capítulo 43

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Capítulo 43
Mimi Rosé
Silencios que agobian


──Las consecuencias que pueden aparecer en una persona con una intoxicación aguda por alcohol dependen del grado de alcohol en sangre, en Luka el grado de alcohol no paso los 5 g/L aún así Hay que asegurar una correcta hidratación y un adecuado grado de azúcar en sangre de manera que se pueda metabolizar el alcohol de forma adecuada, ya en estos instantes, no hay rastro de alcohol en ella. Se ha eliminado de su sistema todo rastro… las secuelas son de cuidado, aunque no existe fallo renal, ni hepático está a nada de tenerlos, los cuidados deben ser extremos y es necesario que luego de ser dado de alta vaya rehabilitación.

Asiento en silencio.

──Por los momentos, nos toca esperar que despierte y ver si las secuelas están presentes neurológicamente.

Siento miedo.

──¿Con eso que quiere decir?

──Su parte motora pudo verse afectada, su vista e incluso su habla. Llegó con un coma etílico… aunque reaccionamos a tiempo, aún pudiéramos encontrarnos con algunas de esas secuelas.

Me abrazo a mi misma para llenarme de fuerzas, las lágrimas no cesan. Siento que me destrozado el alma el miles de pedazos y que cada uno de ellos se ha perdido en el infinito.

──Sólo tengamos fe. Existe alguien superior a todos nosotros que hace milagros. Y yo creo en ellos.

Asiento con un nudo en garganta. La veo marcharse y me quedo pegada a la pared repasando todo lo que puede perder Luka, todo lo que sufrirá si no puede volver a tocar.

Para él será como estar muerto en vida.

──¿Mimi?

La voz de Francia me hace elevar la mirada, parpadeo dejando que las lagrimas broten.

Frunce sus labios llenos de tristeza y consuelo.

Me abraza con fuerza.

──Fe, Mimi. Tengamos fé. ──Murmura paseando sus manos por mi espalda. ──. Está aquí el padrino de AA de Luka. Vino a verlo.

Me separo ligeramente de Francia.

──¿Dónde?

──En la sala de espera. ──Susurra, seca mis lágrimas. ──. Le dije que no podía pero está allá sentado con tu madre y están orando. Creo que…

No termino que hable y me encamino hacia el pasillo que da con la sala privada que han dispuesto para nosotros.

Noto al hombre sentado con una biblia en sus manos, leyendo uno de los versículos, todos escuchan con atención. Eleva su mirada y me sonríe.

Camino para sentarme a su lado, genera paz su presencia. Me invita a cerrar los ojos y eso hago.

──Dios concédenos la serenidad para aceptar Todo lo que no podemos cambiar Valor para cambiar lo que podemos Y la sabiduría para reconocer la diferencia. Que no puedo cambiar, valor para cambiar las cosas que puedo, y la sabiduría para quedarme callado cuando no puedo distinguir entre las dos. Amén.

──Amén. ──Susurra todos para luego alejarse y dejarme con él a solas. Me observa por un instante.

──Vaya que si pareces un ángel. ──Sisea, sonrío un poco.

──¿Dijo eso? ──Asiente.

──Me habló mucho de ti. de tu fascinación por el rosa, de tu obsesión por las plantas y de tu amor por él.

Trago grueso para luego sollozar, el sujeta mi mano con fuerza y mimo. 

──Mimi, yo destruí a mi familia de la peor forma posible, dije cosas hirientes y feas, y no las dije porque las sintiera, yo solo estaba enojado y frustrado con la vida por no poder tener el dominio de mi cuerpo y mente. Cuestioné muchas veces porque me hizo adicto a mi, porque tuve que perder yo. Los designios de Dios siempre serán un misterio pero dejan un gran aprendizaje.

──¿Por qué volvió a tomar?

──Porque deja de doler cuando no se siente. Y él alcohol adormece el dolor… le tenemos miedo a sentir, no sabemos afrentar la realidad. Un adicto siempre será un adicto pero podemos aprender a vivir siéndolo. La enfermedad no nos abandona, así como tampoco lo hace amor de los nuestros.

Suspiro al escucharlo.

──La fe y el poder divino del señor nos guía hacia la salvación y purificación de nuestro ser, aunque a veces nuestra salvación se encuentra en una persona, en una mirada o una sonrisa. Tu lo salvaste, Mimi. Esto es solo un desliz que llevará a cambios drásticos.

Asiento ante sus palabras.

──Los cambios pueden destruirlo.

──Eso no sucederá. Él despertara siendo Luka Hauser, ese mismo hombre que te ama con locura. Sólo no sueltes su mano.

──Jamás. ──Sonríe. Sujeta mi mano.

──El amor purifica almas, repara corazones rotos y nos hace sentir vivo. Todo lo cura el amor. Recuérdalo siempre.

Se levanta y me extiende su biblia.

──Todo, Mimi.

──Gracias por venir.

──Dile que vine, y que espero verlo pronto en las reuniones.

──Así será.

Da un par de pasos y se detiene.

──Me encantó ver cómo detuviste a la prensa.

──Gracias.

──Nos vemos pronto.

Lo veo marcharse y acaricio la biblia.
Vamos a verlo…

Francia se acerca y me muestra lo que la prensa a publicado, todo lo que dicen es sobre la salud de Luka, no especulan y se mantienen al margen, me extiende un par de cartas de los niños de la escuela de música.

Ingreso a la unidad de cuidados con todo en mano, abro la puerta de donde se encuentra Luka, mi corazón se agita con fuerza. Lola sale de su escondite de las piernas de Luka.

Aunque la doctora me insistió en que no se podía, yo fui más perseverante.
Sé que Lola le hará bien.

──Hola, amor platónico. Los niños de la escuela te enviaron algunas cartas. ──Empiezo a acomodarlas en el estante, las voy leyendo mientras. ──. Betania te hizo un enorme corazón con un cello en medio.  Pienso que debería decirle a Francia que busque tu cello, deberíamos tenerlo aquí. 

Abro la biblia y la acomodo en el estante.

──También vino tu padrino, hablé un rato con él. Todos están pendientes de ti, tienes muchas personas que te aman.
Me giro a verlo, Lola está acostada entre las sábanas, me acerco para acariciarla.

──Yo te amo, Luka. ──Rodeo la cama, y tomo su mano. ──. Volverás a mi, ¿Verdad? Esto es difícil, muy difícil... yo no puedo sin ti, y no quiero hacerlo sin ti. ──Susurro, Lola siente que me pasa algo y viene hacia mi. Busca mi atención y se la doy sollozando. ──. Estaré bien, pero lo quiero a mi lado. Te necesito a mi lado, Luka. Por favor.

Amor platónico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora