**Capítulo 22: Unión en la Pista**

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Aida y Lucía continuaron disfrutando de su tiempo juntas en Madrid. Aunque no habían formalizado su relación en el sentido de ser novias, su vínculo seguía fortaleciéndose con cada día que pasaba. Su amistad profunda y su complicidad en la vida cotidiana eran evidentes para todos los que las rodeaban.

Una de las formas en que compartían su tiempo era a través de las redes sociales. Lucía continuaba con su entrenamiento y participación en torneos, y Aida se había convertido en un pilar fundamental en su carrera. Aida no solo la apoyaba emocionalmente, sino que también compartía sus momentos en las redes sociales, documentando cada logro y desafío de Lucía en la cancha. A través de publicaciones y mensajes de apoyo, Aida se aseguraba de que el mundo conociera el talento y el esfuerzo de su amiga.

Un día soleado en Madrid, Aida acompañó a Lucía a su entrenamiento en una de las canchas de tenis más prestigiosas de la ciudad. Mientras Lucía se preparaba para la sesión de entrenamiento, Aida estaba en las gradas, observándola con admiración y apoyo.

Lucía golpeó la pelota con fuerza y ​​precisión, demostrando su destreza en la cancha. Cada movimiento, cada saque, estaba imbuido de pasión y determinación. Aida no podía evitar sentirse orgullosa de su amiga y de cómo había llegado tan lejos en su carrera.

Cuando Lucía se tomó un breve descanso, Aida se acercó a la cancha y le ofreció una botella de agua. Lucía le dedicó una sonrisa agradecida y tomó un sorbo. "Gracias por estar aquí, Aidi. Tu apoyo significa el mundo para mí.

Aida asintió con cariño. Siempre estaré aquí para ti, Lu. Eres increíble en la cancha, y ver tu pasión por el tenis es inspirador. Además, es un placer verte jugar.

Lucía se sintió emocionada y agradecida. Sabía que tenía en Aida a una amiga incondicional y un apoyo constante en su vida. Se sentía afortunada de tener a alguien que la entendiera tan bien y que compartiera sus pasiones.

Después de un día de entrenamiento agotador, ambas mujeres regresaron a su lugar especial en Madrid, donde compartieron una cena tranquila. Había algo especial en su amistad que iba más allá de las palabras y las etiquetas. Aida y Lucía se miraron con cariño, sabiendo que no importaba lo que les deparara el futuro, su conexión era única e invaluable.

Mientras el sol se ponía sobre la hermosa ciudad de Madrid, Aida y Lucía sabían que había mucho por delante en su historia, y estaban dispuestas a enfrentar juntas cada desafío y celebrar cada victoria en su viaje compartido.

El Torneo De Nuestro Destino (AILU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora