capítulo 44

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Capítulo 44
Mimi Rosé
Un dulce aliento.


Estiro mi cuerpo en el sofá, Luka sigue igual.

Sedado y con un tubo en su garganta, lo observo en la distancia mientras Lola sigue acostada a su lado.

──Buenos días, señorita Mimi. ──Sisea una de las enfermeras.

──Buenos días. Hola, Lola. ──musita sonriéndole a mi gata,  se acerca a revisar el monitor. ──. Hoy lo llevaremos a hacerle una tomografía. En un rato vendré a buscarlo.

──¿Cuándo bajaran la sedación?

──Ya empezamos pero recuerde que su cuerpo sufrió mucho, así que debemos darle tiempo.

──Ok. Créeme que he aprendido a tener paciencia.

Me quito la frazada, y me acerco para darle el beso de “Buenos días” que se ha hecho rutinario en estas dos semanas.
Dos semanas eternas.

Las enfermeras lo asean todos los días pero yo me he encargado de afeitarlo, quiero que me sienta cerca. Sujeto su mano, sus reflejos me reciben… es movimiento involuntario según la intensivista que lo está tratando.

──Aquí estoy. Como todos los días, no me voy nunca. ──Susurro muy cerca de su oído.

──Vaya a desayunar… le avisaré cuando sea la hora de hacerle la tomografía.

──Esta bien. ──agarro la Lola para llevarla conmigo.

Dejo Luka bajo los cuidado de la enfermera, son muy atentas y cariñosas con él.

Él se ha encontrado personas maravillosas, personas que lo cuidan.
Salgo al pasillo con Lola en mi brazos, la seguridad me sonrie en la distancia, John siempre está aquí desde muy temprano.

──Buenos días. Desea que la cuide. ──Susurra señalando a Lola.

──Buenos días. ¿Podrías llevarla a casa de mi madre? Deben darle un baño y sus vitaminas.

Asiente tomándola de mis brazos. 

──Nos vemos ahora, Lolita.

──¿Le traigo algo?

──Tranquilo, sólo lleva a Lola. Gracias.
Se marcha llevándose a mi gata que se aferra a su traje asomando su cabeza por su hombro.

Me voy al cafetín siendo seguido por la seguridad que queda, no hay mucho que comer al llegar. Me pido un sándwich y un café grande para sentarme en la distancia alejada de todos, saco mi teléfono y busco noticias de Luka.

Todo se mantiene en los límites y eso relaja mis hombros.

──Buenos días… ──susurra Steve sentándose frente a mi.

Lleva en una bandeja exactamente lo mismo que pedí para mí.

──Buenos días. ¿Amaneciste aquí? ──asiente.

──Francia y yo nos turnamos, por si necesitas algo.  ──niego mirando mi café. ──. Debemos hablar de algo.

──¿De qué? Es muy temprano para hablar de la prensa nuevamente. Y de planear que haremos cuando despierte.
Sonríe levemente.

Todo con respecto a Luka depende de mi.

──Lo sé, y lo siento pero quedaste a cargo de todo. Y necesito que estés preparada.

──¿para qué?

──Habrán muchas preguntas y cuestionamientos, Luka tendrá que ir a rehabilitación y allí será un mes alejado de todo. Se está perdiendo mucho sin Luka presente y se que eso no es lo importante pero debemos estar listos.

──Habla claro, Steve.

──Tres marcas importantes han dejado de patrocinarlo, y su imagen se está viendo afectada, y será peor si él decide hablar con la verdad.

Juego con mi plato mientras lo escucho.

──Luka hablara con la verdad.

──Lo sé, y es lo correcto aunque eso nos decline un poco la balanza.

──¿Qué debemos hacer?

──Voltear todo a nuestro favor. Demostrar que su enfermedad no lo define.

──Él va a resurgir, yo lo sé.

──También, lo sé. Mi plan; Mantengamos el silencio hasta que Luka despierte, internarlo y luego de ello hacer un comunicado que mantenga todo bajo perfil, luego de ello si al salir él quiere hablar, organizar una rueda de prensa y dar con ello terminado el tema.

Asiento.

──Luego de ello nos tocaría hacer la gira y volver a construir a Luka Hauser. Y necesito que me ayudes en ello, tu eres su centro, y debemos formar un equipo.

──Haré lo que sea, si él así lo quiere. ──musito.

Suspiro, y sorbo mi jugó.

──Él querrá. 

Una de las enfermeras aparece en toda la entrada, se lleva toda mi atención como busca con la mirada algo hasta que da conmigo.

Me levanto sin pensarlo y corro, detrás de mi siento a Steve que viene siguiéndome el paso.

──Despertó, y se extubo. Estamos intentando controlarlo pero la llama a gritos. ──dice y acelero más mi paso. 
Las puerta se abren y me consigo con Luka moviéndose desesperado en la cama, está batallando con las enfermeras mientras grita mi nombre.

Su voz es ronca, está casi ahogado entre sus gritos.

──Luka, Luka. ──lo llamo enfoca su mirada en mi, las enfermeras lo sujetan mientras se queda prendado en mi.

──Mimi…

──Hola, mi amor. ──Susurro acercándome. Sujeto su mano y me acerco a su rostro. ──. Aquí estoy. Estate quieto.

──Mi mimi, si estás aquí.

──Si lo estoy. ──Susurro, se calma poco a poco. Sus ojos se llenan de lágrimas las enfermeras empiezan a revisar sus vías y que todo siga como debería. ──. Necesito que te calmes. ¿Si?

Asiente, se aferra a mi mano y no quita su mirada de la mía.

Está despierto. Mi Luka esta aquí mirándome fijamente.

──Te extrañe. ──Suelto con lágrimas corriendo en por mis mejillas. ──. Te extrañe demasiado.

──Necesitamos revisarlo, señor Hauser.

Se gira hacia la doctora.

──Mimi estará aquí. ¿Recuerda algo de lo sucedido?

Niega con su cabeza.

──No recuerdo nada. ──Susurra, respira con fuerza y acaricia mis dedos.

Mi felicidad es indescriptible.

Llevo su mano a mis labios y dejo un beso en esta.

──Volví a ti. Siempre lo haría…



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