Amor platónico

capítulo 46

Capítulo 46
Luka Hauser
Rehabilitación.

Verme frente al espejo por primera vez luego de semanas causan un impacto tremendo en mi.

He bajado de peso, mi rostro se nota demacrado debido a las ojeras oscuras y profundas, aparento más edad de la que tengo, aunque me han afeitado me siento descuidado, y con el cabello sin brillo.

Mis ojos, mis ojos están perdidos en una inmensa oscuridad. Es como ver un zombi, vacío, lento, hueco y sin luz. 

Me siento muerto en vida.

Cierto movimientos son coordinados, como el caminar, mover la cabeza pero mis manos, mi motricidad fina es un desastre, se cae todo de mis manos y tiemblan sin razón.

La doctora lo dijo; Pueden existir consecuencias.

Consecuencias que yo mismo busque al caer en el licor, teniendo las herramientas para poder salir de esta enfermedad.

Abro la llave del grifo, lleno mis mano del agua caliente y refresco mi rostro, intento peinar mi cabello pero el cepillo se tambalea en mis manos, intento controlar mis movimientos por instante lo logro, así que me peino rápido.

──¿Luka? ¿todo bien?

La voz de Mimi llama mi atención.

──Si.

La bata de paciente me hace sentir miserable, Mimi se tomó la molestia de traerme algo para cambiarme, y lo agradezco porque mi moral está por el suelo.

Empiezo a cambiarme con cuidado, evitando que mis vías se pierdan o molesten, una pantalón de algodón y una sencilla camiseta blanca por poco que parezca hace que internamente me siento un poco mejor aunque mi rostro delante otra cosa.

Salgo del baño, me consigo con Mimi sentada en el sofá, se levanta para sujetar la solución fisiológica que llevo en mi mano.

──¿Seguro que estás bien?

──Si. Es solo que… he bajado mucho de peso.

Tensa su mandíbula, y me guía hasta la cama.

──Si. Pero es normal estuviste muchos días en coma, tu nivel nutricional bajó mucho. Vas a recuperarlo pronto.
Asiento, con su ayuda me siento en la cama, coloca la solución en el paral, puedo notar que está sopesando algo.

──Dilo.

Me observa de reojo, relaja su cuerpo y se encamina hacia el sofá abriendo el bolso que se mantiene allí. Saca una biblia y me la extiende.

──Debes volver a reencontrarte con tu fé.  Johnny está afuera, puedo hacerlo pasar si quieres. ──Susurra.

Paseo mis dedos por la biblia, necesito sanar…

──Hazlo pasar.

Su rostro se llena de luz, y esperanza y por muy lleno de oscuridad que me sienta, ella… ella es un faro.

Mi faro.

Tomo con cuidado su mano, y viene hacia mi.

──Podremos con lo que sea.

──Así será. ──Sentencio con seguridad. Se inclina hacia mi, y deja un beso dulce en mis labios.

Une su frente con la mía para quedarnos un par de segundos así, y disfrutar del silencio y de la presencia del otro.
Paz, amor y esperanzas. Lo lograré.
Se aleja y va directo hacia la puerta, puedo escuchar la voz de Johnny entrando a la habitación, saluda a Mimi, ella responde con cortesía.

Me acomodo en la cama para verlo cerrar la puerta.

──Buenos días, Luka.

──Buenos días, Johnny. ──Susurro.

──Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos, y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestros defectos. ──musita.

Abro la biblia.

──Soy Alcohólico. Empecé a tomar cuando cumplí los 16 años. Mi padre era un alcohólico maltratador. Golpeaba a mi madre cada vez que llegaba tomado a casa, reía al verla en el suelo, y luego de ello buscaba golpearme a mi. Me menospreciaba, me hacía sentir inservible… me boto de casa en reiteradas ocasiones, y jure que cuando fuese famoso, me llevaría a mi madre de ese lugar, y le daría todo aquello que merecía. ──Suelto. ──. Sólo lo disfruto un par de años, murió al tiempo… él le quito lo que ella más amaba, la vida y su casa en Croacia. Empecé a tomar porque dejaba de sentir dolor cuando lo hacía, adormecía el dolor, y callaba los recuerdos… ya no quiero callarlos, ya no quiero dejar de sentir, debo vivir con mi pasado y sobre todo aprender de el. No quiero ser él.

──Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables. ──Recita uno de los mandamientos.

──Mi vida es un infierno por el alcohol. Ya no puedo controlar mi vida, quiero que Dios me guíe.

──Humildemente le pedimos que nos liberase de nuestros defectos.

Asiento, y cierro mis ojos.

──Dios concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo, y la sabiduría para reconocer la diferencia. ──Recito junto Johnny lleno de fe.

──Un día a la vez.

──Un día a la vez, tienes 18 días sobrio y vendrán más. Tu vida comienza ahora cuando decides llenarte de fé y entender que Dios es el camino a la sanación, él te llenara de fuerza y voluntad. Sólo debes confiar y creer.

Johnny se sienta frente a mi.

──Me siento muerto en vida.

──Te sientes decepcionado de ti, recaíste, todos pasamos por allí para luego avanzar. Esto fue solo una caída pero una caída que debe demostrarte que puedes perder mucho. La fuerza está dentro de ti, puedes y podrás continuar.

Una lágrima escapa de mis ojos. Al recordar y ver a Mimi a mi lado desesperada. 

──Mimi, ella… ──sollozo.

──Ella es luz en tu vida. Tienes un gran soporte, puedo asegurarte Luka que ella estará esperándote.

Seco mis lágrimas.

──Lo sé.

──Entonces…

──Voy a internarme. ──Dictaminó con firmeza.

──Y aquí estaré también que ella, para guiarte. Leamos algo de la biblia. ¿te parece?

──Si.

****

Están retirando las vías de mi cuerpo, Mimi espera en una esquina de la habitación, Francia llega con comida para todo el personal médico y para nosotros.

Todo el personal ha sido espectacular, sin ellos y sin Mimi no estaría aquí. Las enfermeras se retiran para comer.

Francia acerca la bandeja y saca la comida que trajo.

──Steve está cuadrando lo que le pediste.

Mimi pasea su mirada de Francia hacia mi.

──Podrías dejarme a solas con Mimi.

──Si, claro. Voy a cerciorarme que todo el personal este comiendo.

Francia sale, y detallo a Mimi mientras termina de servir mi comida.

──Voy a internarme mañana. ──Suelto, ella detiene lo que estaba haciendo sin enfocarse en mi. ──. La doctora dice que ya puede darme el alta, y en la clínica donde estaré tienen médicos especializados, así que estaré bien cuidado, no debes preocuparte por nada. ──Musito mientras ella permanece estática en el mismo lugar. ──. Tienes acceso a todo, a mis cuentas y necesito que manejes a mi personal en mi ausencia, le pedí a Steve que comprara una casa para nosotros… para tener un poco más de privacidad ya que saben dónde vives, también  haré un comunicado de prensa el cual será publicado cuando ya tenga una semana internado. Podrás visitarme, aunque no tendré acceso a nada electrónico pero volveré a ti, Mimi. Necesito sanar…

Su rostro se gira hacia el mío.

──Yo voy a esperarte. Lo prometo.