capítulo 42

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Capítulo 42
Mimi Rosé
Un puto sol.

*Advertencia este capítulo contiene contenido sensible sobre Alcoholismo, adicciones o síndrome de abstinencia*



Mi madre me trajo algunas cosas para estar cómoda, acaricio mi manta peluda rosa mientras espero sentada con ella a mi lado mirando a un punto fijo en la pared blanca.

──¿Por qué no me dijiste que era alcohólico?

──¿Lo querrías igual? ──inquiero paseando mis manos por la suave textura que cubre mis piernas.

──Si, porque eso no lo define. ──Responde haciendo que gire mi rostro hacia el de ella. ──. Es una enfermedad, que debe ser tratada. Y no está solo, nos tiene a nosotras y a Lola. ¿Ok?

Dejo caer mi cabeza en su hombro.

──Todo es un desastre. Me siento tan distinta, tan agobiada…

──Eres un sol, siempre lo has sido, no existe tormenta que logré opacarte, al final siempre brillarás en lo más alto del cielo.

Relajo mi cuerpo a su lado.

El equipo de confianza le Luka a llegado, todos se han mostrado angustiados y están moviendo hilos para que aún la noticia no se haga pública, y en el fondo lo agradezco porque no sabría cómo lidiar con la prensa buscando una foto o información sobre él.

El equipo de seguridad ahora está cuidando de mi. Porque según ellos es lo que Luka querría. 

Francia se acerca y se arrodilla frente a mi.

No sabría que hacer sin ella. Me ha guiado en todo.

──Los del hospital están al tanto ya de la situación. No dejarán pasar a nadie y está prohibido dar información sobre Luka.

──¿Ignacio? ──Inquiero hacia ella.
──No puede hablar. Y no lo hará, estoy segura que guardara sus palabras para cuando Luka despierte, buscará la manera de convencerlo. ¿Estás bien? ¿Necesitas algo?

Niego.

──Estoy bien.

──No has comido nada desde que llegamos. ──Susurra, mi madre se mueve y debo acomodarme.

──¿Cómo que no has comido? Iré por algo al cafetín y vas a comértelo todo. Quédate con ella Francia, por favor.
Mi madre se levanta sin escuchar mis quejas, y Francia toma su lugar, así que recargo mi cabeza en el de ella.

──Tengo miedo.

──Él estará bien. Lo sé. ──Musita.

──¿Y si sigue deseando no verme cuando despierte? Y si… me detesta por firmar el documento.

Francia larga un suspiro pesado.

──La actitud de Luka se debió a la frustración que sentía ante la abstinencia, no podía controlar sus emociones. Por más que quisiera no estaba en él. Y lo sabes, Mimi. Además, se hizo realidad su peor temor que la prensa buscará lastimarte. Ahora mismo pienso que lo que más deseara es verte cuando despierte. No querrá a más nadie que no seas tú.

Suspiro con fuerza.

Él me ama, yo lo sé.

Lo vi en sus ojos, lo sentí en su tacto y espero volver a hacerlo.

──Debemos buscar la manera de comprobar que fue Ignacio quién le dio las botellas, y los ansiolíticos. ──Dice Francia llamando mi atención. ──. Debe existir algo que podamos hacer para mantenerlo alejado.

──¿Se podría acusar de algo?

──Creo que sí. Debería pedirle a Steve que investigue al respecto.

──Hazlo. No lo quiero aquí, y no quiero que salga impune. Por más que Luka allá tomada una decisión, él se aprovechó de su debilidad para hacerlo recaer. Él nunca había tomado ansiolíticos, lo sé. Él me lo hubiese dicho. ──susurro muy bajito.

Francia posa su mano sobre la mía, mi madre vuelve y con uno de los de seguridad reparte café a todo el equipo junto con algunos snacks, ella es lo máximo.

Todos agradecen, y le sonríen. Se los está metiendo en el bolsillo, cuando termina me extiende mi comida y la de Francia.

──Come.

Pide, y asiento.

──¿Lola?

──Está con Brady.

──Deberían traerla, pienso que a Luka podría hacerle bien verla, está muy encariñado con ella. ──Musito fijando mi mirada en el café.

──Hablare en con el personal para que nos dejen tenerla aquí. Las dejo aún debemos seguir apagando fuegos.
No digo nada. Francia se marcha y me quedo aún con la mirada fijada en el líquido negro, mi madre me trae de nuevo a la realidad al posar su mano sobre mi hombro.

──Estará bien. Deja de darle vueltas al asunto. No te pierdas… enfocaré hija mía. Eres fuerte, yo lo sé. ¿Sabes porque? ──niego. ──. Porque yo te crie, y eres mi hija.

Sonrío levemente.

──¿Señorita Mimi Rosé?

Todos nos congelamos por un instante, mi corazón se dispara con fuerza y la ansiedad empieza a tomar partido.
La misma enfermera de hace rato está en toda la entrada de la sala de espera con sus manos a sus lados, y una mirada conciliadora.

──Ya puedes verlo.

Le entrego el café y mi comida a mi madre, tomo una fuerte bocanada de aire y me encamino hasta donde se encuentra, los nervios se acrecienta, me guía hasta un pasillo apartado, un par de vigilantes se encuentran en la entrada, se hacen a un lado y nos permiten seguir.

──Esta área es privada. De muy difícil acceso. ──Explica guiándome hasta las puertas dobles.

Toca un pequeño timbre y el seguro es pasado.

──Sólo él está aquí, es una unidad privada. Podrás verlo un rato… incluso quedarte con él.

──Gracias. ──Siseo casi sin habla. La puerta de abre y una enfermera me da la bienvenida, paredes de vidrio me reciben, puedo escuchar una máquina sonando y mi cuerpo se tensa.

¿Has tenido miedo a perder?

Yo si.

Temo perderlo, temo que esa máquina deje de sonar.

Otra puerta se abre, y la enfermera habla a mi lado explicándome o más bien advirtiendo de cómo lo encontraré. Tenso mi mandíbula, y asiento a esas palabras que entran y salen de mis oídos con rapidez, yo solo quiero verlo.

──Procura no tocar ningún cable, puedes tomarle la mano, incluso hablarle. Tienes una silla para que te sientes a su lado. ¿ok?

──Ok.

──Ya lo aseamos. Y esta listo para que no te separes de él.

Me giro a verla, sonríe levemente y me indica pasar. Lo hago teniendo un miedo inmenso profundo en mi pecho, no se qué veré, no sé si me hará bien verlo así, tumbado en una cama pero lo que si sé, es que no pienso alejarme de él.

La habitación fría me hace cruzar mis brazos en mi pecho, Luka, mi Luka esta acostado en una cama, lleno de cables y con un tubo en su boca. Contengo las miles de lágrimas que se asoman en mis ojos, y me acerco para sentir su tacto, su
mano…

Su calor me llena de esperanzas.

Su barba cubre su mandíbula, su cabello esta peinada y huele a limpio, no huele a licor…

Es mi Luka.

Paseo mis dedos por su brazo evitando tocar los cables, tiene varias soluciones montadas, se ve tan débil… tan distinto pero tan mío.
Puedo notar que ha bajado de peso, incluso que sus ojeras están más pronunciadas, seguro tenía días sin dormir o comer algo si quiera.

──Hola, mi amor platónico. ──Susurro cerca de su oído.  ──. Aquí estoy y no me pienso ir, no voy a dejarte solo en esto. No lo haré. Te amo.

Paseo mi nariz por su barba.

La enfermera aparece con una manta para mí, y un libro…

──Para que esté cómoda. Estaré en el stand, cualquier cosa solo tienes que apretar este botón. ──Me indica.

──Muchas gracias. ¿La doctora ya dicho algo?

──Está estable, se necesita bajar el nivel de alcohol de su cuerpo por eso son las soluciones.

──Ok…

──Todo está bien.

──Gracias.

Acerco la silla y me acomodo en esta con la manta cubriendo mi cuerpo y el libro en mis manos.

Paseo mis dedos por la portada, y hago la acción que recita el título; Respira.
Han pasado dos horas desde que llegué, leí un poco en voz alta, le hable sobre quienes están esperando por el, y le reafirme mi amor.

Salgo un rato a tomar aire, y estirar mis piernas, Steven, mi madre, Francia y Brady me esperan.

Me tengo al verlos juntos.

──¿Pasa algo?

──Ya la prensa lo sabe. Están especulando, están diciendo que fue un intento de… ──no termina la frase y no necesito que lo haga. ──. Necesito tu autorización para publicar un comunicado.

Estrujo mis manos.

──¿Qué diría?

──No diría que es alcohólico, es algo que él debe hacer. Sólo confirmaría que se encuentra hospitalizado y que se pide discreción, y sus oraciones.

Asiento.

──Ok. Hazlo.

Me extiende su teléfono para que lea lo que publicará en las redes de Luka.

──Hazlo. ──Brady me extiende a Lola.
La abrazo con fuerza y ella se deja, me da cariño incluso puedo asegurar que me está consolando.

Se puede ver en la distancia los flashes. Debo ser un puto sol…

Nadie va a apagarme, nadie.

Camino con Lola hacia la entrada de la clínica mientras mi madre y todos gritan detrás de mi, la seguridad me alcanza.

──Aquí estaremos. ──Sisea Jack.

Las puertas se abren y el destello de luces es impresionante, las cámaras me apuntan y las preguntas comienzan a llover.

Mis piernas tiemblan pero me mantengo firme. No pienso huir…

──Buenas noche, mi nombre es Mimi Rosé, aunque eso ya lo saben, soy la novia de Luka Hauser. En estos momentos estamos pasando por una difícil situación, Luka se encuentra delicado salud. Pido a todos ustedes respeto, tolerancia y oraciones, entiendo que deban obtener una noticia interesante para vender pero en un momento tan delicado como lo es este solo queremos espacio para poder respirar y salir adelante, sé que en cada uno de ustedes existe un corazón empático que entiende que en momentos como así, el dolor del prójimo importa más que una noticia… confío en que escuchen a su corazón y comprendan que ahora, justo ahora, solo necesitamos un poco de espacio y muchas oraciones. Luego, más adelante podrán tener detalles de lo sucedido dicho por el mismo Luka, confío en la humanidad de ustedes, creo en la humanidad… seamos empáticos, seamos considerados. Por favor apaguen las cámaras y dennos privacidad. Estaré eternamente agradecida.

Muchas cámaras dejan de destellar, y otras de filmar.

──Construyamos un lindo mundo, no destruyamos al prójimo. Bendiciones.


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