capítulo 45

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Capítulo 45
Luka Hauser.
Consecuencias.

──El coma etílico en el cual llegó ameritó soporte ventilatorio, tuve un paro cardiaco y tuvimos que reanimarlo. ──cierro mis ojos con fuerza. ──.  su hígado, la falla hepática era y sigue siendo mi mayor preocupación. Cuando el hígado debe metabolizar más alcohol de lo que es capaz, unas lesiones y cicatrices pueden aparecer en este órgano interno. A estas alturas, Señor Hauser Es importante tener en cuenta que todas las condiciones pueden empeorar y resultar en enfermedades muy serias, como la cirrosis, la enfermedad hepática o la hepatitis alcohólica. Sin mencionar otro tipo de enfermedades que no descarto que pueda padecer; Afecciones cardíacas. Miocardiopatía y que tenga un patrón de latido irregular (arritmias). También supone un mayor riesgo de desarrollar presión arterial alta. Pancreatitis o inflamación del páncreas. Algunos cánceres, como cáncer de boca, esófago, garganta, hígado y Afecciones del sistema inmune. ──Tenso mi mandíbula. ──. Esto es un llamado de atención, tiene una segunda oportunidad. Por favor, no la desaproveche. Aún le haremos algunos estudios, y deberá seguir hospitalizado pero que bueno es verlo de vuelta.

Se levanta de la silla y se aleja sonriéndole a Mimi quien se mantiene en la distancia esperando.

No recuerdo nada, estoy sumergido en una laguna negra y espesa, mi mente se siente cansada y agobiada. El calor cálido de Mimi me arropa cuando posa su mano sobre la mía.

──¿Cuándo tiempo he estado aquí?

──Dos semanas. ──Susurra. ──. Y unos días.

Mi mano izquierda empieza a temblar, la oculto debajo de la sábana.

──Mi mente… no recuerdo nada.

──Te conseguí en una casa lleno de botellas y unos ansiolíticos. Caíste al verme… empezaste a convulsionar en mis piernas. ──Noto como su voz se quiebra.

Mierda.

Intento moverme pero mi cuerpo duele, y se siente pesado con cada movimiento.

──Perdóname, Mimi. Perdóname. ──Sollozo con ella a mi lado.

Quisiera borrar todo.

Ella me abraza con fuerza, oculta su rostro en mi cuello, y se sube a la cama procurando no mover ningún cable.

──No sé en qué estaba pensando, yo… voy a internarme. ──Murmuro con lágrimas en mis ojos. ──. Te lo prometo. No quiero morirme, y perderme el estar a tu lado.

Su llanto se hace más fuerte.

Si queda algo que destrozar dentro de mi, ahora mismo ya no queda nada con sus lágrimas derramándose.

¿Cómo pude ser tan idiota?

Una enfermera llega.

──Debemos llevarlo a hacerle la tomografía. ──Dice, Mimi seca sus lágrimas y baja de la cama.

No puedo apartar mi mirada de la de ella mientras me prepararan para sacarme de UCI y llevarme a hacer el estudio.
Tengo mangueras, cables y soluciones por todos lados.

¿Cómo pude llegar a esto?

Casi muero, tuvieron que reanimarme.
Mueven la camilla, Mimi viene detrás mi mientras me enfoco en las luces que se encuentran en el techo.

Con cada una de ellas, destellos de recuerdos se esparcen por mi mente, destellos de las botellas de licor, el sabor fuerte y quemante, las pastillas cayendo en mis manos.

Llegamos al área de estudios, empiezan a explicarme a Mimi lo que quieren ver en mi cerebro, mi coma etílico puedo afectar mi cerebro.

Ella firma un formulario, y asiente a todo.

──¿Mimi? ──ella viene hacia mi sin dudarlo.

──Dime. ¿Te duele algo? ──me recorre con la mirada.

Niego.

──Solo quería tenerte cerca.

──Aquí estoy. Todo saldrá bien. El examen neurológico salió bien, así que esto es solo una formalidad. No te preocupes, amor.

──Lo intentaré. No te apartes mucho.
──Estaré detrás de ese vidrio. ──Me señala. ──. Todo está bien, te amo.

Se inclina hacia mi para dejar un beso en mis labios.

No puedo volver a tomar.



****



Francia y Steve me muestran lo que se ha dicho en las noticias por mi petición.
Mimi se mantiene en la distancia observando mi reacción. Reproduzco el vídeo de ella dando declaraciones. Escucho con atención sus palabras y me asombra la firmeza con la habla y su valentía. 

Bloqueo la tablet para recostar mi cabeza en la suave almohada, mi mente es un caos.

──¿Ignacio?

Todos me observan.

──Ignacio fue quien te dio los ansiolíticos y por órdenes de Mimi, no puede acercarse a ti. ──Informa Francia, desvío mi mirada hacia Mimi.

Intento sentarme, y Steve me ofrece su ayuda.

──Explíquenme, por favor. ──Pido.

──¿No recuerdas haber firmado un otorgamiento de poder? ──cuestiona Mimi.

Cierro mis ojos con fuerza intentando ir a ese momento, y veo destellos de ese instante donde junto a mi abogado firme un documento.

──Recuerdo la firma de un documento.
Steve camina hacia su bolso, y saca de este una carpeta con varios documentos.

──Cediste tu nombre y poder a Mimi en caso de algún inconveniente. Ignacio quería sacar a Mimi de aquí, lo sabíamos, así que le insistimos en firmar antes él llegara.

──Te dio los ansiolíticos y te dio licor  sabiendo que estabas en proceso de sanación. Ignacio solo quiere el porcentaje que le das… eres su banco. Steve ha estado investigando junto a los abogados y los de finanzas de han revisado las cuentas. Creemos que incluso a sacado dinero de tus cuentas. ──Suelta Mimi. ──. Si Ignacio pisa está clínica, yo me voy Luka… no puedo estar cerca de alguien que quiere destruirte, y lo peor es que tú se lo permites. Todo tiene un límite.

Musita con sus brazos cruzados en su pecho y pegada a la pared.

Puedo ver su determinación al hablar, está muy enojada, ha pasado mucho y todo ha sido por mi culpa, su vida era tranquila antes de que yo llegara a su vida.

──Busca otro manager… ──pido a Steve quién sonríe satisfecho. ──. Y cita a Ignacio.

Mimi niega dando un paso hacia donde me encuentro.

──No estoy de acuerdo. No tienes nada que hablar con él. Nada.

──Necesito encararlo. ──Musito con tono débil. ──. Busca las pruebas Steve, por favor.

Mimi no dice nada, se sienta en el mueble, y me observa en la distancia.

──Necesito alejarlo para siempre, con abogados en medio.

──Está bien… ¿Recuerdas porqué hiciste el poder?

Inquiere, niego.

──Por algo lo hice, por eso necesite que Steve investigue.

Observa a Francia y a Steve.

──Pueden salir, por favor.

──Si claro, Mimi.

Ambos se marchan puedo sentir que algo está mal, ella ha cambiado su semblante, está algo triste… y nerviosa.

Se levanta y viene hacia mi, sus orbes azules me recuerdan esas mañanas en las que amanecimos juntos, y su sonrisa iluminaba la habitación haciéndome sentir pleno.

──¿Qué pasa?

──Si no recuerdas porque firmaste el poder, es por qué tampoco recuerdas nuestra discusión. ──Susurra.

Frunzo mi ceño.

──¿Cuál…? ──Un fuerte dolor de cabeza me obliga a cerrar los ojos.

Ella llorando, ella rogando que la escuché, la empujo, le grito…

Abro mis ojos y tomo su mano para hacerla girar, levanto como puedo su sweater rosa y noto un hematoma que ha ido aclarando poco a poco.

──¿Yo te hice eso? ──Trago grueso. ──. Mimi, yo te hice eso…

Una presión se instala en mi pecho, odie a mi padre por todo lo que le hizo a mi mamá, y me convertí en él…

Soy él.

Un maldito alcohólico maltratador de mujeres. 

──Escúchame. ──Pide. ──. Estabas muy enojado por unas fotografías que me tomaron con Sebastián, un mal ángulo que…

Niego cubriendo mi rostro con mis manos.

──Eso no justifica nada, nada. Te lastime. No te merezco, Mimi. No te merezco… eres demasiado para mi.

Quita mis manos de mi rostro, y me obliga a verla.

──Yo te amo con todos tus ángeles pero sobre todo con todos y cada uno de tus demonios.

Amor platónico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora