Cuando los hermanos desaparecieron de la vista de todos, los murmullos comenzaron a inundar la sala.
-¡Silencio!- La poderosa voz del director de la escuela se alzó entre todos los murmullos -Seguiremos la lectura sin el señor Jackson y la señorita Jackson- Asintió a la madre de los hermanos para que comenzara a leer.
-Capítulo 14, "La tía Eme nos sirve nuestra última cena-
Annabeth y Grover palidecieron ante los recuerdos de su primera misión con los hermanos Jackson.
Vacié mi mochila al llegar a mi cabaña y comencé a meter lo que podría servirnos en nuestra misión, lo cual siendo sincera no era demasiado. Mi varita definitivamente se quedaba, no era ninguna opción llevarla cuando se supone que no puedo hacer magia fuera de Hogwarts, y aunque pudiera hacerla ningún hechizo realizado con ese simple palito me serviría contra los monstruos griegos. El colmillo de basilisco también decidí dejarlo ya que no le veía ninguna utilidad, y tan solo me aseguré de llevar conmigo a Aguamarina, mi tridente, dos mudas de ropa y mi cepillo de dientes. La verdad no sabía qué más podría necesitar.
—Iré por algunas cosas en la tienda del campamento, ¿necesitas algo en particular? —le pregunté a Percy mientras él metía mucho menos cosas que yo en su mochila. Él negó así que yo me encargué de ir en busca de dinero y algo que nos salve el trasero si nos estábamos por morir. Desgraciadamente el dinero mágico no era, en absoluto, válido ahí, así que me prestaron unos cuantos dracmas y cien dólares. También conseguí una bolsita llena de cuadritos de ambrosía, y una botella de néctar.
Cuando me di cuenta, ya estaba lista para irme en un nuevo viaje, otra vez.
-Cass viaja más que yo- Pansy se quejó en lo bajini.
Suspiré y guardé una última cosa en mi mochila antes de dirigirme junto al pino donde los demás me esperaban, un libro de mitología escrito en griego nunca vendría mal a alguien que apenas estaba aprendiendo de aquel mundo, ¿no?
Caminé donde Grover, Annabeth y Percy, el niño cabra iba con pies falsos y pantalones para hacerse pasar por humano, y la chica llevaba un cuchillo de bronce bajo la manga y su gorra de los Yankees que la volvía invisible. Observé el pino mientras Quirón nos decía algo, aquel majestuoso árbol anteriormente había sido una niña, me contaron algunos campistas, una pobre niña semidiosa que no logró llegar al campamento a tiempo, y que al morir su padre, Zeus, se había apiadado y la convirtió en un árbol que ahora nos protegía a todos. Genial, ¿no? Lo de todos los días, niños cabras y niñas que sus padres convierten en árboles. Me pregunté si yo moría, ¿mi padre me convertiría en un coral o solo sería una alga marina? ¿Quizá una estrella marina?
Poseidón tuvo que desviar la mirada. Efectivamente, lo había pensado.
Luke nos detuvo antes de podernos ir, Quirón nos había presentado con Argos, el vigilante del campamento, y nos tendió a Percy y a mí unas zapatillas que parecían bastante normales e inofensivas, pero ¡cómo no! Toda cosilla inocente podría matarte un día, y esas zapatillas no eran la excepción. Cuando el hijo de Hermes dijo una palabra, "Maya", a las zapatillas le salieron dos alitas blancas en los talones y comenzaron a volar. Y aunque a Grover le pareció divertido, Percy y yo nos asustamos y dimos un respingo en nuestro lugar, yo jalé a Annabeth para usarla como escudo humano.
El comer rió, todos se imaginaron a una pequeña Cassidy escondiéndose detrás de rubia.
—¡Esas cosas son de la muerte! —exclamé en un susurro, y Luke solo me dirigió una sonrisa de lado. Fruncí el ceño—. Le tengo miedo a las alturas, ¿será que si no digo nada no salen esas alas? —toqué las zapatillas con un dedo algo desconfiada pero no quería ser muy descortés así que las metí en mi mochila y le di las gracias. Apenas nos alejásemos del campamento me encargaría de arrojar esas cosas bien lejos, o quizá se las dé a Annabeth que parece desear cualquier cosa proveniente de Luke como un perrito que espera un premio por portarse bien.
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Leyendo "Cassidy Weasley y los elegidos" || hp & pjo
FanfictionCassidy solo quería un año normal sin tener que preocuparse por la guerra contra el Titán del Tiempo, que encima era su abuelo, o por la guerra Mágica contra Voldemort. Por su desgracia la suerte no está de su parte y las Moiras deciden que es buena...