Draco terminó de leer el primer capítulo, al bajar el libro su vista se dirigió directamente a Cassidy, la cual quería morirse de vergüenza por lo leído.
-Dame esto pringao- Draco sintió como el libro era arrebatado de sus manos por la robusta semidiosa, si no recordaba mal, Clarisse.
-¿Tú leyendo? ¿Qué clase de broma es esta?- Preguntó la Jackson con un toque de burla en su voz.
-Me caes bien Jackson, no lo arruines- Le contestó la hija de Ares.
Por otro lado Poseidón y Sally no podían creer en las condiciones en las que su hija vivía, las ganas de hacerle daño a los Weasley eran cada vez más grandes.
-Bueno, empiezo- Clarisse pasó de página -Capítulo 2, me consigo muy raros nuevos amigos-
El grupo de amigos de Slytherin miraron a su amiga ofendida. Esta solo atinó a sonreír les en forma de disculpa.
El viaje a Hogwarts en sí no es complicado. El mundo mágico está oculto de los ojos de los muggles, por si no sabes que son... bueno, tienes suerte de no conocer nada de esto y tener una vida normal. Básicamente esos son los muggles, los que no pueden hacer magia. Así que, conociendo esto, es de suponer que el camino a Hogwarts estará protegido y oculto de los muggles estúpidos y despistados que puedan terminar ahí por accidente. Solo se debía tomar un tren en King's Cross, en la plataforma nueve y tres cuartos a la que se accedía por una barrera protectora en la pared divisoria de las plataformas nueve y diez.
Sí, genial, ¿no?
Bueno, el problema es viajar cuando son seis hermanos, un niño recogido de la casa de unos muggles, y dos padres que al final acaban discutiendo sobre qué elegir:, si el método "legal", o el rápido. Y no me refiero a nada demasiado extraño, solo a los hechizos que papá le realizó al auto, entre los cuales destacaba la habilidad de volar, y volver invisible al auto y a quien estuviera dentro de él para evitar miradas curiosas que pudieran ocasionar un desastre.
Regla número uno de un mago:, Nunca dejes que los muggles descubran que eres un mago. Eran unos idiotas la mayor parte del tiempo. Solo veían lo que querían ver, a lo demás le intentaban poner algún sentido.
-Los mortales siempre intentando negar la realidad- Una de las divinidades habló decepcionada, la diosa de la sabiduría perdía la fé en la inteligencia de los mortales.
Tal vez con una entidad superior de su religión. Quién sabe. De todos modos, nosotros también teníamos nuestros modos, y siempre podíamos borrar los recuerdos de las personas en el caso de que nuestro secreto fuera descubierto por error.
-Ojalá pudiera hacer eso conmigo misma- Susurró Cassidy siendo escuchada por Annabeth, Percy y Tyson.
-No digas eso- Tyson abrazó a su hermana -No quiero que me olvides-
El caso aquí es, y la verdad no me sorprendió, que ya íbamos tarde a la estación de trenes. Yo aún andaba con una bata sobre mi pijama, buscando mis libros y arrojándolos despreocupadamente al baúl.
-No arrojes los libros, bruta- Le reprochó la hija de Atenea.
-Tenía prisa- Se excusó la hija de Poseidón.
Estaba segura de que no los podría leer y que, al final, mis exámenes me irían tan mal en mis exámenes que me acabarían expulsando y destruyendo mi varita.
-Me preocupa tu salud mental Cass- La chica escuchó una tímida voz delante de ella, Nico la miraba preocupado.
-No te preocupes Nico, estoy bien- La mentira más grande que había contado.
ESTÁS LEYENDO
Leyendo "Cassidy Weasley y los elegidos" || hp & pjo
FanfictionCassidy solo quería un año normal sin tener que preocuparse por la guerra contra el Titán del Tiempo, que encima era su abuelo, o por la guerra Mágica contra Voldemort. Por su desgracia la suerte no está de su parte y las Moiras deciden que es buena...