de...