Leyendo "Cassidy Weasley y los elegidos" || hp & pjo

"Como en casa"

Los dos semidioses se encontraban sentados en el suelo del Bosque Prohibido con sus espaldas apoyadas en un árbol. Se encontraban en total silencio, solo con el ruido del bosque se escuchaba.

Nico se encontraba con la cabeza apoyada en el hombro de Cassidy mirando, su ahora, manos vendadas. Su prima le había vendado los nudillos una vez el menor se había tranquilizado.

-La echo de menos- La voz del hijo de Hades rompió el silencio -La echo mucho de menos, pero también la odio por abandonarme-

-Lo siento...- Susurró la mayor

-¿Por?- Nico preguntó sin mirarla.

-Por no ser capaz de salvarla- Contestó Cassidy.

El niño negó con la cabeza.

-No te culpo- Le aseguró el chico.

-Pero yo estuve allí, tendría que haberla salvado...- La hija de Poseidón susurró, ha día de hoy seguía culpándose de la muerte de Bianca Di Angelo, la hermana de Nico Di Angelo.

Y el silencio volvió a inundarse entre los dos. Los jóvenes se encontraban hundidos en su mente.

Cassidy recordando la muerte de Bianca, culpándose de no haber hecho nada para evitarlo. Por otro lado Nico se encontraba navegando entre las memorias de su hermana durante todos esos años donde vivían en Italia junto a Maria Di Angelo, su madre, las veces que su hermana jugaba con él en el Hotel Casino Lotus.

-Así que... Nos conocimos hace tres años...- Dijo el pálido al recordar la lectura.

La voz del chico despertó de la ensoñación de Cassidy.

-Sí, eso parece...- El ambiente se volvió incómodo.

¿Cómo deberían abordar aquel tema? Era algo que los dos no sabían cómo hablar de aquello sin que ninguno se sintiera incómodo.

-Yo me acuerdo de ver a una chica, como tú, recuerdo que me sentí bien al mirarla- Dijo el chico mirándola, su cabeza aún apoyada en su hombro.

-¿Bien?- Preguntó la chica confundida.

Este asintió con la cabeza.

-Como en casa- Aquello sorprendió a la chica.

-No lo entiendo Nico- Miró al niño aún más confundida que antes.

-A veces eres cortita Cassy- Una leve risa escapó de los labios del chico -Lo que quiero decir es que me siento como en casa cuando estoy contigo. Eres la única persona, junto a Will, que me importa- Suspiró cerrando los ojos -Contigo siento que realmente pertenezco al campamento-

Una leve sonrisa comenzó a formarse en los labios de la mayaor, no iba a mentir, las palabras del chico le habían sentado bastante bien.

-Nico... Eres mi primito, aunque técnicamente eres mayor que yo- Rió levemente -Te quiero, como primo e incluso como... ¿madre? No sé, es raro, no sé como expresar lo que siento-

Nico se separó de la chica y la miró, sus ojos brillaban, Cassidy hacía tiempo que no veía al chico de tal manera. Desde que su hermana había fallecido, los ojos de Nico eran oscuros y sin vida y verlo con sus preciosos ojos color ónix brillando una vez más hizo que el corazón de la semidiosa se ablandara.

Cass le dió un beso en la frente y le sonrió.

-Tus ojos son preciosos cuando brillan- Le dijo al chico -Hacía tiempo que no los veía así, lo echaba de menos-

Y ahí se encontraban, dos jóvenes que la vida no los había tratado bien, encontrado el apoyo y la calidez el uno con el otro, como madre e hijo, pero lo que ellos no sabían era que tenían público.

El dios del inframundo se encontraba escondido entre las sombras de los árboles desde hacía unos minutos. Había decidido buscar a su único hijo vivo, preocupado por su bienestar, pero lo que no se esperaba encontrar era a su hijo y a su sobrina sentados mirándose con una sonrisa tan alegre como la de ellos ahora mismo.

El dios sabía que ellos dos se llevaban bien, no era un secreto que Nico apreciaba a Cassidy y que ese aprecio era mutuo, pero nunca se llegó a imaginar que Cassidy viese a Nico como su propio hijo, teniendo en cuenta que solo se llevaban unos años.

Hades observó como Cassidy abraza al chico mientras este escondía su rostro en el pecho de la chica como un niño pequeño, cosa que el dios no había visto desde que su querida Maria había fallecido. Algo en su corazón se ablandó.

-Sabes qué estoy aquí para lo que necesites, ¿verdad?- La hija de Poseidón le recordó al menor.

-Lo mismo digo- Este le contestó.

Los dos semidioses se separaron sin dejar de sonreír y la mayor se puso de píe ofreciéndole su mano al menor.

-Volvamos antes de que empiece la lectura- Esta le dijo.

Con un suspiro, el chico aceptó su ayuda y se levantó del suelo espolsándose la tierra de su ropa.

-Vamos- Nico dijo comenzando a caminar, siendo seguido por Cassidy.

Hades los vio desaparecer entre los árboles, una sonrisa formándose en su rostro.

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Maratón 4/7

Amo la relación que tienen Cass y Nico.

Hoy ha tocado capítulo fluff, la calma antes de la tormenta.

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Bye, bye.

-Calu

PD: 18K de lecturas, MUCHÍSIMAS GRACIAS.