Leyendo "Cassidy Weasley y los elegidos" || hp & pjo

Capítulo 3: "Tengo la peor suerte del mundo"

-Yo quiero leer- Para sorpresa de todos el hijo de Hades habló.

-Nico...- Cassidy susurró mirando sorprendida a su primo.

Clarisse, sin decir nada, le pasó el libro a Nico.

Nico no iba a mentir, leer delante de toda esa gente la vida de su prima no le hacía mucha gracia o ilusión, pero quería ayudar a Cass y es mejor que leyera alguien a quien la chica le tenía confianza que alguno de aquellos magos.

-Capítulo 3, "Tengo la peor suerte del mundo"- Nico leyó en voz alta.

-Que exagerada eres Cassiopea- Molly se quejó en voz alta.

Sally miró a la mujer clavándole dagas con los ojos, si solo tuviera la cabeza de Medusa con ella, solo ella sabe lo que haría.

El resto del viaje en tren hacia la escuela continuó con tranquilidad, entre charlas dispersas y variadas sobre asuntos mágicos y de la escuela. Draco aseguraba que este año entraría al equipo de Quidditch de Slytherin, y cuando me preguntaron sobre si me gustaría entrar a mí también en el siguiente año, yo dejé extremadamente claro que la altura no era lo mío.

Pronto supe que el chico moreno se llamaba Blaise y el que se sentaba junto a él, mucho más callado y enfrascado en la lectura de su libro, era Theodore. Los otros dos, que parecían más gorilas que niños, eran Crabbe y Goyle. Por otro lado, Pansy y Daphne murmuraban entre ellas sobre algún suceso reciente de interés, y Astoria seguía hablándome animadamente intentando hacer que yo me quedara con la garganta tan malditamente seca que luego no podría hablar por una semana.

-Tienes que aceptar que cuando te conocimos apenas nos dabas la hora- Se quejó Astoria.

-En mi defensa diré que era la primera vez en años que me trataban con amabilidad y respeto, no sabía como reaccionar- Se defendió Cass.

Percy y Sally miraron a Cassidy, había sonado tan triste que la primera vez en años que alguien le haya tratado bien fue cuando tenía 11 años. Los dos Jackson se miraron y sin decir nada juraron proteger a la niña que les había robado el corazón.

Por otro lado el hijo de Apolo, Will, se inclinó sobre la Jackson intentando, ¿protegerla? Cass no lo sabía muy bien, pero le pareció adorable ver al menor comportarse tan protectoramente con ella.

El compartimiento estaba repleto, tanto como mi casa cuando Bill y Charlie venían a visitarnos en vacaciones, pero a diferencia de ésta con los Slytherin me estaba sintiendo cómoda. Todos eran amables, y tras Draco murmurar un hechizo para silenciar el compartimiento y cerrar la cortina que daba al pasillo para que nadie molestara, empezaron a bromear tranquila y abiertamente, eran escandalosos pero no al nivel de ser irritantes. Quizá, pensé yo cuando Draco estaba dirigiendo una conversación hacia mí intentando descubrir sobre quién era, pensaban que yo también sería Slytherin.

-Las asquerosas serpientes siempre se sienten cómodas entre ellas- Ron Weasley fue el estupido valiente que se atrevió a hablar.

-En serio Ron, callate- Nadie se esperó que el mismo Harry Potter defendiera a la casa de las serpientes.

Y aunque por mucho tiempo me opuse a aquella casa, ahora que los conocía a todos ellos no parecía tan mala. Sin embargo, toda mi familia había sido Gryffindor así que muy en el fondo sabía que seguramente yo también terminaría ahí. Si no quedaba en Gryffindor, supongo que Ravenclaw no estaría mal, pero considerando que no sé leer... bueno, quizá jamás podría tener esperanza de entrar ahí. Los tejones me agradaban, también, y aunque yo era leal hasta con las personas que cualquier otro no lo sería, no sabía si yo encajaba en aquella casa.